El principal problema del cine francés suele ser que es bastante aburrido aunque hay excepciones, por supuesto. En el caso que nos ocupa el film intenta mantener nuestro interés sobre una historia que no es ninguna maravilla. A mí la historia de Coco Chanel me pareció bastante simple.
Entiendo que los franceses quieran aprovechar a los grandes mitos de su cultura del siglo XX pero la historia de Coco Chanel, en mi humilde opinión, no es tan apasionante. Vale que se convirtió en un mito de la moda y un icono para millones de mujeres, pero su historia no se me antojó para nada apasionante. Al menos no el tramo de su vida que se nos narra Anne Fontaine en su película.
Coco se nos presenta como una advenediza sin oficio ni beneficio que se aprovecha de ciertas relaciones sexuales y amistades para subir de escalafón social. No se presentan grandes gestas dignas de mención aunque sí un amor imposible. No sé si la persona real estaba a la altura del mito, por lo representado en el film me parece que no.
El problema del guión es que el personaje no se nos presenta atractivo ni logramos identificarnos con ella. En su lucha por lograr el reconocimiento social e imponer sus gustos estéticos el personaje se nos torna algo frío y calculador (quizás fue así realmente) siempre atenta a quien podía ayudarla en su empeño. Sólo cuando el amor se cruza en su camino se nos muestra más humana.
Es cierto la historia está narrada de forma correcta, esta misma historia podría haber sido un ladrillo de cuidado en otras manos, pero no es suficiente. Ni siquiera el placer de ver a Audrey Tautou salva el film, esta vez su mirada no transmite demasiado y no se nos presenta creíble. Quizás nunca podamos dejar de verla como Amèlie.
Es cierto la historia está narrada de forma correcta, esta misma historia podría haber sido un ladrillo de cuidado en otras manos, pero no es suficiente. Ni siquiera el placer de ver a Audrey Tautou salva el film, esta vez su mirada no transmite demasiado y no se nos presenta creíble. Quizás nunca podamos dejar de verla como Amèlie.
Me gustó mucho más el personaje de Ètienne Balsan interpretado por Benoît Poelvoorde, un personaje mucho más complejo y atractivo a ojos del espectador, a veces le odias y otras le comprendes.
Un film que intenta hacer interesante una historia que quizás no lo sea.
4'5
2 comentarios:
Como bien dices, una de esas películas bien hechas pero vacías de contenido. Mi mujer y yo salimos con una sensación de decepción del cine
Saludos
Le prometo que a mi me pareció didáctico, porque no entiendo un carajo de moda, como creo que le puede pasar a usted, y le prometo, acabé entendiendo de donde surgen las referencias de esta gran modista, por eso le subí la nota, mira de todo se aprende
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