domingo, 17 de agosto de 2014

Lost in La Mancha


Dentro del subgénero de documentales sobre películas que nunca llegaron a realizarse, tras el Dune de Jodorowski creo que debemos colocar el proyecto maldito de Terry Gilliam de rodar El hombre que mató a Don Quijote.

 Terry Gilliam es uno de esos directores que tiene un estilo narrativo y visual propio fácilmente identificable. Igualmente, el que fuera el único miembro norteamericano de los Monty Phyton es famoso por la dificultad de llevar a cabo sus proyectos. Sus rodajes suelen ser caóticos, casi tanto como la mente de Gilliam, por lo que ningún productor hollywoodiense quiere trabajar con Gilliam. Así pues, Gilliam necesita mucho dinero para llevar a cabo sus ambiciosos proyectos pero no está dispuesto a aceptar las condiciones de los productores norteamericanos y debe buscar financiación en Europa. Todo ello que le obliga a hacer auténticos encajes de bolillos para ajustar el reducido presupuesto disponible a sus imaginativas y costosas propuestas. Con los años Gilliam se ha ganado merecidamente una fama de director loco difícilmente controlable. Supongo que el cine sería mucho mejor si hubiera más visionarios como Gilliam.

 La maldición de Gilliam es no dejarse controlar por los grandes estudios. Ya claudicó en 12 Monos al permitir que los estudios incluyeran en el reparto a las estrellas Brad Pitt y Bruce Willis en los papeles principales (y eso que ambos actores están francamente bien). Gilliam es un soñador, como el mismo Don Quijote, y cree firmemente en la libertad del autor sobre su obra (algo que le emparente peligrosamente con Jodorowski). Otra de sus características es reponerse de cada uno de sus fracasos. En El imaginario del doctor Parnassus tuvo que echarle mucha imaginación para solventar el problema de la muerte de Heath Ledger a mitad de rodaje (acabó siendo sustituido no por otro actor sino por tres actores distintos).

 Uno de los casos más sangrantes de proyecto fallido fue El hombre que mató a Don Quijote. Tras conseguir la financiación, no sin problemas, en el año 2000 Gilliam empezó el rodaje en España de la historia que le venía obsesionando desde hacia una década. En su historia, un hombre de la época actual (Johnny Depp) viajaba (no sé cómo) al mundo de Don Quijote (el actor francés Jean Rocheford) donde éste lo tomaba como escudero en lugar de Sancho Panza. Una vez más, Tery Gilliam aporta su particular visión al mito del caballero andante más universal. 

 En el documental vemos imágenes de la preproducción, testimonios de los implicados e imágenes de los pocos días que duró el rodaje. Un rodaje que tuvo lugar en las Bardenas reales o el Monasterio de Piedra, los estudios alquilados para los interiores nunca llegaron a usarse. Este film es todo un catálogo de cómo todo lo incontrolable se pone en contra del proyecto. Desde las inclemencias del tiempo pasado por inoportunas enfermedades. Ya lo decía Murphy: cuando algo puede salir mal, saldrá mal.


 El documental se ve con interés y sirve para hacerte una idea de lo que cuesta realmente poner en pie una película y el montante de personas implicadas en un proyecto así. Las imágenes de la preproducción y el rodaje supongo que se rodaron de cara a ser incluidas en el DVD (esos extras que casi nadie se veía) pero al no llegar el proyecto a buen puerto estas imágenes cobran un sentido casi trágico. La verdad es que es interesante ver a Johnny Depp y Jean Rocheford (que estuvo 7 meses aprendiendo inglés) en sus respectivos papeles. Por cierto, Vanessa Paradis (Dulcinea del Toboso) ni siquiera se dignó a aparecer por el rodaje.
 Por momentos parece que el rodaje estuviera maldito como si pesara una maldición sobre cualquiera que quisiera adaptar al Quijote de Cervantes. Incluso Orson Welles estuvo durante años intentado acabar un film sobre el personaje que nunca llegó a concluir.

 Resumeindo, Lost in La Mancha es un documental recomendable para los seguidores del cine de Terry Gilliam y para quienes quieran conocer el ingente trabajo que hay detrás de cualquier película.

 P.D.: La buena noticia es que Gilliam (todo un Quijote moderno) nunca se rindió del todo y parece que ahora ha vuelto a retomar el proyecto con Ewan McGregor y Robert Duvall. ¿veremos finalmente algún día El hombre que mató a Don Quijote?

1 comentario:

El Bueno de Cuttlas dijo...

Desde luego la película de Don Quijote parece que está maldita para Gilliam. Yo leí hace un tiempo que había vuelto a intentar levantar el proyecto pero que al final se quedó todo parado. Sería muy interesante ver cómo enfoca la historia este hombre, conociendo cómo se las gasta.

Un saludo