miércoles, 28 de octubre de 2009

La naranja mecánica (Clockwork orange, 1971)


Ahora que reestrena en salas comerciales la cinta más polémica de Stanley Kubrick, pienso que es un momento ideal para volver sobre ella.


El principal problema que tiene la gente al enfrentarse a un film de Kubrick es que muchos tienen fama de ser grandes películas, obras maestras incluso. Pero el cine de Kubrick no suele ser fácil de ver y muchas veces tampoco es fácil de digerir. Si esperas de La naranja mecánica una peli clásica sobre jóvenes rebeldes, inadaptados pero buenos de corazón, te estás equivocando.


En su adaptación de la novela de Anthony Burgess editada en 1962, Kubrick nos narra la historia de Alex, un joven de lo más desagradable y malvado (cabrón que dirían otros). No hay en él nada que haga sentir al espectador la más mínima identificación o empatía (salvo que pertenezcas a un grupo neonazi). Alex es la antítesis del héroe cinematográfico, es un líder nato pero es también un tirano y sus gestas son violaciones y asesinatos. Para Alex las mujeres sólo son objetos para su disfrute personal (1,2,1,2) y sólo le interesa ejercer la ultraviolencia y la música de Beethoven (esto último es lo único que no encuentro reprobable). Todo un tipo. Por cierto, de la sufrida interpretación de Malcolm McDowell se ha escrito mucho, yo creo que está genial logrando que el espectador sienta repulsión por su personaje.

Si el protagonista es desconcertante, la fascinante forma de rodar la historia es aún más curiosa. Stanley Kubrick alcanzó el status de genio tras Espartaco y 2001: una odisea del espacio y en su siguiente obra decidió arriesgarse aún más. Eligió esta controvertida novela con un mensaje perturbador y le dió un tratamiento totalmente innovador: hay escenas aceleradas, otras a cámara lenta, lentos travelings, montajes arrebatadores y puestas en escena tan elaboradas que parecen casuales. Las escenas violentas son musicadas con música clásica, un ritmo pausado que contrasta con la violencia de las imágenes mostradas. La manía de Alex de cantar el tema principal de Cantando bajo la lluvia (parece ser que fue una improvisación del actor) cuando realiza sus fechorías le imprime un carácter sádico e irónico que casi te hace odiarlo aún más.


Por otro lado, Alex parece elegir a sus víctimas entre los extremos de la sociedad, o vagabundos o ricos. El ataque a la casa del escritor me parece una gran escena, es muy dura, usa la cámara de forma subjetiva y enseñándonos cómo Alex se ríe de las víctimas. La humillación en grado máximo. Ni la opulencia ni las medidas de seguridad salvarán al matrimonio de la ultraviolencia sin sentido de Alex y su banda. Su falsa caridad será su perdición.

El sentido estético de Kubrick es demoledor, no sé si le gustaba el arte pop de los años sesenta pero en este film hay elementos decorativos realmente sobresalientes: los maniquíes desnudos usados como mesa o grifo dentro del bar Moloko, las esculturas con forma de genitales, etc.


Si el arte moderno parece aceptar el sexo como elemento inspirador más que nunca, Alex lleva más allá su fascinación por el cuerpo, nada se opone a sus pérfidos deseos. Ni su familia ni el Estado han sabido educarlo ni controlarlo. Es más, Alex se nos presenta como una evolución lógica de la juventud: una visión terrible y a la vez acertada si pensamos que el libro se publicó en 1962. Kubrick comparte el pesimismo de Burgess y lo plasma en imágenes de forma desoladora. La película contiene decenas de momentos que se quedan grabados en la retina del espectador aunque ninguno por los motivos habituales.


Pero era inevitable que el Estado acabara interviniendo. Traicionado por sus seguidores, las hazañas de Alex llegan a su fin y el Estado le reeducará. Las revolucionarias (y crueles) técnicas conductistas tendrán en Alex a su candidato ideal. El Estado se nos muestra como un ente casi tan cruel e insensible como Alex, como aquel al que intenta reeducar. Es un monstruo sin conciencia que sólo vela por sus intereses, bajo el prisma de Kubrick el estado no parece interesarse por el bien de los ciudadanos, sino que sólo toma cartas en el asunto cuando ya es demasiado tarde y con medidas desproporcionadas. Al final el Estado (y por ende la sociedad) usa a Alex como espejo de lo que no debe hacerse y luego lo publicita como un éxito de reeducación. El Estado usa a los violentos para propios sus fines propagandísticos. Un monstruo que se retroalimenta a sí mismo.


No, no es un típico film para ver con toda la familia.

p.d.: Burgess escribió la novela tras el brutal ataque que sufrió su esposa en 1944 por cuatro soldados norteamericanos, estaba embarazada y el ataque le provocó la pérdida del bebé.
A Burgess no le gustó la adaptacíon que Kubrick hizo de su novela. Sobretodo el rechazo se debía a que Kubrick se basó en la edición norteamericana de la misma, en la que faltaba el último capítulo. Por lo tanto, la película tiene un final distinto.

8 comentarios:

Insanus dijo...

La tengo en dvd y no me cansó de verla. Es preciosa, como todas las de Kubrick: cuadros en movimiento.

Dr. Quatermass dijo...

Hola, muy buen artículo sobre esta gran pelicula. La verdad es que me muero de ganas de verla en cine en la reposición pero no se si voy a poder. A mi me encanta la estética futurista-sixties, y la BSO de Bethoven sintetizada por un/a pionero/a de los sintentizadores como Walter/Wendy Carlos. (cuando hizo la BSO era Walter pero se cambió de sexo).

Saludos!

Lizard dijo...

hola Luis muy buen aporte de esta joya del cine, entender a Kubrick es muy dificil y vaya que esta tambien como dice Insanus no puedo dejar de verla, al igual que la de The Shining la actuacion de Jack fenomenal, apenas en una barata cosegui la del El Beso del Asesino que trama tan chingon!!! y hablando de Malcom adquiri un bottleg tributo a Pink Floyd donde canta la rola de speak to me-breathe fenomenal asi que aparte de ser un druggo es cantante y bien conjugado!!! Larga Vida a Kubrick!!! Saludos

Kinezoe dijo...

A mí me parece lo peor de Kubrick con diferencia, en esta película nunca llegué a sintonizar. Me dieron tanto la vara con este título que el día que la vi dije: ¿y ya está, para esto tanto ruido?... Por no hablar de las interpretaciones, paradigma de la sobreactuación. Y esa música... En fin, gustos ;-)

Saludos.

RTHB dijo...

Simplemente una obra maestra de uno de los mejores directores de cine de la historia.

El Richi dijo...

Con esta peli comprendi lo de la violencia gratuita. Kubrick fue de los más grandes y con estos mimbres sólo podía hacer una obra maestra. Por cierto...¿Alguien sabe por qué ese título?

Luis Cifer dijo...

Interesante cuestión, creo que hace referencia a la adulteración a la que se somete a las cosas para domesticarlas a nuestro antojo.
El protagonista es un ser cruel pero el estado lo adultera y lo transforma en algo controlable y mecánico. Yo entiendo que el título viene por ahí.

Maria B. dijo...

El título es una casualidad. Burgess quería titular su novela "A Clockwork Orang", es decir, "un hombre mecánico" (orang significa hombre en malayo). Al parecer, tomaron el título por una errata y lo corrigieron, convirtiendo el hombre en una naranja. A Burgess le pareció una afortunada casualidad y un hallazgo, y mantuvo el título.
Saludos, el blog es excelente y las críticas muy certeras.