domingo, 25 de septiembre de 2011

Días del cielo (Days of heaven, 1978)



Tras el prometedor inicio de su carrera con Badlands, Terrence Malick sorprendió a propios y extraños con su siguiente film Días del cielo, de 1978. En Días del cielo Malick ahonda aún más en las claves de su cine. Ciertos elementos aparecen nuevamente y se configuran como las constantes que van a formar parte de su corta pero interesante filmografía. Tenemos voces en off, planos bellísimos de la naturaleza, música cuidada, etc


En días del cielo, los protagonistas viven en una gran ciudad pero la miseria les persigue. El trabajo en una fundición no es suficiente como para llevar una vida digna, la revolución industrial ha convertido al hombre en un esclavo. Por un pronto mal controlado, la pareja formada por Bill (Richard Gere) y Abby (Brooke Adams) deberán abandonar su trabajo y su casa acompañados por la hermana de él, Linda (quien narrará el film a través de la inevitable voz en off). La solución, una vez más, está en huir al campo, a la naturaleza, a la verdad del mundo.

En el mundo rural la cosas no son mucho más fáciles (las condiciones de trabajo son muy duras y la paga sigue siendo escasa) pero el vivir en armonía con la naturaleza le confiere a su existencia otro cariz mucho más positivo. Pero he aquí que se establece un curioso y peligroso triángulo amoroso. Las ganas de medrar de estatus social y de dejar de ser pobre llevan al protagonista (un Richard Gere tan inexpresivo como de costumbre) a pedirle a su esposa que se deje cortejar por el amo de las tierras que trabajan. El conflicto está servido. En la inmensa planicie de los campos de trigo, la codicia y la mentira humanas intentarán esconderse pero les resultará imposible. El engaño se complicará más de la cuenta y Malick nos dará toda una lección moral.


Lo más destacable del film es la bellísima fotografía del español Néstor Almendros (quien ganó el Oscar ese año), nunca unos campos de maíz han sido plasmados de forma tan bella en una pantalla ni un incendio ha sido nunca una cosa tan hermosa. Sólo por las bellas imágenes, vale la pena ver esta película. También el uso de la música es algo fuera de lo común, esta vez corre a cargo del siempre genial Ennio Morricone. Malick demuestra ser todo un poeta de la fusión de imagen y sonido, dotando a lo narrado de una magia muy personal.

Por supuesto, Malick se enreda con planos de animales y bellos atardeceres, pero los pone al servicio de la historia. Hay que destacar que Malick aquí narra una historia y lo hace de forma eficiente pero no llega a transmitir toda la tensión que se supone que acontece en el interior de los personajes. Parece más interesado en la belleza de los trigales y del trabajo en el campo, como si su mayor afán hubiera sido plasmar El Ángelus de Millet en imágenes.

De hecho, la naturaleza es el último refugio del hombre, cuando todo se pone en su contra, debe huir por el río en busca de una salida. Una vez más la sociedad humana es vista por Malick como una amenaza. De hecho, los únicos crímenes del film se comenten en el entorno de la sociedad humana, dentro de las normas sociales, económicas y empresariales.
Quizás Malick se pierda demasiado en la belleza formal de las imágenes y no consiga traspasar la psique de los protagonistas. El film se ve sin problemas pero nunca llegamos a interesarnos por lo que les acontece realmente a los protagonistas, estamos tan embobados con las imágenes que el drama que se desarrolla pasa un poco desapercibido. Supongo que la inexpresividad de Richard Gere (creo que ya lo había dicho) es otro punto en contra de la identificación con los personajes. Gere es una metáfora del cine de Malick: perfecto y hermoso pero no transmite, no emociona lo que se supone que debiera hacerlo. Quizás Malick nunca quiso emocionarnos, sólo él lo sabe.
Como en Malas tierras, los protagonistas inician una huida desesperada hacia delante que nos brindará momentos de gran belleza estética pero poco calado emocional.

2 comentarios:

Manderly dijo...

No la he visto, pero 'Malas tierras' sí que me ha gustado! Intentaré verla pronto ahora que Malick está de actualidad.
Un saludo.

Anónimo dijo...

tengo esta pelicula, antes de conseguirla la habia viusto un par de veces por tv. con años de diferencia, cuandi vi badlands, decidi conseguir esta para revisarla, y no decepciono mis recuerdos. aunque es mejor badlands.