lunes, 16 de enero de 2017

El Doctor Extraño (Dr Strange)


 El último personaje de la factoría Marvel en dar el salto de la viñeta al fotograma ha sido El Doctor Extraño. Mientras los de DC siguen dando bandazos buscando su estilo, los de los estudios Marvel (ahora propiedad de Disney) tienen la lección bien aprendida. Han dado con la fórmula del éxito a base de las dosis justas de acción, guiños a los fans y humor.



 Los poderes de Strange provienen de las artes místicas, un mundo no explorado por ahora en el universo cinematográfico Marvel. Esos mundos mágicos llenos de seres no corpóreos y amenazas de otras dimensiones corrían el riesgo de quedar poco verosímiles en pantalla. Por suerte, las distintas dimensiones y los hechizos han sido plasmados de forma inmejorable. Los efectos especiales se han cuidado con especial esmero. Esos edificios que cambian de plano y evolucionan de forma geométrica recuerdan a los de Origen (Inception) pero elevados a la enésima potencia. Igualmente, los viajes entre dimensiones son para quedarte clavado en el asiento.
  Quién lo diría, El Doctor Extraño tiene más de 50 años de andadura, su primera aparición fue en 1963. Obviamente, en la adaptación cinematográfica se han cambiado el género y la raza a algunos personajes. Ya sabes, en los años sesenta la presencia de mujeres y afroamericanos en los roles principales no era algo habitual. Marvel se ha actualizado de forma sorprendente también en este aspecto. Cierto que dichos cambios pueden generar ampollas entre los seguidores del cómic al ver a Mordo convertido en afroamericano o a El anciano convertido en La Anciana. Ya pasó cuando convirtieron a asgardiano Heimdall en un personaje de color, reconozco que ahí la cosa me chirrió bastante más.
 El director Scott Derrickson es capaz de lo mejor y lo peor. Sus inicios con la quinta entrega de la franquicia Hellraiser cayendo en caída libre no fueron nada prometedores. Luego ha ido alternando desastres con cosas de cierto interés. Sinister y El exorcismo de Emily Rose tuvieron su gracia aunque su remake de Ultimátum a la tierra fue un completo desastre más por un horrible guión que por su labor tras la cámara. Aquí se ha adaptado perfectamente a los cánones de Marvel y demuestra que con un buen guión es capaz de entregar un producto más que aceptable. Con un ritmo ágil y un tono desenfadado, Derrickson ofrecer una agradable película que solamente pretende entretener. No tiene sentido buscarle tres pies al gato ni pretender que un film sobre artes místicas (sea lo que sea eso) tenga el más mínimo sentido. Por citar solamente dos ejemplos: ¿Se puede matar un cuerpo astral a base de electricidad?  ¿Te pueden apuñalar en el corazón y a los 3 minutos ya estás de nuevo en pie? Mejor no pensarlo. No tiene sentido, simplemente pásalo bien y no le des más vueltas.

 Benedict Cumberbatch da el empaque necesario al personaje a pesar de las incongruencias del guión, algo que no es tan fácil. La verdad es que Cumberbatch siempre cumple. Su Stephen Strange resulta pedante y egocéntrico al inicio para pasar luego a ser irónico y socarrón tras perderlo todo. Su incursión en el mundo de los súper héroes se puede tildar de todo un acierto. También Mads Mikkelsen y Tilda Swinton se estrenan en el universo Marvel con buena nota, son personajes algo estereotipados que no requieren de gran esfuerzo interpretativo. Por su parte, Rachel   McAdams cumple como la chica del prota, al menos no es un mero florero. Como era de esperar, tenemos el cameo de Stan Lee (que para algo es el padre de este tinglado). También es ya habitual la inclusión de escenas escondidas en los títulos de crédito finales que nos avanzan por donde seguirán las andanzas del personaje y futuras amenazas. Tenemos Doctor Extraño para rato.

Estamos ante otra divertida  película Marvel/Disney totalmente disfrutable.

5'5

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