domingo, 30 de octubre de 2011

Margin call




Margin call nos sitúa en las primeras 24 horas de la crisis financiera y económica que nos atenaza. En un banco de inversiones empiezan a despedir empleados pero uno de ellos acaba de hacer un terrible descubrimiento que hará temblar los cimientos de Wall Street y la economía mundial.



 La maldita crisis nos va dejar al menos una cosa positiva: un puñadito de buenas películas sobre el tema. Margin call es un buen thriller económico inspirado en la quiebra de Lehman Brothers, el primer indicio de que algo olía muy mal en la economía mundial. Cuando el barco hace aguas, las ratas son las primeras en darse cuenta y en salir corriendo. Justo en ese momento es en el que nos sitúa este film. Si prefieres pensar que la crisis actual ha sido una cosa inevitable y sin culpables, no veas este film. La avaricia de unos pocos va a llevar a la ruina a millones. De esto habla Margin call.
Margin call no intenta ser un film didáctico para que el espectador entienda qué es lo que ha provocado la crisis. Sólo transcurridos 40 minutos un personaje explica en lenguaje de la calle lo que ha sucedido, cosa que es de agradecer.  Por cierto, en un cínico diálogo se acusa a los consumidores de a pie de ser en buena parte responsables de la crisis, comprando sin parar cosas que no podíamos pagar y con las que nos endeudamos más de la cuenta. ¿Os suena de algo?

 Margin call se disfruta bastante gracias a un preciso guión y las interpretaciones de gente tan solvente como Kevin Spacey, Stanley Tucci o Jeremy Irons. Por cierto, mi odiada Demi Moore está correcta en su papel, hace bien en alejarse en sus típicos personajes de mujer fatal. También Paul Bettany está bien alejado de sus típicos papeles de villano.
De todos los personajes, el film intenta que nos identifiquemos con Sam, interpretado por Kevin Spacey. Es un tipo que lleva 34 años en la firma y le ha sido siempre fiel. Él avisó de los peligros que corría la firma pero nadie le hizo caso. Pero el mundo que Sam conoce está agonizando, como su perro. La vida sigue y el viejo mundo hay que enterrarlo y sacar tajada si es posible. Al final, Sam colaborará en expandir la basura financiera por todo el mundo, en contra de sus principios pero a favor de su beneficio personal. Es tan egoísta como el resto aunque no quiera reconocerlo.
Margin call no es tan irónica como Wall street 2 ni tan demoledora con Inside job, pero es una interesante mirada sobre la crisis y quienes la generaron.

6,5



2 comentarios:

Manderly dijo...

Lo que más me atrae es el reparto porque en los términos financieros creo que no estoy muy al día y posiblemente estaría perdida. Kevis Spacey siempre me gusta mucho y eso es lo que más me atrae de esta película.
Un saludo.

angel dijo...

La caida del imperio romano