Un accidente aéreo pondrá en el punto de mira el estilo de vida del piloto (Denzel Washington) del avión siniestrado.
Robert Zemeckis es uno de esos directores que siempre deja buen sabor de boca. El tipo no es un genio pero sí un artesano más que digno. Suyas son películas que nos lo hicieron pasar de lo lindo en los años ochenta como Tras el corazón verde, ¿Quién engañó a Roger Rabbit? o la saga de Regreso al futuro. En los noventa se puso más serio con obras tan interesantes como Contact, Náufrago o Forrest Gump. Últimamente parecía especializado en films de animación como Beowulf, Polar express o Cuento de navidad. Flight es su regreso al cine con personajes reales.
Flight empieza bien, muy bien. No me refiero a la guapa señorita que aparece con poca ropa en la primera escena (Nadine Velazquez) sino al trepidante accidente de avión. Es una escena sobrecogedora que te mantiene calvado al asiento y hará las delicias de los que tengan miedo a volar. Sin embargo, tras esta escena pasamos del adrenalítico cine de catástrofes al drama y la cosa decae bastante. Desde luego, Zemeckis demuestra buen oficio y sabe llevar la historia. El drama de este piloto que no acepta su alcoholismo y sabe que reconocer su adicción puede suponer el fin de su carrera y la cárcel me recordó al reciente caso de Lance Armstrong. Ambos tienen en común que pasan de ser héroes a villanos cuando la verdad sale a flote. Siempre me ha interesado la delgada línea que separa a un héroe de un mentiroso.
A Zemeckis le falta personalidad para profundizar en las miserias de su protagonista. Parece que teme profundizar en el tema de la lucha contra las adicciones. Hay escenas muy logradas como la escalera del hospital o la habitación del hotel que parece que sí exploran ese tema pero al conjunto le falta fuerza y arrojos. Zemeckis evita deliberadamente los aspectos más desagradables de las adicciones y El vuelo se queda en puro cine comercial de entretenimiento (nada que objetar). Lástima que su moralista mensaje final esté bastante trillado. Quizás Zemeckis sea bueno realizando encargos pero le falta la personalidad necesaria para hacer de esta historia un gran film. Por cierto, Zemeckis recuerda demasiado a Scorsese y su afición a usar canciones de los Rolling Stones para acompañar varias escenas.
Denzel Washington está más que correcto aunque realmente no se aparte de su eterno papel de héroe caído en desgracia que intenta redimirse. Está bien y resulta creíble, por suerte no cae en los excesos habituales de este tipo de personajes.
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6 comentarios:
Hola!
A mi espcialmente no me atrae esta película. Me llama más la atención ver la Vida de Pi, El lado bueno de las cosas, Lincoln, etc...
Un saludo!
Para mi no ha llegado a aceptable: me resultó aburridísima. Ayer mismo hice la crítica: se me hizo eterna y es eso, el tema de la adicción está muy mal tratado.
Yo con ésta película aplicaría lo que todo el mundo dice que se debería haber hecho con Django Unchained; eliminar metraje.
En el caso de Django no estoy de acuerdo porque creo que es perfecta, pero a El Vuelo le vendría de perlas, porque no es una mala película, pero le falta ritmo y le sobran minutos.
Eso sí, Washington y Goodman se salen.
Yo creo que tiene escenas muy acertadas sobre la imposibilidad de salir de una adicción por sí mismo, pero el final es demasiado pastelón y previsible.
Sí, coincido con el resumen de tu última frase. Lo más interesante de la película es, para mí, la cuestión moral de ¿un héroe borracho es un héroe o un borracho?. Fallida.
me quedo con la escena del avión y la de la habitación del hotel, ambas son escalofríantes y nos traen al mejor Zemeckis, que no es un autor con un estilo propio pero sabe lo que se hace
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