martes, 22 de marzo de 2011

Following (1998)


Christopher Nolan empezó su carrera con esta curiosa película sobre un tipo que se dedica a seguir a personas anónimas sin ningún motivo. Un aburrido escritor decide salir a la calle para seguir a personas anónimas en busca de ideas para sus libros. La cosa se complicará bastante cuando uno de sus objetivos se da cuenta de que le siguen.

Si Aronofsky dejó claras en Pi las claves de su cine posterior, Nolan hizo lo mismo con su ópera prima. Following sólo tiene 4 actores con frase y está rodada con muy pocos medios y en blanco y negro, pero aún así Nolan logra que el film se vea con el suficiente interés. El guión tiene una compleja estructura narrativa formada por continuos saltos en el tiempo, adelante y atrás. Algo que su autor desarrollaría hasta sus últimas consecuencias en films posteriores, pero que aquí ya nos mantiene clavados a la silla durante los escasos 70 minutos que dura el film.

Nolan logra que sepamos en todo momento en qué punto de la historia estamos gracias a precisos detalles. Un corte de pelo, un traje o una cara apaleada nos indican en qué momento de la historia estamos, detalles que nos obligan a estar atentos para no perdernos. Los amantes de las historias lineales están avisados. Veremos alternativamente al protagonista con distinta apariencia pero no sabemos qué ha provocado el cambio. Le veremos rebuscar en un cajón en busca de algo que aún no nos han mostrado, le vemos robar una caja fuerte sin saber qué busca y le vemos apaleado pero no sabemos por quién ni el porqué. Toda esta información nos la va dando un elaborado guión en el que nada es lo que parece. Los continuos saltos en el tiempo (el film es en sí un flashback) hacen al espectador desear saber qué está provocando los cambios entre uno y otro momento, algo que Nolan perfeccionó en Memento o El truco final.

Al resultado final le restan bastantes enteros el escaso presupuesto (poco más de 6.000 euros), la poca experiencia de los actores y el estilo amateur/independiente heredado de todo lo anterior. Nolan rodó la película con amigos de universidad como actores y rodando los fines de semana de un año entero. Nada que ver con los rodajes con decenas de millones de dólares y estrellas de primer nivel de El caballero oscuro o Inception.

Desde luego, Following no es su mejor obra, pero es el interesante inicio de la carrera de uno de los mejores directores del momento.

6,5

2 comentarios:

Alexandre Vaudeville dijo...

Que gracia que tu primera imagen de la entrada sea un cartel que ponga "From the director of Memento" cuando ese fue su segundo film.
He visto todas las películas de Aronofsky menos esta, hace nada vi a la otra oveja negra: Insomnio y bueno, se podría decir que es la más floja, pero algo me dice que "Following" tiene un aire a lo "Pi" pero más relajado, menos opresivo, que me gustará.

Habrá que verla.
Gracias por tu labor!

Emilio Luna dijo...

Es curiosa cuanto menos sigue la estela de su corto Doodlebug. Un filme experimental que esta impregnado del tema Nolan por excelencia: la obsesión. Me ha gustado tu crítica. Un saludo Luís.