martes, 25 de enero de 2011

127 horas


Danny Boyle al final va a ser un director importante. Empezó muy bien sorprendiéndonos a todos con Trainspotting pero luego su carrera perdió interés rápidamente. Tras Slungdog millionaire parece que vuelve a tomar impulso y no está dispuesto a dejar pasar el tren una segunda vez. La historia de 127 horas era realmente arriesgada de adaptar a la pantalla, no sólo técnicamente sino también por el enfoque a la hora de abordar los momentos más duros de una impactante historia real. Esta historia podría dar lugar a un telefilm de segunda o a una profunda reflexión sobre la soledad en el mundo moderno. El resultado final se acerca más a lo segundo.



Boyle parte de las cintas de video que grabó Aron Ralston durante esas interminables 127 que estuvo atrapado por una roca en un cañón de Utah. para meternos en la sufrida piel del protagonista. Boyle domina perfectamente las dificultades técnicas y entrega un trabajo técnicamente impactante. Yo destacaría los excelentes montaje y fotografía así como el trabajo de cámara. Boyle atrapa al espectador imponiendo un ritmo trepidante en los primeros 15 minutos con unos estupendos títulos de crédito iniciales que parecen un frenético anuncio o un videoclip. Las ganas de vivir del protagonista se contagian de forma irremediable.
Pero llega un momento en el que Boyle te saca de la ilusión y te devuelve a la cruda realidad noqueándote sin piedad. El shock es brutal. Un auténtico quiebro que te deja con la boca abierta y te hacer desear salir corriendo de la sala. A partir de ahí, Boyle logra que asistamos atónitos y clavados al asiento a la terrible odisea del personaje. Yo no pude apartar la mirada en ningún momento.
Aunque sepas lo que va a ocurrir, el guión consigue sorprenderte en todo momento. Al contrario que en Enterrado, Boyle usa recursos narrativos como los recuerdos o las alucinaciones para entretener al espectador y que salga del agujero en el que ha caído el protagonista, pero es algo momentáneo que te hunde aún más cuando regresas a la realidad. Todas las reflexiones del personaje así como sus ensoñaciones sirven perfectamente para que el film se convierta en una auténtica pesadilla de la cual estamos deseando despertar. Es cierto que hay momentos muy duros pero Boyle decide no centrarse en lo escabroso sino en las inmensas ganas de vivir de Ralston.
James Franco es casi el único personaje del film y realmente está muy bien. Éste es su mejor papel, a mí nunca me había parecido un buen actor, la verdad, pero aquí demuestra todo de lo que es capaz. Pasa de ser un joven lleno de vida a una persona atrapada no sólo por el destino o la naturaleza sino también por su propia soberbia. Si le dan el Oscar o no, la verdad es que me importa bastante poco, pero se lo merece.

Recomendable.

7,5


5 comentarios:

Mario dijo...

Boyle busca consolidarse tras el éxito de ¿quién quiere ser millonario? y Franco demuestra que puede ser protagónico y todavía con el tremendo reto de un papel dramático de amplia fuerza. Se van a posicionar en la mente del cinéfilo. Franco es el futuro, Boyle le ha dado una gran oportunidad y seguiran llegando. Un abrazo.

Mario.

Anónimo dijo...

Veo que coincidimos sobre el último trabajo de este particular realizador. Te he twiteado el post.

Einer dijo...

No la he visto aún pero es una peli que me apetece ver y más aún al leer tu opinión. En cuanto a James Franco a mi me encantó en James Dean y en Flyboys (aparte de en Spider-man) y me parece un buen actor.
Un saludo.

Cotu dijo...

pues ahora sí que me has metido ganas de verla, jope, tomo nota

JuanRa Diablo dijo...

De todas las candidatas al Oscar de esta edición es la que más me atrae. Y tras leerte, mucho más.
No dices nada de la fotografía que imagino impactante.