miércoles, 10 de junio de 2009

Los mundos de Coraline


Coraline se muda con sus padres a una casa en el campo para que sus padres puedan trabajar tranquilamente en su libro sobre jardinería. Coraline se aburre y decidirá explorar la casa.



Coraline es la primera película de los estudios de animación stop-motion Laika, esperemos que estos estudios sigan por el camino iniciado con Coraline. Tras las maravillosas películas Pesadilla antes de navidad y James y el melocotón gigante, el director Henry Selick adapta para los estudios Laika la novela gráfica Coraline de Neil Gaiman (gran escritor con una perversa tendencia a lo tétrico). Selick y Gaiman forman un tándem genial que desarrolla unos personajes bastante más complejos de lo que viene siendo habitual en el cine infantil. Los padres se centran en el trabajo desatendiendo a su hija, no es una premisa muy alegre, la verdad. 
En Coraline hay secundarios simpáticos (como el Sr Bobinsky, Wyborne o las vecinas actrices) y malos malísimos pero todos los demás personajes son mucho más ambiguos.

Y es que nada es obvio en este film, todo es ambiguo y engañoso. A Coraline no le gusta el mundo gris y lluvioso en el que vive y desea vivir en un mundo de fantasía. Pero ese atractivo mundo de fantasía está lleno de engaños y no es tan maravilloso como parece.


Se podría interpretar como “Sólo valoras lo que tienes cuando lo pierdes” o un alegato anti droga (medio de evasión de la realidad que puede acabar bastante mal, no olvidemos que Coraline tiene un encontronazo con una planta venenosa y ve insectos en la bañera). Cada uno puede buscar sus propias interpretaciones al film.

Es cierto que hay elementos que recuerdan a Lewis Carroll y su Alicia en el país de las maravillas (el gato, el espejo) o a otros films de niñas que se imaginan mundos irreales para escapar de la realidad: Tideland (de Terry Gilliam) o El laberinto del fauno. Pero Coraline tiene suficiente originalidad y personalidad propia.

Por el lado técnico, Selick demuestra ser todo un mago de la técnica de la slow motion y la animación por ordenador. Muchas secuencias dejan al espectador maravillado ante la belleza de las imágenes.

El film no es sólo precioso, es innovador y revolucionario en cuanto a la estética para películas infantiles. Escenas como la del circo de ratones, el teatro o el jardín son de lo mejor que he visto en los últimos años en animación. La desbordante imaginación visual de Selick inunda la pantalla en cada plano de esta película.

Si al perverso mundo infantil de Gaiman (los dobles, los perros-vampiro, las manos formadas por agujas) le sumamos el dominio de la técnica de Selick obtenemos un film de animación soberbio. De los mejores de los últimos años.

 Si bien no considero que sea apto para los más pequeños (demasiadas agujas, ratas y pasajes oscuros), los mayores y/o los amantes del Tim Burton más tétrico se lo pasarán de miedo.

 Yo pasé un rato muy agradable con este oscuro cuento del cual muchas imágenes se me quedaron grabadas en la retina para siempre. Tanto si te gustó Pesadilla antes de Navidad como si no, no debes perderte este film, te fascinará.

8

3 comentarios:

Osukaru dijo...

Yo también lo pasé genial con esta peli. Y si le sumamos la experiéncia 3-D ya es la leche!.

Lo que no sé es cómo son tan mendrugos de venderla como peli para niños. Eso de "te voy a coser botones en los ojossss" me dio repelús hasta a mi. Jejejeje!.

Un saludo!.

Chepas dijo...

Es muy buena, pero creo que el final es acelerado, muy rapido y muy previsible...

Félix S. Trabanco dijo...

Maravilloso film. Cien mil veces mejor que la sobrevaloradísima UP, que se estreno aquel mismo año. Una de las mejores películas fantásticas que yo haya visto.