Recientemente ha fallecido a la edad de 69 años uno de mis diseñadores gráficos favoritos, el británico Storm Thorgerson (1943-2013). Vamos a analizar brevemente su obra.
Hubo un tiempo en el que un disco no era sólo música. Era un objeto. Y como tal objeto debía de ser entendido no sólo por su finalidad (la música) sino también por su apariencia. Hubo un tiempo en el que la imagen de un disco era algo realmente inseparable de la música que contenía. Contingente y contenido estaba íntimamente relacionados y eran inseparables.
Descubrí a Storm Thorgerson cuando era niño en la cautivadora portada de un disco en la que un cerdo sobrevolaba una fábrica. El disco en cuestión era Animals de Pink Floyd (1977) y esa foto me tuvo fascinado durante años. Con el tiempo fui descubriendo la música de Pink Floyd y descubrí que buena parte del magnetismo del grupo se debía a las sugerentes imágenes de Thorgerson.
Ya fuera dentro del grupo de diseño Hipnosis o en solitario, Throgerson no se limitaba a fotografiar a los miembros de un grupo musical (algo muy fácil y muy común incluso hoy en día), Thorgerson creaba unas imágenes que complementaban a los discos a los que acompañaban e incluso aumentaban el magnetismo de los mismos. Thorgerson elevó las portadas de discos a obras de arte.
Los paisajes desérticos con personajes desnudos ante objetos extraños siempre me han recordado a los primeros cuadros del Dalí surrealista. Un objeto fuera de contexo, una imagen congelada o una paradoja visual (normalmente a base de perspectivas aparentemente imposibles) servían a Thorgerson para hallar lo surrealista y lo subliminal. También los cuatro elementos (agua, tierra, aire y fuego) son habituales en sus diseños.
No olvidemos que Thorgerson empezó a hacer portadas a finales de los años sesenta y no existían los retoques digitales, muchos de sus diseños necesitaron de elaborados y costosos montajes visuales. Para la famosa foto del cerdo sobrevolando la central termoeléctrica de Battersea (Londres) se usó realmente un globo de nueve metros de largo con forma de cerdo. El primer día se había contratado un tirador para que pinchara el globo de un balazo si se levantaba el viento y arrastraba el globo. Sin embargo, un segundo día fue necesario para realizar la instantánea con la salvedad de que esta vez no se contrató al tirador y el globo se soltó al romperse la cuerda a causa de un viento que ese día sí sopló. El cerdo apareció en una granja a varias millas. Para la elaboración de la foto de A momentary lapse of reason (1987), se usaron 700 camas que se distribuyeron a lo largo de una playa. Obviamente, llovió y hubo que repetirlo todo al día siguiente. Con el tiempo las técnicas digitales facilitaron mucho el trabajo de hacer realidad sus diseños.
Su diseño más famoso, sin duda, es el prisma de The dark side of the moon de Pink Floyd. Un diseño tan simple como efectivo que realmente no era suyo, se limitó a copiarlo de la realidad. Pero si nos fijamos bien veremos que algo no está bien, la luz blanca se descompone en 6 colores en el diseño de Thorgerson, no en siete como hace realmente. La ausencia de un color o un elemento es otra de las constantes de su obra.
Thorgerson elaboró portadas para otros artistas como Muse, Scorpions, Alan Parsons, Biffy Clyro, Audioslave, The Cranberries, Dream Theater, The mars volta, etc. La música de estos grupos está irremediablemente unida a la obra de este diseñador. Algo que quizás se esté perdiendo ahora con la era de las descargas digitales, quizás el leve auge del vinilo (aunque sea sólo para coleccionistas) sirva para evitar que estas imágenes caigan en el olvido.
Para ver la influencia de Dalí en la obra de Thorgerson, basta con observar un par de ejemplos.
Salvador Dalí: Niño geopolítico contemplando el nacimiento del hombre nuevo.
Salvador Dalí: El gran masturbador
1 comentario:
Referencias bibliogràficas?
saludos!!!
Interesante artìculo.
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