jueves, 5 de marzo de 2009

Camino








Pues tras toda la polémica y todo lo que se ha escrito y dicho sobre este film, pienso que es la justa ganadora de los Goya de este año.






Primeramente, es un film valiente, algo que siempre hay que valorar ( sobretodo dentro de nuestras fronteras). Valiente por que trata un tema muy duro como es una enfermedad y más cuando la enfermedad se ceba en una persona tan joven. No es un tema que atraiga mucho a la gente hacia las salas de cine. El cine suele servir mejor como distracción que como denuncia, siempre es más llevadero salir del cine tras ver una peli de aventuras que un dramón lacrimógeno. Pero el cine debe y puede servir también para mostrarnos realidades que existen y que no veríamos de otra manera. Siempre hay gente que prefiere vivir en la ignorancia y así ser más feliz.Inspirándose en hechos reales (no basándose en una historia real concreta), Javier Fesser realiza una brutal reflexión sobre la vida, el dolor y la muerte. La niña de su film usa su imaginación para escapar de su enfermedad y vivir una idílica e imposible historia de amor con otro niño. Se evade del sufrimiento y las restricciones de los mayores. Lamentablemente, la realidad acaba siempre por imponerse.




Creo que Fesser no sólo ha sido muy valiente con esta película, además ha sido especialmente duro. Su película no ahorra malos momentos al espectador, hay operaciones y planos bastante desagradables. Si además le añadimos los duros giros que va tomando la trama, la película se convierte en una experiencia especialmente dura. Yo tengo que reconocer que lloré en varios momentos y otras veces sentí mucha rabia por la crueldad de los hechos plasmados en el film. Fresser ha logrado con creces su objetivo de remover la conciencia al espectador.




Eso sí, Fresser demuestra tener una sensibilidad prodigiosa y nos brinda escenas memorables y algunos de los momentos más emotivos del cine español. La caja de los secretos, el ramo de flores, el ratón, la obra de teatro, todo el personaje del padre de la niña… magistrales.




Me pareció un acierto el hecho de representar dos veces la misma escena al principio y al final de film. La primera vez tiene un significado, pero la segunda vez entendemos por qué la niña dice lo que dice. Inicialmente los mayores (y los espectadores) no entienden los verdaderos motivos de la niña y los malinterpretan. La magia del cine en estado puro.




Respecto a la polémica con cierta orden religiosa, no pienso meterme en camisas de once varas. No es mi cometido. Yo sólo hablo de cine, buen cine en este caso.




El único problema que yo le veo a la peli es cuando se escapa de la dura realidad y se adentra en las ensoñaciones (o imaginaciones) de la niña. Son unas escenas visualmente muy logradas pero no creo que aporten mucho e incluso algunas me llegaron a sobrar. Tiene momentos surrealistas muy logrados como el de la playa pero otros simplemente sobran. Entiendo que la niña Camino se escape de su enfermedad y del opresivo mundo de los mayores imaginando aventuras pero la cosa no acaba de cuajar. Funcionó mucho mejor en El laberinto del Fauno.




La peli se alarga hasta las 2 horas veinte minutos y se me hizo algo excesiva. Es demasiado traumática y demasiado extensa, convirtiéndose en una experiencia por momentos agónica. Agotadora. Supongo que ese era el objetivo de Fresser, meternos en la interminable agonía de la niña y su familia.




Los actores están todos soberbios, muy verosímiles y creíbles. La verdad es que tanto Carmen Elías, Mariano Venancio, Jordi Dauder, Nerea Camacho y Manuela Vellés (de sorprendete parecido físico con Nerea camacho, su hermana en el film) están inmejorables. Bravo por todos ellos.




¿La mejor película española del año? Sin duda. Ya quisieran muchos directores consagrados emocionarnos la quinta parte que Fesser con este film.




Dura, pero necesaria.
7

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