sábado, 16 de octubre de 2010

Network, Un mundo implacable (1976)



Cuando vi Network hace muchos años, me pareció que era un film demasiado tremendista. Era un esperpento que distaba mucho de ser real, la televisión no podía ser tan monstruosa. Lamentablemente, el tiempo me ha quitado la razón.
Network se basa en la historia real de Christine Chubbuck, una joven reportera que se suicidó en directo en 1974. Justo antes de pegarse un tiro en antena dijo: «De acuerdo a la política del Canal 40 de brindarles lo último en sangre y entrañas a todo color, están a punto de ver otra primicia: un intento de suicidio».


En Network asistimos al auge y caída del presentador de telediario Howard Beale (interpretado por Peter Finch), que monta en cólera en directo y grita estar harto. Anuncia que se va suicidar en directo en las dos semanas siguientes. La audiencia se dispara tras el incidente y la cadena, que inicialmente pensaba despedir al presentador por baja audiencia, decide renovarle y darle un espacio propio para que se explaye: "El Show de Howard Beale".
La frase de Beale: "Estoy más que harto, y no pienso seguir soportándolo" se convertirá en toda una proclama contra el sistema. Millones de espectadores saldrán a las ventanas de sus casas gritando dicha frase.
La cadena sabe que es jugar con fuego, que el presentador no es estable, que sus salidas de tono son incontrolables y su discurso cada vez más radical. Pero la audiencia manda, todo vale.
Maquiavelo se ha convertido en una productora televisiva (un tiburón con la cara de Faye Dunaway) dispuesta a todo por medrar en la empresa.


En busca de algo que se salga de la norma y dé que hablar (de morbo) la cadena se lanza en una espiral que irremediablemente acabará mal. Puede que el presentador se suicide en directo y puede haya disturbios incitados por sus incendiarios mensajes, da igual. La expectante audiencia necesita que este loco les saque de su aburrida monotonía y les sacuda las neuronas. Mientras tanto las arcas de la cadena se llenarán de dinero.

Tampoco importa que su mensaje vaya en contra del sistema, el sistema lo asimilará y convertirá en su propaganda más eficaz. El capitalismo es así. Pero cuando el mensaje deja de ser radical y ya no conmociona al espectador, éste buscará esa conmoción en otro sitio. Como resultado se pierde audiencia y el presentador/profeta deja de ser rentable para convertirse en un estorbo. Aunque quizás pueda ser de utilidad a la cadena una última vez.
La película del maestro Sidney Lumet ganó merecidamente el Oscar al mejor guión y tres de sus actores se llevaron también la dorada e inexpresiva estatuilla a casa: Faye Dunaway, Peter Finch (a título póstumo) y Beatrice Straight.

Puede que Network fuera una advertencia de lo que podría pasar, pero acabó siendo todo un presagio, incluso se ha quedado corta en algunos aspectos. Hoy en día vemos cómo las cadenas explotan a personajes que sacan a la audiencia de su rutina, que les divierten a base de mostrar miserias para olvidar las suyas propias. Personajes que venden su vida privada a cambio de dinero. Hazmerreíres que saben de su condición de patéticos bufones. Al menos Beale era sincero, daba espectáculo debido a que no tenía nada que perder, decía lo que pensaba. Los bufones de ahora sólo comercian con la vida privada de los demás.

Pero hoy cuesta cada vez más impresionar al insensibilizado espectador. Todo ello obliga a las cadenas a exprimir a sus personajes cada vez más en busca de ese momento estelar de realidad televisada: una lágrima, una confesión, un cabreo, una reconciliación, una pelea, ya no son suficientes. Se necesita un momento de sublime patetismo que sobrecoja al espectador. Se necesita que la ex mujer de un torero se entere en directo que su actual marido la engaña o que unos mineros vuelvan a la vida tras 2 meses bajo tierra. El circo mediático. Todo tan real y (paradójicamente) tan prefabricado que sigue atrayendo a millones de idiotizados espectadores cada día.

Network, dentro de su infinita amargura, se quedó corta. La realidad siempre supera a la ficción.


4 comentarios:

Coltra dijo...

No se si has visto la serie "Studio 60", va sobre el mundo de la tele desde dentro y en el primer capitulo le hacen un homenaje a Network.
La serie está bastante bien.
Saludos.

Einer dijo...

A mí también me pareció demasiado tremendista y sigue sin ser una película que me guste demasiado, pero es cierto que el tiempo ha jugado a favor de esta cinta.
Para mí, lo mejor, el subtítulo en español: Un mundo implacable.
Un saludo.

Möbius el Crononauta dijo...

Ciertamente, está de actualidad tanto entonces como hoy, y ciertamente, se quedó corta. Y ciertamente, es una estupenda película.

Saludos

Anónimo dijo...

Joder q solo os quedeis con lo de la tv manda huevos con lo fino que hila en torno a la manipulacion televisiva el control politico de las multinacionales(no se me olvidara lo del universo ibm)dejar claro que todas las necesidaees han sido descubiertas,creo que network tiene mas miga que su principal trama,una miga que se queda corta si visualizamos la realidad mas alla de cocacola y cia...