martes, 26 de junio de 2012

Lemmy







No soy fan de Motorhead, no es un grupo que me haya atraído nunca. Sé que su influencia ha sido decisiva para muchos grupos posteriores que sí me gustan, pero nunca les he prestado atención. Me pasa como los Ramones, que a la quinta canción me aburro. Puede que sean grupos innovadores en su época, pero su inmovilismo dentro de un estilo me parece que les limita mucho. Lo cual no quiere decir que no sienta respeto por esa bestia parda del rock llamada Lemmy.


Lenny es un documental/homenaje sobre la figura de Lemmy Kilmister, líder y alma de Motorhead. No considero que Lemmy sea un genio como músico pero es innegable que es todo un personaje y uno de los rockeros más auténticos del panorama internacional. Me ocurre como con Maradona, me atrae más por su forma de vivir que sus dotes futbolísticas. Qué queréis que os diga, puestos a elegir viejos rockeros de vida desordenada me quedo con Iggy Pop.

 Aunque el personaje no sea santo de mi devoción, Lenny es un documental ameno y casi de obligada visión para todos los aficionados al rock. El repaso a la carrera de Lemmy desde sus inicios en Hawkwind (grupo que me interesa mucho más que Motorhead, dicho sea de paso) hasta la actualidad es un perfecto resumen del rock duro de las últimas 5 décadas. Lemmy es un pedazo viviente de historia.

Me gustó reconocimiento a sus influencias (Beatles, Chuck Berry, Elvis, Eddie Cochran, etc) así como el sentido homenaje de muchos de sus seguidores (Metallica, Foo fighters, Henry Rollins, Billy Bob Thornton, etc).Por supuesto no se obvian aspectos fundamentales de la leyenda que rodea a Lemmy: sus anécdotas, sus excesos con las drogas y sus aficiones por las armas y la memorabilia nazi. Pero también hay hueco para los sentimientos y la emoción cuando habla de su hijo. Los abuelos del rock también son humanos. Y tanto, ver a Lemmy jugando a videojuegos en su destartalada casa nos hace pensar que las estrellas del rock son tan mundanas como nosotros (o más). Por un momento me vino a la mente al personaje de Sean Penn en This must be the place, Lemmy parece atrapado en su propia leyenda forjada durante décadas de excesos. Pero Lemmy no reniega de su pasado ni está dispuesto a cambiar un ápice su forma de vivir. Genio y figura hasta la sepultura.
Lemmy: sombrero, patillas, cigarrillos y alcohol. Larga vida al rock.


Para terminar una frase que define bastante bien al personaje: "Con todas las drogas que he tomado, ya es muy tarde para buscar a Dios". Pues eso. Imprescindible para los amantes del rock, abstenerse los seguidores de Sergio Dalma.