lunes, 23 de noviembre de 2009

2012



Me comentan que soy muy previsible. Que es muy fácil saber qué voy a decir de cada película. No hay cosa que me fastidie más que ser previsible, la verdad. Por eso decidí enfrentarme a 2012 sin ningún tipo de prejuicio sobre su director y su cine. Error.


Intenté ver 2012 como si de un adolescente ávido de cine de aventuras se tratara. Pero ni aún así logré disfrutar de la peli. Nunca esperé de esta peli nada de originalidad ni imaginación ni habilidad narrativa ninguna, sólo me conformaba con que fuera una peli mínimamente digna y entretenida. Segundo error. Tengo que reconocer que me aburrí en algún momento y me dio la sensación de que me estaban tomando por tonto a los cinco minutos.

Uf, es que no hay que olvidar que Roland Emmerich es el responsable de Independence Day, Godzilla, El patriota, El día de mañana, 10.000, Soldado universal o Stargate. Uuff, mal cuerpo se me ha puesto sólo de recordarlas. Emmerich, seamos sinceros, nunca debió salir de su Alemania natal, debería estar rodando películas X amateur o haberse dedicado a fabricar salchichas picantes con su amigo Michael Bay. Pero parece ser que sus películas recaudan bastante dinero, así que los lumbreras de Hollywood le siguen dejando repetir una y otra vez su patético discurso. Ése es el principal problema de Hollywood, está en manos de directivos
que sólo saben de cifras e inversiones pero saben muy poco de contar historias.
Igual es que yo estoy muy mayor, pero 2012 no me pareció ni mejor ni peor que las películas (o bodrios) de su director antes citadas. Es igual de mala. No aporta nada que no hubiéramos visto antes. Las constantes del cine (por llamarlo de alguna manera) de Emmerich siguen estando presentes: catástrofes ridículas, monumentos desmoronándose, total desprecio por otras culturas que no sean la norteamericana, patriotismo trasnochado, elogio a la familia tradicional, un heroico presidente americano, casualidades que no hay quien se las crea y grandilocuentes efectos especiales.
Por la pantalla corren de un lado a otro siempre a punto de perecer actores de la talla de John Cusack, Amanda Peet, Thandie Newton, Oliver Platt, Danny Glover y Woody Harrelson, quienes creo que intentan dar credibilidad a sus personajes pero a Emmerich no le importan los personajes ni sus conflictos internos. Sólo le interesan los efectos especiales y destruir monumentos. Ni siquiera se ha preocupado de meter una chica sexy para hacer más llevadero el film.

Realmente 2012 parece por momentos estar hecha con trozos de las pelis de catástrofes de hace años. Tiene terremotos, inundaciones, aterrizajes forzosos e incluso barcos a punto de hundirse. Intenta ser la película definitiva de catástrofes y se queda definitivamente en un catastrófico intento de ser una película.
Han intentado condensar en un único film todo el cine de aventuras. Mucha ambición pero tras las anodinas escenas de destrucción y los efectos especiales se esconde un terrible vacío de ideas. La repetición de clichés y estereotipos pueden llegar a exasperar a cualquier espectador mayor de 13 años. Todo es tan premeditadamente espectacular y estúpido que te acabas saturando a mitad de película. Hay tantas casualidades que no te las crees por mucho cine de aventuras que quieras tragarte. Añádele que los personajes no se nos antojan creíbles ni interesantes en ningún momento y tendrás un espectáculo vacío de fácil digestión y ningún provecho.

Al final va a resultar que Emmerich y yo somos muy previsibles. Él, al menos, está forrado.

3,5


4 comentarios:

José Luis López Recio dijo...

Comparto tu opinión sobre la película, si soy sincero, nihe ido a verla.
Tambien he de decirte que tienes un regalo en mi blog.
Un abrazo.

Dr. Quatermass dijo...

Seguro que es un bodrio, pero mira tambien es un bodrio "Independence Day" y no me canso de verla con la compañia y las copas adecuadas, si es que el que no se conforma....

Tomás Serrano dijo...

Ya te dejaré un mensaje cuando la vea en la tele gratis...

Insanus dijo...

Ni caso, tío. Ahora a tener sentido común se le llama previsibilidad, ¿no?

Cuando se habla de cine de autor y se menciona a Michael Bay con reverencia, por ej... en fin, eso sí que es pose pretenciosa y pataleta-topicazo.

Yo también tengo mis pelis bodrio que me funcionan en cualquier día del año, como menciona Doc, pero de Emmerich sólo algunas partes de Independence Day.