domingo, 3 de mayo de 2009

Man on wire (2008)


El 7 de agosto de 1974 el acróbata francés Philippe Petit caminó sobre un cable entre las torres gemelas de Nueva York en lo que se considera el crimen artístico del siglo XX.

Este imprescindible documental (ganador del Oscar al mejor documental en 2008) es mucho más que un documental sobre la gesta de unos locos que desafiaron todas las reglas para lograr un sueño. Mediante entrevistas, imágenes de archivo y reconstrucciones James Marsh consigue que el espectador se apasione casi tanto como los protagonistas con su sueño. Un sueño de libertad y desafío a las normas y a toda lógica. Una proeza tan arriesgada y estúpida como apasionante. Un acto ilegal inocuo (si todo iba bien) o mortal (si algo salía mal).
La narración es prodigiosa, no decae en ningún momento, y ciertamente se logran momentos de gran belleza y poesía visual. Las músicas de Michael Nyman y Erik Satie, unidas a las asombrosas fotografías del evento, crean unos de los momentos más bellos del cine reciente.Pero el film no son sólo imágenes bonitas, la meticulosa reconstrucción de los hechos, la pasión de los testimonios y ciertos toques de humor gracias al excéntrico personaje que sigue siendo Petit proporcionan al documental un cierto halo épico. El hecho que las torres gemelas ya no existan le confiere además un aspecto de nostalgia en el que el documental no quiere adentrarse, nada se dice del 11-S, no hace falta, todos sabemos que la gesta de Petit es irrepetible.

En definitiva, recomendable para los que no se ajusten a las normas o aún les quede algún sueño.
7



1 comentario:

Anónimo dijo...
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