miércoles, 24 de octubre de 2007
El orfanato
Todos sabemos cómo son las películas de terror con niños, fantasmas y casas viejas. Lo hemos visto muchas veces antes. Obviamente El Orfanato bebe de otras muchas películas: Sexto sentido, Al final de la escalera, El espinazo del diablo, Los otros, etc. Pero, por suerte, no se queda en una mera copia, tiene personalidad propia y logra lo que buscaba: asustar y entretener a partes iguales.
La idea del film parte del cortometraje Sé que estás ahí de Sergio G. Sánchez y parece que ha estado dando vueltas durante años hasta que ha encontrado financiación gracias a Guillermo del Toro y Telecinco. El director novel Juan Antonio Bayona se hizo finalmente cargo del proyecto y fue todo un acierto. Bayona sabe perfectamente lo que quiere y cómo conseguirlo. Su pasado como realizador de video clips no es un lastre en esta ocasión y Bayona logra meternos el miedo en el cuerpo varias veces gracias a los trucos de siempre (sustos, apariciones y puertas que chirrían) pero sin resultar nunca tópicos o manidos. Está rodada de coña, sobre todo si tenemos en cuenta que es un director novato.
Técnicamente la película es impecable: geniales la fotografía, dirección artística, el sonido y el montaje. La ambientación de la película y su recreación de la eterna casa del cine de terror gótico es de lo mejor que se ha visto en el cine español. El guión de Sergio G. Sánchez está francamente bien (dentro de las limitaciones del género). Su historia narra perfectamente el paso de la desesperación hacia la locura. Juntos, Bayona y Sánchez han sabido crear una historia muy humana y cercana (¿existe algo más enternecedor que el amor de una madre por un niño y algo más terrible que la pérdida de un hijo?) pero con la tensión y los sustos necesarios. El orfanato consigue crear un suspense enorme partiendo de situaciones cotidianas (juegos infantiles, visitas al cuarto de baño) y nos ofrece los mejores sustos del cine español. El film nos mantiene en vilo durante todo el metraje aunque, lamentablemente, el forzado giro final resulta un poco decepcionante, la verdad.
Pero la verdadera revelación de El orfanato no es ni Bayona ni Sánchez, es Belén Rueda: la película recae sobre sus hombros y ella aguanta el tirón magníficamente. Me importa poco que esta chica haya estado media vida de azafata con Emilio Aragón y la otra media de profesora de aerobic, ahora es actriz.
Muy recomendable si te gusta el cine de terror.
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