Ya está aquí la nueva película de Tim Burton, colaborando otra vez con su amigo Johnny Depp y su novia de turno Helena Bonham-Carter. La cosa prometía desde hace tiempo. La adaptación al cine del musical de Stephem Sodheim sobre un barbero asesino en busca de venganza se ajustaba perfectamente a los cánones del cine Burton: época victoriana, niebla, venganza, callejones oscuros, personajes extraños y su típica estética.
Pero, aviso antes de que nadie se lleve una desilusión, esta película es un musical. Es decir, se pegan cantando casi todo el metraje y puede llegar a cansar si no eres fan de este género. Otras películas de Burton se podrían considerar musicales (Pesadilla antes de Navidad, La novia cadáver), pero esta vez es la primera con actores de carne y hueso durante 2 horas.
Los fans de Burton disfrutarán con la película. Está rodada con maestría y saber hacer a la vez que Burton le imprime su inconfundible estilo visual. Sólo que esta vez la trama es mucho más truculenta que lo que viene siendo habitual. La sangre aparece en pantalla desde los títulos de crédito (aunque se note que está hecha por ordenador) y abundan las escenas desagradables. Esta vez Burton no hace una fábula ni un cuento para niños raros, esta película es una tragedia musical sobre psicópatas. Tragedia en el más puro estilo de la tragedia clásica griega: ofensas, venganzas, oráculos, lazos familiares desconocidos, amores prohibidos y consecuencias imprevistas.
La combinación música-sangre queda curiosa, en más de una escena los personajes están cantando una canción preciosa justo antes de cometer un asesinato horrible. Desconcierta un poco. Quizás algo de ironía o más humor negro no hubieran venido mal para rebajar el tono del film. En Sleppy Hollow o La novia cadáver funcionaron mejor. Quizás Burton no ha sabido hacer el film más entretenido, no lo sé, pero en algunos momentos la cosa hace aguas. Su película se alarga demasiado y acaba naufragando en un mar ensangrentado. Una lástima que demasiadas canciones acaben arruinando la función.
Los actores están muy bien incluso debajo del maquillaje y las pelucas: Johnny Depp lo borda, Helena Bonham-Carter y Alan Rickman no se quedan atrás. Sorprendentemente todos cantan de forma más que aceptable. Recomiendo, como siempre, la versión original.
A mí me ha gustado, la sangre en pantalla no es problema para mí, pero le sobran unas cuantas canciones.
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1 comentario:
Muy interesante lo que comentas, en lo personal la disfruté mucho obvio por la participación de Jhonny Deep, además el guión estuvo a cargo de John Logan que sin duda es un genio sobre todo cuando del género de suspenso y terror hablamos.
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