sábado, 19 de diciembre de 2009

Donde viven los monstruos (Where the Wild Things Are)


Spike Jonze (Cómo ser John Malkovich, El ladrón de orquídeas) adapta el cuento de Maurice Sendak en el que un niño llega a un poblado habitado por extrañas criaturas que lo tomarán por su rey.


Los avances y las imágenes promocionales de esta peli eran prometedores pero en eso nos hemos quedado. Cuando hemos abierto el caramelo, ha resultado que el envoltorio era mucho mejor que el contenido.

La peli empieza francamente bien, Jonze demuestra saber combinar imagen y sonido de una forma muy particular (cercana a sus originales video clips para Bjork o Beastie boys) creando momentos de gran intensidad. La estupenda banda sonora de Carter Burwell y las bonitas canciones de Karen O ayudan a crear esa atmósfera tan especial. Los imaginativos apartados visual y técnico son igualmente destacables. La escena del iglú me pareció genial, pasando de la alegría a la desesperación en apenas un salto. Jonze consigue introducirnos en el mundo del niño protagonista, Max , y toda su problemática infantil: soledad, incomprensión, etc. Hasta aquí la cosa va muy bien.

Pero cuando se supone que se debe poner la cosa interesante (cuando el niño llega al país de fantasía) es cuando el castillo de naipes se va al suelo. Jonze retrata a los monstruos no como seres de mente infantil, sino como adultos con sus respectivos problemas y defectos: son egoístas, crueles, violentos, envidiosos, neuróticos o caprichosos, dando una visión realista (casi trágica) de un mundo de fantasía. Una visión que sólo Jonze podría atreverse a mostrar. De hecho el film tiene mucho más de drama que de cuento. Es un drama en un mundo de fantasía.


Los monstruos y sus complejas relaciones sociales son realmente interesantes pero Jonze no sabe desarrollarlos. El ritmo se ralentiza, tanto que el espectador pronto pierde el interés. El film no narra nada destacable ni logra que nos identifiquemos con los personajes y el sopor asoma peligrosamente durante buena parte del metraje.

Creo sinceramente que este tipo de propuestas funcionaron mejor en la reciente Coraline o incluso en El señor de las moscas, a ambas creo que se parece algo este film. Por cierto, esperemos que Tim Burton no nos defraude con su Alicia en el país de las maravillas.


Lo mejor de Donde viven los monstruos es el descubrimiento de Max Records, un crío con una cara muy expresiva y que lleva el peso de toda la peli, pensemos que casi todo el resto de personajes son peluches de 2 metros y que Max no se quita el puñetero traje de gato en toda la peli. Por su parte Catherine Kenner y Mark Ruffalo hacen lo que pueden pero salen bastante poco.


Desde luego Spike Jonze tiene mérito al no venderse al cine comercial pero su película no es ni de lejos un cuento infantil y aburre a los adultos. Es un experimento lleno de elementos interesantes que da como resultado un tostón de cuidado. Me ha recordado al anuncio aquel de “la potencia sin control no sirve de nada”, pues lo mismo, oiga, que sin un buen guión y buen ritmo todo lo demás se va al traste. Una pena.

4,5

4 comentarios:

Crowley dijo...

Siento no coincidir contigo, amigo Luis, pero a mi me ha encantado y me parece un gran trabajo de Jonze, que me recordó sus primeros trabajos en el mundo del video-clip. Una brillante película sobre la infancia, la soledad y nuestros monstruos.
Saludos

Dr. Quatermass dijo...

Vaya, toma cabazas. Te comento en breve cuando pueda verla.

Saludos

Nanu dijo...

Ahora que nombras a Coraline, esa pelicula no es buena

Luis Cifer dijo...

yo me aburrí bastante con esta peli, Coraline me gustó mucho mas. Ya sabemos que cada uno tiene sus gustos y nunca se coincide con todo el mundo.

Y mira que yo tenia esperanzas en el amigo Jonze, igual me cogió en un mal día.