domingo, 16 de febrero de 2014

Las brujas de Zugarramurdi


Las brujas de Zugarramurdi es la enésima astracanada de Álex de  la Iglesia. Seguimos hablando de buenas ideas que darían para un corto excelente que son innecesariamente alargadas hasta las dos horas.

De la Iglesia sigue obstinado en conseguir esa fórmula perfecta entre humor y terror que lleva toda la vida buscando, y una vez más el resultado es bastante irregular tirando a malo. El film empieza bien, me gustaron los títulos de crédito con imágenes de brujas de la antigüedad y algunas actuales. Yo eché de menos a Ana Botella y Esperanza Aguirre, supongo que su ausencia se debe a las subvenciones recibidas (incluso de la Comunidad de Madrid).
 Ya metidos en faena, la trama me recordó demasiado a Abierto hasta el amanecer. Lo de unos atracadores que en su huida se topan con un lugar en el que ocurren cosas paranormales no es nada nuevo. Esta vez de la Iglesia lo ha teñido todo de su habitual humor hispánico configurando un guión bastante divertido que casi consigue que no se noten demasiado las deudas del guión. Es en los primeros 50 minutos cuando el film funciona como ácida comedia y tiene buenos golpes de humor (casi todos a costa de las relaciones de pareja). Personajes como el señor de Badajoz o el taxista resultan muy divertidos, igualmente la pareja de atracadores interpretados por los galanes nacionales del momento Hugo Silva y Mario Casas resulta de lo más singular. Por cierto, lo de ir a un atraco con un niño me recordó a Todos al suelo (la peli de Pajares y Esteso dirigida por Mariano Ozores en 1981 en la que Juanito Navarro llevaba a su nieto al atraco al no tener donde dejarlo). Álex sigue teniendo unos referentes culturales bastante arraigados en la cultura española. Otro detalle serían las referencias a Jose Luis Moreno (hay que ver el daño que ha hecho este señor a la cultura audiovisual de este país).

 Sin embargo, como pasaba con Abierto hasta el amanecer, cuando la cosa se desmadraba es cuando el film pierde bastantes enteros. Ni el Akelarre ni toda la parte final con persecuciones y cutres efectos especiales (sí cutres, por mucho Goya que se hayan llevado) pueden evitar que sintamos una vez más que de la Iglesia ha vuelto a sus habituales excesos. Nunca ha sabido cómo acabar una película y opta por los eternos finales grandilocuentes. Mucho ruido y pocas nueces. De la Iglesia sacrifica el desarrollo de la trama o de personajes en favor de un final absurdo y ruidoso que se lastrado por unos efectos especiales y un maquillaje que dejan bastante que desear (esas brujas volando dan pena y el maquillaje de Javier Botet da risa).

 Es en la parte técnica cuando vi fallos imperdonables más propios de un principiante que de un director consagrado (por mucho que nos pese). El film contiene enormes fallos de raccord y edición: hay momentos bochornosos en los que los personajes entran en lugares sin ninguna justificación, otros en los que la voz no acompaña a los movimientos de la boca de los personajes y personajes que se levantan dos veces del sillón. No sé a qué se ha debido pero son fallos imperdonables.


 Tengo que reconocer que los actores no están mal, hasta que llegan los excesos y todo se va al garete. Es gratificante ver a grandes actrices de nuestra escena como Carmen Maura o Terele Pávez pasándoselo en grande, ambas me gustaron cuando están comedidas. La que no me gustó es Carolina Bang, sigue sacando más partido a su canalillo que a sus dotes interpretativas (aún está por demostrarse que existan). Me resultó divertido el hecho de travestir a Santiago Segura y Carlos Areces y darles algunas de las frases más descacharrantes del film.

Lo dicho, otro proyecto fallido de Álex de la Iglesia pero esta vez algo más divertido. Yo me divertí la primera hora pero la segunda me pareció que sobraba. Sólo recomendable para sus incondicionales.

5 comentarios:

Manderly dijo...

Como todas las del director tiene un muy buen comienzo pero luego flojea. Aún así me ha entretenido.
Saludos.

Anónimo dijo...

Si algún día tengo tiempo le echo un vistazo, quizás cuando a mis hijos les vaya ver cine cutre de los 2010,.....
Dabi.

Anónimo dijo...

lo mejor de älex desde El día de la bestia. Es la más macarra de sus películas de los últimos 20 años. Sin pretensión alguna más allá de divertir. El final es cochambroso y precipitado, como siempre.

Doctor Magnet. dijo...

Lo primero que tengo que aclarar es que El día de la bestia fue, en mi opinión, un golpe de suerte en su carrera, este hombre tiene un talento limitadísimo. Lo segundo es que creo que tienes razón al comparar este film con el de Robert Rodriguez, una comparación que a De la Iglesia horrorizaría, pero que es la pura verdad. El mismo admite que no se siente relacionado con Rodríguez, dado que un licenciado en filosofía y letras como él, intenta realizar un cine profundo enmascarado de acción y de españolada para que solo lo inteligentísimos sepan captar el mensaje y toda esa pretenciosidad que no se cree ni el mismo. Bueno, por lo visto Carlos Boyero si que se lo cree también. Patético.

Anónimo dijo...

otra ewstupidez de este director que tiene muy buenos amigos entre la crítica y las distribuidoras, da gustó leer un blog en el que alguien se expresa libremente. No como revistuchas tipo fotogramas o cinemanía en las que todas las películas están bien.