Pues otro buen thriller coreano que nos llega. Esta vez de la mano del director Kim Ji-woon, quien ya me sorprendió gratamente hace unos años con la estimable cinta de terror 2 hermanas, el thriller A bittersweet life y recientemente con El bueno, el malo y el raro.
I saw the devil es un thriller al estilo coreano, ya sabes, con mucha venganza por medio. Formalmente me recordó a films como Memories of murder o A bittersweet life pero algo más sangrienta. El film empieza bien con una tensa escena con la novia del protagonista dentro de un coche atrapado en la nieve. Tengo que reconocer que el film se me hizo algo largo en su primer tercio. Algunas escenas iniciales con el villano ejerciendo de tal se podrían haber acortado, recordemos que la peli dura 2 horas y media.
Pero a partir de ahí el film coge impulso y va ganando enteros hasta llegar a ser un thriller apasionante en su último tercio. El ritmo pausado del principio se torna frenético con unos giros de guión muy logrados. No es habitual que un thriller vaya de menos a más, todo lo contrario. Normalmente los thrillers aciertan al presentar a los personajes pero suelen fallar a la hora de mostrar su evolución y el desenlace de la trama. No es el caso.
Lo que hace levantar al film (aparte de una más que correcta dirección) es que el villano gana enteros conforme avanza el film. A principio nos parece un tipo bastante simplón, pero poco a poco el juego del gato y del ratón al que es sometido le hace crecerse ante la adversidad. Desde el principio sabemos que es un psicópata pervertido y un sádico pero también se revelará como un digno rival. Es entonces cuando el espectador asiste a verdaderos momentos de diversión y tensión. Puede que alguna escena sea especialmente violenta, sangrienta o escatológica (cuidado los sensibles), pero este thriller tiene momentos de buen cine. Yo me quedo con el travelling circular en el taxi, la pelea en la casa y la escena del rescate.
Ya sabemos la especial afición a las venganzas sangrientas de algunos directores coreanos. Aquí no se escatiman momentos violentos de violencia física y psíquica. Pero la película no narra sólo una venganza, establece la eterna cuestión de si se puede acabar con un monstruo sin convertirse en uno. La fría venganza se puede volver contra el vengador ahondando aún más su dolor. La diferencia entre los buenos y los malos es que los malos son así por naturaleza, no cumplen con un deber ni les limita moral alguna. Las personas normales (suponiendo que tal cosa exista) no deben nunca mezclarse con ellos ni entrar en su juego bajo ningún concepto, no pueden ganar jamás. Quien juega con fuego en busca de venganza personal puede acabar consumido por las llamas.
El complicado juego moral que se establece entre el cruel asesino y su perseguidor (un chico muy guapo aficionado a las cazadoras con capucha) nos da como resultado uno de esos finales tan moralmente reprobables a los que el cine coreano nos tiene acostumbrado. A mí me encantan estos finales intensos en los que el bien y mal se confunden irremediablemente. Al final del film, en una desoladora escena, el héroe (convertido en monstruo) llora amargamente mostrando su terrible sufrimiento y lamentando los errores cometidos. La venganza se ha cumplido pero su coste ha sido a todas luces excesivo.
Lo dicho, un thriller más que interesante.
6 comentarios:
Está claro, compa Luis Cifer, que estos coreanos, aparte de una vena friqui acusadísima, son muy creativos y no tienen demasiados escrúpulos, o prejuicios -la denominación, a gusto del consumidor...-, a la hora de tratar la violencia explícitamente (aún recuerdo, con una mezcla de espanto y admiración, propuestas como Oldboy o Simpathy for the vengeance). Asumiendo la cuestión por anticipado, suelen hacer un cine enormemente disfrutable; me anoto ésta, en todo caso, a ver si hay ocasión...
Un abrazo y seguimos trasteando.
Como adicta al cine coreano, y a su forma de desarrollar sus historia de venganza sangrienta, esta película me encantó, reconozco que algunas escenas no son para todos los estómagos, pero su crecendo constante, y el juego de perseguidor y perseguido me tuvieron en vilo practicamente las dos horas y pico.
Una muy buena recomendación, sí señor.
Saludos.
No has comentado nada de la labor actoral. El duelo interpretativo está claro que se decanta por Min-sik Choi; su retiro de las pantallas le ha venido de cine, y se marca una interpretación brutal, realmente llegas a odiar y temer al personaje.
Fabulosa la escena del invernadero.
Mmm intentaré recordarla, que nunca se sabe
De los actores no digo nada, es verdad. creo que están bien teniendo en cuenta la eterna afición de los coreanos a la sobreactuación y/o la inexpresividad. Van de un extremo a otro. Pero aquí están correctos.
Gracias, Luis, por darme a conocer esta película pues quería seguir a ese director desde que vi "Dos Hermanas". Me alegra ver que has recordado "Inland Empire" y "Una historia verdadera", quizás las dos obras más incomprendidas de Lynch. Borgo.
Publicar un comentario