miércoles, 26 de marzo de 2014

Las aventuras de Peabody y Sherman

 Dreamworks, el estudio creado por Spielberg, Katzenberg y David Geffen, sigue luchando hacerse con el trono del cine de animación. Aún anda lejos de Pixar (actualmente en horas bajas), Disney (que ha remontado espectacularmente con Enredados, ¡Rompe Ralph! y Frozen) y el estudio Ghibli del maestro Miyazki (Mi vecino Totoro, Ponyo en el acantilado, Nausicaä). Pero lo sigue intentando.


Las aventuras de Peabody y Sherman es un correcto film de animación que entretiene a toda la familia. Ni más ni menos. No es que revolucione el género ni nada por el estilo, pero te hace pasar un rato ameno si consigues no marearte con sus vertiginosas escenas. Es una peli de aventuras con viajes en el tiempo que provocan entuertos y paradojas que hay que resolver. Todo ello aderezado con un ritmo endiablado y un poquito de ambiente familiar (a pesar de que la familia esté formada por un perro científico que adopta a un niño) y algunos toques de humor. Lo de los viajes en el tiempo no es nada novedoso pero sigue dando mucho juego en pantalla.

 Al film le falta bastante para ser redondo. Se queda en la aventura contada de forma frenética y en la moralina fácil. Todo el mensaje a favor de la familia está muy bien pero resulta algo forzado y pedante. Yo me sentí un poco incómodo en un momento del final en que los protagonistas son vitoreados por las masas. Es algo muy yanqui que aún no se han dado cuenta que no gusta igualmente al resto del mundo (creo que les importa un bledo).

Me parece loable que intenten acercar ciertos personajes históricos a los más pequeños, siempre he pensado que se aprende mucho más jugando que estudiando y el cine puede ser una buena forma de aprender. Este film no pretende ser didáctico pero me resultó muy curioso su empeño por mostrar pasajes de la historia (aun que no estén del todo claros como la guerra de Troya). El film toma como excusa pasajes de la historia y personajes de la cultura y la ciencia para vertebrar un film de aventuras, nada que objetar. Al menos, puede servir para que a los más pequeños les suene la revolución francesa o el antiguo Egipto.

Un film correcto, bien hecho y bien intencionado, pero que no deja huella ni en los peques ni en los mayores.

5,5

1 comentario:

Anónimo dijo...

entretenida, sin más.