martes, 4 de marzo de 2014

El mayordomo (The Butler)


 Tras el triunfo de 12 Años de esclavitud en los Oscars, creo oportuno hablar sobre otra película reciente que también trató el tema del racismo pero con unos resultados totalmente distintos.

 Hay películas que parecen haber sido concebidas para llevarse un buen puñado de Oscars. Nada mejor para ello que narrar una historia real,  mejor aún si toca el tema del racismo. Si la trama está enmarcada en la Casa Blanca y los distintos presidentes de los últimos 50 años obtenemos el elemento patriótico que tanto gusta a los yanquis.  la cosa no acaba aquí, si sumamos a la ecuación un plantel de actores apabullante y poquito de moralina, obtenemos un film con muchas posibilidades de ser tenido en cuenta al menos en las nominaciones. Sin embargo, El mayordomo ha sido fracaso monumental.

El mayordomo es un quiero y no puedo. Un intento de película río que atrape y emocione al espectador que se queda a medio camino entre el tedio y la indiferencia. La historia no es mala y podría haber dado lugar a una buena película que realmente hubiera triunfado en los Oscar y en la taquilla. Sin embargo, ni los presidentes están bien retratados ni se narran datos relevantes o chocantes de las distintas administraciones. Los secundarios están poco y mal desarrollados e incluso la relación entre el protagonista y su familia deja bastante que desear.
 Más parece una película cuya única intención era la de contentar al lobby negro de Hollywwod, encabezado por la todopoderosa Oprah Winfrey (quien se reserva un importante papel en la película) Quien sabe, quizás el film no fuera más que un vehículo para que la presentadora consiga un prestigio que se le escapa como actriz .

 Lee Daniels (Precious) dirige esta historia sin demasiada convicción ni nada novedoso que aportar. Ni los presidentes están bien retratados, ni la relación del servicio con ellos, ni el traspaso de poderes, ni hechos fundamentales más allá de la lucha por los derechos civiles. Apenas se mencionan temas como la guerra fría o Vietnam. Parece un film destinado exclusivamente al público de color. Un Cuéntame como pasó destinado al público negro.

Sinceramente, otras muchas películas han tratado el tema de la esclavitud, el racismo o los derechos civiles de manera mucho más amena y atractiva. Al mayordomo le falta empatía con el espectador y ritmo. Incluso intenta descaradamente (y en vano) que soltemos una lagrimita hacia el final. El tono patriótico tampoco me resultó acertado.

 En cuanto a los actores, ni fu ni fa. No me convenció Forest Whitaker, lo vi frío y distante durante todo el film, quizás no fuera culpa suya. Oprah Winfrey sí creo que hace un esfuerzo por que se reconozca su facea como actriz y parece que quiere un Oscar a toda costa, Mo'nique se llevó la dorada estatuilla hace unos años por el anterior film de Daniels pero esta vez la jugada no les ha salido tan bien. Daniels repite con sus amigos las estrellas musicales Mariah Carey (casi irreconocible una vez más) y Lenny Kravitz dándoles unos pequeños personajes que se podrían haber desarrollado ampliamente pero se quedan en nada. Sus personajes aportan muy poco y los podrían haber interpretado cualquier actor de color, no entiendo cómo a la madre del protagonista se le da tan poco metraje. Quizás la Carey también buscaba el Oscar como actriz secundaria,  ya sabemos lo que les gusta premiar a actrices guapas haciendo de feas. Lamentablemente para la diva, su papel se quedó en nada en la sala de montaje. Quizás han intentado abarcar demasiado y en el montaje el film ha sufrido un duro recorte que lo ha dejado sin alma.

 Mención aparte merecen las apariciones de algunos presidentes. Parecen meras caricaturas. Obviamente, Kennedy (James Mardsen) se lleva la mejor parte y Nixon (John Cusack) aparece como un mezquino. Nada nuevo bajo el sol. Se nota que el film tiene una clara orientación política, siendo los presidentes republicanos mostrados como diablos y los demócratas como unos santos. Demagogia y maniqueísmo en estado puro. Todos sabemos a estas alturas que no hay tanta diferencia entre los dos partidos. Por cierto, me hizo gracia ver a John Cusack caracterizado como Nixon con una ridícula nariz de goma. Tampoco me resultaron creíbles Alan Rickman y a Jane Fonda como como Ronald Reagan y su esposa Nancy, simplemente de traca. Lo de Robin Williams como Eisenhower queda bastante más creíble sin llegar a ser verosímil.

 La lucha por los derechos civiles de los negros se merecía una película mejor.

4,5

1 comentario:

Hemos Visto dijo...

Desde su estreno, me ha quedado la espinita clavada... sé que no es una joya, pero continuo con las ganas de verla.

Hemos Visto
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