viernes, 7 de febrero de 2014

Lore


Al comentar hace poco La ladrona de libros indiqué que me parecía un film sin personalidad que buscaba contentar al mayor número de público posible. Todo lo contrario de Lore. El tema de la infancia y la supervivencia ambientado en la Segunda Guerra Mundial está tratado aquí de forma totalmente distinta y , a mi entender, mucho más lograda.

Lore se inicia con el sueño de una joven adolescente que es interrumpido por la llegada de su padre a toda prisa. Hitler ha muerto y la guerra se ha perdido. La vida de esta acomodada familia cuyo padre es un destacado miembro del ejército nazi ya nunca será igual. La huida en busca de un anonimato que les salve la vida será el inicio de toda una epopeya por la supervivencia. Como en toda buena road movie, el viaje no será sólo físico, para nuestra protagonista será también un viaje iniciático en el que descubrirá que todo en lo que creía era mentira. Por el camino, la joven Lore deberá hacerse cargo de sus cuatro hermanos menores mientras cruzan las zonas en las que los aliados dividieron Alemania sorteando todo tipo de peligros. Lore tomará conciencia de las atrocidades cometidas por su padre y será consciente de las reacciones que provoca su cuerpo en los hombres. La adolescencia es siempre una etapa difícil de la vida pero lo es aún mucho más en una postguerra.

Lore no es un film que pretenda agradar, más bien busca contar unos hechos que normalmente no son contados. La historia la narran los vencedores y el bando perdedor pocas veces tiene opción a contar sus penurias. Lore me recordó a El hundimiento (excelente film) en cuanto que los protagonistas son fieles seguidores de Hitler y ven derrumbarse su sueño. No es fácil empatizar con los nazis, pero tanto el hundimiento como Lore consiguen que sintamos su zozobra hacia el final de la guerra (lo cual no quiere decir que nos identifiquemos con su ideología). ¿En qué creer cuando todo tu mundo se desmorona y descubres que todo en lo que habías creído es mentira? Por suerte, a la cabeza del reparto tenemos a la joven Saskia Rosendahl que plasma perfectamente la evolución de su personaje.

Cate Shortland aporta una mirada casi poética la historia cercana al mejor Terrence Malick (el menos aburrido). Apoyada en una exquisita fotografía Shortland consigue momentos de gran belleza visual así como momentos de gran tensión. Su film no hace concesiones pero tampoco se recrea innecesariamente el lado más escabroso de la guerra. Su equilibrio entre el intimismo y la crueldad del mundo exterior me pareció todo un acierto que es muy de agradecer. El film mantiene el interés en todo momento y tiene momentos de buen cine.

Recomendable.
7

1 comentario:

Anónimo dijo...

parece interesante, la anoto