Terrence Malick inicó su carrera como director de cine en 1973 con Malas tierras (Badlands).
Badlans se basa libremente en un hecho real ocurrido en la década de los 50 en el estado de Dakota. Dos jóvenes enamorados adolescentes (Charles Starkweather y Caril Ann Fugate) mataron a 11 personas durante su huida de la justicia que duró 2 meses. Malick escribió el guión basándose en este hecho real pero el film no pretende ser una reproducción de lo que pasó.
Interpretar los films de Malick es a veces complicado, no podemos contar con la ayuda del director explicándonos qué quiso decir con una película. Malick es un tipo raro: fue profesor de filosofía antes que director, nunca concede entrevistas, no hace promoción de sus películas, no recoge premios ni se deja fotografiar. Apenas existen unas pocas fotografías suyas. Por otro lado, sólo ha rodado 5 films en 40 años y estuvo 20 años sin rodar, lo que aumenta el aura de misterio que le rodea. Malick huye de la fama, sólo quiere contar sus historias.
Ya en su primera película podemos ver las constantes que predominarán en su cine futuro. Tenemos una voz en off que va añadiendo datos complementarios a lo que vemos en pantalla. También tenemos ya un exquisito uso de la música y de la fotografía. Incluso ya está la concepción panteísta del universo que tanto ha predominado en el cine de este autor.
Se pudiera pensar que para Malick la sociedad humana es maligna, siendo el hombre la peor criatura de la creación. Sólo la naturaleza, aunque dura, es buena y justa. Sólo en la naturaleza los protagonistas encuentran el ansiado refugio, cada vez que se encuentran con otro ser humano se desata la violencia. De hecho, la pareja protagonista no es mostrada como unos asesinos sanguinarios ni como unos locos. Malick los muestra como unos jóvenes enamorados con ganas de vivir en libertad, los crímenes que cometen son debidos a que alguien se interpone en su camino, ya sean las normas morales (el padre) o sociales, nadie parece querer darles una oportunidad.
Malick se muestra como un autor a tener en cuenta. Sabe rodar y narrar una historia. Al contrario que en El árbol de la vida, la acción fluye constantemente y no aburre nunca, a pesar de algunos planos de naturaleza que parecen sacados de un documental. Malick juega con los iconos culturales de su país en la época en la que él creció. Juega con James Dean, el mito del joven rebelde, juega con el mito del joven forajido. Elabora una road movie en la que llegar al destino no importa, no hay futuro para la pareja de enamorados, sólo estarán juntos lo que dure el viaje.
Kit (Martin Sheen) tiene 25 años y es el lado oscuro del sueño americano y de la sociedad de consumo, white trash sin futuro. Pero se va a convertir en un tipo famoso, él lo sabe una vez que empiezan su huida. Nunca se iba a hacer rico ni famoso trabajando, pero sí puede pasar a la historia con una pistola en la mano y con ese parecido a James Dean. Se sabe joven y guapo, sabe que puede llegar a ser todo un icono. Por eso graba su voz explicando lo sucedido, por eso decide marcar el sitio exacto en el que es atrapado, por eso no se deja matar en una cuneta, quiere saborear su efímera fama. Su novia Holly (Sissy Spasseck) sólo tiene 15 años y no ha cometido ningún crimen, sólo le acompaña aunque tampoco se opone a su violento novio, ella aún puede tener opción a un futuro mejor.
La huir de la sociedad es la única manera de ser libres, pero los desiertos y los bellos amaneceres no son refugio seguro contra uno mismo.
6 comentarios:
Échale un vistazo a estos carteles puestos en varios cines que proyectan la última de Malick.
http://minchinela.com/blog/2011/09/20/el-cine-y-el-publico/
Jamás entenderé la "moda", bastante extendida por cierto, de alabar los dos primeros trabajos de Malick y criticar todo lo que ha realizado después. Es una absoluta contradicción, ya que, en realidad, siempre ha hecho lo mismo. Ninguna filmografía dentro del cine contemporáneo norteamericano, es tan coherente y consecuente como la del director tejano. Lo único que ha pasado durante todos estos años, es que su lenguaje se ha ido depurando; en especial, su característica narrativa elíptica. No hay nada más. Tanto "Malas tierras" como "Días del cielo" son magníficas, pero la excelencia la ha alcanzado con sus trabajos posteriores. El tiempo, el más sabio y justo de los jueces para con el arte, colocará a obras maestras como "La delgada línea roja", "El nuevo mundo" y "El árbol de la vida" en el lugar que verdaderamente merecen.
Un saludo.
De días del cielo tengo pensado hablar en breve. Es cierto que Malick ha evolucionado de forma coherente, pero a mí sus primeras películas no me aburrían. Irá en gustos.
La ví hace años, compa Luis Cifer,en un pase televisivo, y me encantó. Pausada, deleitándse en la belleza de las imágenes; pues sí, ésas son también señas identificativas del cine de Malick. Pero para el que quiera algo más "espídico", ya están Asesinos natos, de Oliver Stone, o Wild at heart, de David Lynch. ¿Que no tienen nada que ver? Pues probablemente así sea...
Un abrazo y hasta pronto.
Yo no creo que su filmografía sea tan coherente como dice Ricardo y soy de los que opinan que Malas Tierras y Días del Cielo son hasta la fecha sus mejores películas, y con diferencia (sobre todo, días del ciel).
El rollo panteísta que tan bien ha señalado Luis es un complemento, un adorno, en sus dos primeros trabajos, pero pasa a ser un pequeño lastre en La Delgada Línea Roja y termina por convertirse en un auténtico peñazo en el caso de El Nuevo Mundo.
Me gusta Badlands porque, además dio a conocer la estupenda composición de Carl Orff que cierra la película y que luego plagió, descaradamente, Hans Zimmer para Amor a Quemarropa.
pelicula que conoci por casualidad, viendo carrie, me tope con el trailer de esta. tambien con sissy spacek y decidi verla, es estupenda, para mi mucho mejor que asesinatos natos. que mas bien tiene poco de denuncia a los medios informativos. gran pelicula.
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