martes, 3 de abril de 2012

Suicidios comerciales 3 . - David Lynch: Crazy Clown Time


¿Quien querría escuchar las canciones de un maduro director de cine con fama de loco y voz de bruja? Desde luego, este disco nunca llegará a ser un éxito. Si a David Lynch no le importa, a nosotros tampoco y aplaudimos su osadía.

La inagotable mente de David Lynch sigue funcionando a toda máquina. Ya sea realizando anuncios, trailersvídeos musicales para amigos, filmando conciertos o pintando, este tipo no descansa ni un segundo a sus 66 años. En 2011publicó su primer disco, Crazy clown time, un disco lleno de blues oscuro y obsesivo que no desentonaría en cualquiera de sus fascinantes películas. Incluso se atreve a ponerles voz a sus composiciones, no es que tipo cante bien (ni mucho menos) pero recita con cierta gracia y su voz contribuye a sacar de quicio al oyente.

 

Lynch ya había colaborado con su compositor habitual Angelo Badalamenti escribiendo las letras de los temas que cantaba Julee Cruise en la banda sonora de la serie Twin Peaks. Finalmente acabaron editando todo un álbum bastante interesante, cercano a las atmósferas de grupos de los 80 como Cocteau twins o This mortal coil. Tanto la banda sonora de Twin Peaks como el disco de Julee Cruise fueron un éxito de ventas allá por 1990, pero Lynch no había editado nada más desde entonces. Sí ha colaborado realizando vídeos musicales para Moby o Rammstein. Ahora se atreve no sólo con la letra sino también con la música.

Sinceramente, no creo que Lynch esperara ganar ningún premio con este proyecto, ni siquiera un simple dólar. Pero Lynch es muy aficionado a la música (elemento fundamental en toda su creación) y amigos como Moby o David Bowie le animaron a que publicara estos temas. Son canciones sólo aptas para los fans del perturbado universo de este director. A mí el disco me parece una manera más de expresarse de este particular creador. Las letras son aparentemente inocentes pero ya sabemos que nada es lo que parece si Lynch está involucrado. La música adolece de un excesivo toque cinematográfico (se nota la influencia de Badalamenti en los arreglos y los acordes). El disco sirve muy bien de acompañamiento a imágenes, pero solas pueden llegar a aburrir. Como en su cine, Lynch se preocupa más de crear atmósferas y sensaciones que de narrar una historiaTampoco la desagradable voz de Lynch ayuda demasiado.

 

 Para la elección de los vídeos que acompañaran a cada single Lynch lanzó un concurso en internet para que jóvenes directores mandaran sus propuestas. Para el tema Crazy clown time ha realizado él mismo un onírico vídeo que podría perfectamente formar parte de cualquiera de sus desquiciadas películas. Lynch nos devuelve a esos cuadros costumbristas modernos (que son las más terribles) con elementos tan habituales en su Norteamérica natal como un jardín, una barbacoa o el jugador de fútbol americano. Una vez más Lynch convierte lo cotidiano en pesadilla, sacando a flote la basura y el hastío que subyacen en la (aparentemente tranquila) superficie.



La verdad es que aguanto mejor las canciones si van acompañadas de las surrealistas imágenes del director. ¿El disco? Sólo recomendable para los muy fans del director de Mulholland drive y en pequeñas dosis.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Terrible.

Anónimo dijo...

Coincido en que es todo un suicidio comercial, pero Lynch tiene prestigio, fama y dinero como para hacer lo que quiera. A mí el disco me parece interesante, lo normal viniendo de quien viene, aunque el tema techno me ha dejado descolocado. Discos mucho peores suenan diariamente en las radiofórmulas.

ÁNGEL dijo...

Pues para mí el disco tiene su punto, aunque sea oscuro. Va en la línea de la música que él mismo compone para sus pelis, y quizá tengas razón en que acompañado de imágenes, de sus imágenes, las de sus films, esta música cobre su razón de ser.

Luis Cifer dijo...

yo aplaudo la valentía de este tipo, la verdad. Sus canciones no pasarán a la historia pero tienen algo perturbador y fascinante que te atrapa con las sucesivas escuchas. Mucho peor es lo que suena diariamente en cadena dial (¿aún existe eso?).