Steven Spielberg parece empeñado en los últimos tiempos en mostrarnos interesantes aspectos de la historia poco conocidos por el gran público.
Esta vez le ha tocado a un pasaje real ocurrido durante la Guerra Fría, un periodo realmente fascinante y lleno de claroscuros. Spielberg no deja hueco para ambigüedades ni glosarios de errores cometidos durante la guerra fría, que de sobra hubo por ambos bandos. Spielberg nos deja muy claro que Estados Unidos siempre fue muy superior a la URSS debido, simplemente y llanamente, a la entereza y las convicciones del gran pueblo americano.
Esta vez le ha tocado a un pasaje real ocurrido durante la Guerra Fría, un periodo realmente fascinante y lleno de claroscuros. Spielberg no deja hueco para ambigüedades ni glosarios de errores cometidos durante la guerra fría, que de sobra hubo por ambos bandos. Spielberg nos deja muy claro que Estados Unidos siempre fue muy superior a la URSS debido, simplemente y llanamente, a la entereza y las convicciones del gran pueblo americano.
Para ello Spielberg
nos presenta a James Donovan, un abogado de prestigio que es todo un padre de
familia que se ve envuelto en un juicio a un espía ruso y su posterior
intercambio. Nadie mejor que Tom Hanks (un gran actor con un aspecto de lo más
corriente) para interpretar a este americano medio hecho a sí mismo. Mientras
los comunistas viven sometidos en un régimen terrorífico y sin alicientes, la
grandeza del sistema americano reside en que, gracias al capitalismo, cada
hombre es libre para intentar su sueño y dar lo mejor de sí mismo. Para el
James Donovan que interpreta Hanks la moral está por encima de todo. Toda
persona tiene derecho a una defensa justa por muy espía ruso que sea. Pero ese
gran héroe americano que interpreta Hanks
antepone sus valores y su creencia
en la democracia sobre todas las cosas. Tanto como para arriesgarlo todo por defender justamente a
su cliente.
¿Se ha
vuelto Spielberg un patriota? Pensemos que ni siquiera se mencionan en el film
La caza de brujas instaurada por el senador Joseph McCarthy ni su comité de
actividades antiamericanas. Sirva también de ejemplo la anodina recreación del
espía ruso: sin expresión corporal alguna, más parece un mueble que un espía.
Por supuesto que el régimen comunista fue una pesadilla pero me hubiera gustado
ver esta historia en manos de Oliver Stone, seguro que le hubiera sacado más
aristas. Pero Spielberg va a vendernos su historia. Y lo hacen bien, El puente de los espías es un film técnicamente impecable pero sin vida, como contagiado del desánimo imperante en la población de la
extinta RDA. No estamos ante una película de espías, es más bien una película sobre un
idealista en un mundo de burócratas. Para ser un guión en el que han intervenido los Coen yo eché de menos la sutileza y la ironía tan peculiares suyas.
El
puente de los espías es una buena película bien escrita y
aún mejor dirigida por Spielberg. Sin embargo, al film le falta alma, es como ver
un film propagandístico de los años 50. Se ve sin problemas pero ni emociona ni atrapa al espectador como debiera. Tiene destellos de genialidad,
marca de la casa del amigo Spielberg, pero en general el tono es demasiado frío
y aséptico. Ya le ocurrió algo parecido al director de El
diablo sobre ruedas con Lincoln. Son films perfectos formalmente que adolecen
de una preocupante falta de empatía con el espectador.
Dejemos lo peor para el final. Una vez más a
Spielberg pierde los papeles es un innecesario epílogo que bordea lo bochornoso. La escena final en el
metro es ciertamente un horror, Spielberg pretende darnos un mensaje moralista
tan obvio que casi me sentí ofendido. Por un momento temí que todos los
viajeros del vagón se iban a poner a aplaudir. Tampoco me pareció acertado el
paralelismo planteado entre las dos formas pasar al otro lado de una barrera.
Lo dicho, estupendo panfleto propagandístico al que le falta llegar al espectador.
6'5
1 comentario:
Me alegro que retomes el blog.
También me pareció bastante propagandística (me pone de los nervios cada vez que pasa algo solemne y suena esa música de fondo que parece un himno nacional...)
Pero también remarca lo chungo de la sociedad americana: (spoiler) tirotean a su familia en casa y la gente le da la espalda por defender a un comunista.
Te dejas la mención al actor que hace de espía ruso: sensacional. Que bien caracterizado. Y Tom Hanks también está genial. Yo le daría bastante mas nota. La escena final del puente ... muy buena. Tipico Spielberg toda la película. Es un crack.
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