lunes, 2 de enero de 2012

Conan el bárbaro


Había leído pestes sobre esta película, así que mis expectativas ante esta revisión del personaje de creado por Robert E. Howard eran más bien nulas. Supongo que gracias a ello este film no me ha defraudado.



Conan el bárbaro es una película de espada y brujería como hemos visto muchas en las últimas décadas, unas con más presupuesto y otras con menos, pero todas estaban cortadas por el mismo patrón. Esta nueva adaptación de Conan no pretende revolucionar el género. Nada nuevo bajo el sol. Tampoco difiere mucho esta película de las interpretadas por Arnold Schwarzenegger en los años ochenta, esas pelis que nos encantaron de críos. Hay brujería, batallas, sacrificios de vírgenes, chicas con poca ropa, fuego y mucha sangre. Lo que todos esperábamos, para bien y para mal. Si las pelis de los ochenta no te gustaron, no creo que te guste esta peli. Tampoco nos vamos a pensar que las pelis de los ochenta de espada y brujería eran obras maestras, vistas hoy han envejecido bastante mal. Concretamente, la segunda, Conan el destructor, era muy mala y digna del justo olvido del que ha sido objeto. Otras muchas imitaciones surgidas tras el éxito del primer Conan tenían cierto encanto (tipo El señor de las bestias) o eran pura bazofia.


No se puede pedir mucho más al personaje ni a sus aventuras. Sobretodo si al frente del proyecto está un director tan poco inspirado (por decirlo suavemente) como Marcus Nispel, experto en remakes sin alma (Viernes 13, La matanza de Texas). La peli empieza bastante mal, el prólogo y la voz iniciales parecen una mala copia de El señor de los anillos y estuve apunto de parar la película e irme a dormir. No lo hice y la cosa mejoró al poco rato. Es cierto que el guión podría haber estado mucho más trabajado y evitar ciertos planos de guerreros levantando espadas al cielo, que quedan bastante patéticos. También se podría haber metido algo más de humor y algo más de mala uva. Pero no ha sido así. ¿Hubiera sido pedir demasiado? Posiblemente. La peli es flojita pero yo me esperaba algo bastante peor, un pastiche de 300, Furia de titanes y El príncipe de Persia en el que todo fuera demasiado obvio y ridículo. Pero la cosa no ha sido tan grave, o a mí no me lo ha parecido. Este Conan es un producto palomitero en toda regla salido de algún despacho de un directivo de Hollywood, innegable. Pero no aburre, si bien tampoco aporta nada de especial interés.


Este Conan de 2011 evidencia que los tiempos han cambiando en estas tres décadas que separan ambas versiones cinematográficas: los decorados de cartón-piedra han dado paso a los decorados generados por ordenador y el sexo es menos salvaje. Tampoco Jason Momoa (Juego de tronos) es Schwarzenegger, su Conan es algo menos bruto y más inteligente. También su forma de luchar es algo distinta, pero la esencia del personaje sigue intacta. 


 Hay que destacar que los villanos están bastante conseguidos, tanto Stephen Lang (que ya hacía de malo en Avatar) como la casi irreconocible Rose McGowan (Death proof, Planet terror) otorgan al film los pérfidos villanos que necesitaba la trama. Son un tanto ridículos y un tanto forzados, pero quizás gracias a ellos la peli se deje ver y no aburra.
Por cierto, Rose McGowan iba a protagonizar el remake del film de los años ochenta Red Sonja, pero el proyecto se canceló y Rose sólo ha podido hacerse con el papel de villana en Conan en vez de ser la prota. Otra vez será. Por cierto, los carteles de este Conan de 2011 y del malogrado remake de Red Sonja son bastante similares (la montaña de calaveras).








Lo dicho, se deja ver en una tarde de vacaciones, tanto veraniegas como navideñas, y se olvida fácilmente. Esperar más sería un error.

3 comentarios:

Peter Allman dijo...

Tienes mucha razón, es una película que la veras sin bostezar pero tampoco vas a descubrir un mundo nuevo. Para mi me gusto más las de los ochenta, sobretodo por la banda sonora, que aromatizaba la película de una forma mágica.

Anónimo dijo...

a mi me moló mucho, pase un rato muy bueno y divertido, es cierto no es muy distinta de las de chuache.

Félix S. Trabanco dijo...

Realmente mala, en mi opinión.