domingo, 17 de marzo de 2013

Hablando claro sobre los Oscars


A mí no me pagan por escribir bien o mal de ninguna película ni tengo interés comercial ninguno, así pues, escribo lo que me da la gana y no le debo pleitesía a nadie. La ruina económica me da una libertad que muy rara vez se da en los medios escritos y mucho menos en los televisivos. Así pues, me dispongo a dar mi más sincera opinión sobre los premios Oscar.


Este año, seamos claros de una vez, no había grandes películas, casi se podría decir que casi no ha habido ni siquiera buenas películas. Ha habido películas correctas y poco más. Nada de obras maestras ni películas que pasarán a la historia dentro del cine norteamericano. Casi se diría que ha sido un año para olvidar, este año no habría que haber hecho ceremonia de los Oscars, no había el nivel suficiente. Pero la máquina de hacer dinero no se para nunca, ni siquiera cuando no tiene sentido premiar tanta mediocridad. El hecho de que Argo se haya llevado el Oscar a mejor película ya nos dice mucho de cómo está el panorama. Argo no es un mal film, que conste que me gustó en su día, pero no merece pasar a la historia como la mejor película del pasado año. Esta siendo habitual en los últimos años que películas correctitas se han alzado con la preciada estatuilla a mejor película, ¿Alguien se acuerda de Shakespeare in love o Crash? Probablemente nadie se acuerde de Argo dentro de 10 años.  Pero ya sabemos que hay muchos intereses en juego. Hubo un tiempo en el que ganar un Oscar era realmente meritorio, había mucha competencia. Me refiero, por ejemplo, a las décadas de los 40  y los 50. Las ganadoras a mejor película de esos años son verdaderas joyas que ochenta años después siguen estando vigentes. Comparar esos clásicos con las películas actuales es desolador. Tampoco las décadas de los 60 ó 70 se quedaron cortas, era otra cosa, más experimental y social, pero de innegable calidad. Pero la calidad del cine ha caído en picado en las últimas dos décadas. Mucho efecto especial, mucho consumo rápido y aún más rápido olvido. Pero los Oscars siguen dando premios. Ya sabemos que en el reino de los ciegos, el tuerto es el rey.
Con el cine actual por los suelos, los Oscars no hacen más que constatar el paupérrimo nivel del cine norteamericano a base de premiar a chicas guapas e incongruencias varias:

¿Tiene sentido que Ben Affleck no estuviera nominado a mejor director y sí lo estuviera Argo como mejor película? Pues no, no tiene ningún sentido. Sólo se puede explicar por una manía a Ben Affleck, el tipo es un ladrillo como actor y parece que genera muchas envidias, pero como director sabe elegir muy bien sus proyectos y sabe llevarlos a buen puerto, sin ser tampoco un genio. Desde luego, Ang Lee le da mil vueltas. Pero que ni siquiera estuviera nominado es bastante chocante. Es como premiar a la mejor tarta y no al cocinero que la ha hecho.

¿Por qué había tantas películas nominadas a mejor película? Uno de esos extraños cambalaches que hacen los de Hollywood para compensar y que todas las productoras se vayan contentas a casa, que es de lo que se trata en definitiva. A repartir toca, sobre todo en un año tan flojo como este 2012. La recaudación de un film sube mucho si es candidata al Oscar a mejor película, mejor nominar a 8 que sólo a 3. Este año había verdaderas atrocidades a mejor película como Bestias del sur salvajes (aburridilla) y The master (aburrida). Yo prefería Los miserables aunque sólo fuera por sus primeros 25 minutos y Anne Hathaway.

 Aunque mi favorita, sin duda, era La vida de Pi. Nunca tuvo la más mínima opción, seamos serios, ya sé que es fácil hablar cuando el toro ya ha pasado, pero: ¿Cómo le iban a dar el Oscar a mejor película a una película dirigida por un chino que adapta el libro de un canadiense que va sobre la historia de un hindú? Vamos, hombre. Además, un film que versa sobre la gran mentira de todas las religiones no es del agrado del lobby judío que controla Hollywood desde hace décadas. Le damos el de director y poco más. El premio gordo se lo damos a un film que habla sobre nosotros mismos y la gran mentira que es el cine, así, rizando el rizo. Le damos el Oscar a mejor película a Argo que habla sobre una película que nunca existió. Así de chulos somos.

¿Cómo puede ser que Amour sea candidata a mejor película extranjera y también a la mejor película? Se es extranjero o se es nacional, pero no las dos cosas. ¿Ocurre que Amour es tan buena que merece ser yanqui? ¿Existe la doble nacionalidad entre las películas? No hay quien entienda a estos de Hollywood. Estaba claro que sólo le iban a dar el premio a mejor película extranjera, una categoría siempre considerada menor, y no tenía opciones a mejor película. Pero el film del siempre polémico Haneke es de ese tipo de películas que tanto gustan a la academia y que tratan el tema de una enfermedad terminal desde un punto de vista políticamente incorrecto. Como Mar adentro o Million dollar Baby (ambas con Oscar, qué casualidad), Amour aboga por la eutanasia, por acabar con el sufrimiento de un ser querido. Es una opción que levanta ampollas en la puritana América pero que Hollywood por algún motivo siempre premia. Quizás algún poderoso lobby tenga intereses en ello.

¿Cómo puede ser que canciones míticas de la saga de James Bond nunca ganarán un Oscar? Inexplicable. Ni Goldfinger, ni Live and let die, ni We have all the time in the world, ni Diamonds are forever, nada de nada. La saga de 007 siempre ha sido ninguneada por los Oscars, probablemente se deba a que es una franquicia británica. Ahora tocaba hacer un homenaje para celebrar el 50 aniversario de 007 y tenían que darle un Oscar para reparar la injusticia cometida durante 5 décadas. Cantó 
en la ceremonia Shirley Bassey, con 75 años sobre sus cuerdas vocales dejó claro, a pesar de los años y los nervios, que la diva aún tiene cuerda para rato. Adele se llevó el Oscar a mejor canción por Skyfall, una canción flojita que no está a la altura de las del gran maestro John Barry y que intenta imitar su estilo y su sonido sin lograrlo, pero este año tocaba. También le regalaron el premio a mejor fotografía (aunque fuera compartido).

¿Siempre dan el premio a la actriz más guapa? No, no siempre, a veces se lo dan a Meryl Streep. Siempre queda mejor y viste más que una chica joven y guapa reciba un galardón. Dárselo a una señora de 80 años no queda glamuroso. También gusta mucho dar el premio a una guapa que hace de fea. Sino de qué iban a tener una estatuilla modelos metidas a actrices como Nicole Kidman, Julia Roberts, Halle Berry, Charlize Theron o Angelina Jolie. Había que convertirlas en estrellas y no hay plataforma de lanzamiento mejor que un Oscar. Casualmente, todas se olvidaron de actuar tras recibir el premio. Otro caso paradigmático de actor que se olvida de actuar cuando recibe un Oscar es el de Nicolas Cage, pero este señor da para varias entradas. Yo me alegro que este año ganara Anne Hathaway, que además de guapa sabe actuar.

¿Dan el premio al mejor actor según el personaje histórico? Daniel Day Lewis ya tiene tres Oscars en su haber, el tipo se los merece pero otros muchos también. A veces uno tiene la sensación que premian al personaje y no al actor, Abraham Lincoln se merecía un Oscar. Y punto. El día que hagan un biopic sobre Martin Luther King o Lance Armstrong seguro que también se lo llevan los actores que los interpreten. Es que a los yanquis les encanta el tema de regodearse en su historia y sus héroes (aunque tengan los pies de barro).
El mejor documental lo ganó Searching for the Sugar man, estoy de acuerdo, me gustó y me parece muy interesante la historia de Sixto Rodríguez, un tipo que le da un nuevo significado al término artista maldito.

Floja cosecha la de 2012, un año casi para olvidar.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Bastante de acuerdo contigo, este año ha habido un puñado de buenas películas (''Argo'', ''La Vida de Pi'', ''Moonrise Kingdom'', ''El Atlas de las Nubes'' - ya sé que esta última no te gustó, pero a mi me ha parecido bastante interesante), pero no hubo ninguna MUY BUENA, ni mucho menos una OBRA MAESTRA.
Sobre los Oscar, que quieres que te diga, son para incrementar las ganancias de Hollywood. Siempre vas a encontrar algo interesante en ellos, pero de ahí a ser unos premios a seguir...
Por cierto, tiene pinta de que este año las cosas van a seguir por el mismo camino. De momento, lo único que he visto que resultase bastante interesante ha sido el documental ''Sound City''. A ver que nos entregan J. J. Abrams, Scorsese, los Coen y Winding Refn.
Saludos!!

loquemeahorro dijo...

Los Oscars son lo que son: Un desfile de gente guapa con vestidos de lujo, un momento para darle un premio honorífico a alguna vieja gloria, y una excusa como otra cualquiera para reestrenar películas de hace unos meses, y que alguna película extranjera se estrene en todo el mundo.

Pero de ahí, no les saques.

Buenísimo lo de "no siempre gana la actriz más guapa, a veces se lo dan a M. Streep"