La carrera espacial de los Estados Unidos contra la Unión Soviética fue parte esencial de la guerra fría. Ambas superpotencias agudizaron sus ingenios en una carrera para controlar el espacio. Pensemos que en aquella época sin ordenadores todos los cálculos se hacían a mano, por personas de carne y hueso. La carrera espacial es el entorno ideal para ubicar a las tres mujeres protagonistas, que existieron realmente se convirtieron en auténticos ejemplos de superación.
Figuras ocultas es una buena película. Así de claro. Una historia bien narrada, sin estridencias ni moderneces innecesarias por el para mí desconocido Theodore Melfi. Ni siquiera se permite una voz en off ni un flashback. Nada de todo ello es necesario si la historia tiene miga, y Figuras ocultas la tiene. No es un film innovador ni de autor pero es una buena película con una atractiva historia. Pudiera parecer que esta historia es algo del pasado, como si ya no quedaran derechos civiles por los que luchar y ya todo estuviera conseguido. Podríamos pensar que el racismo es una cosa olvidada ya que un afroamericano ha estado durante ocho años en la Casa Blanca. Pero nada más lejos de la realidad. Estos días las asociaciones por los derechos civiles han vuelto a la calle gracias a las reformas que el nuevo presidente Trump pretende llevar a cabo. La conquista por los derechos civiles ha sido un tortuoso camino con no pocos contratiempos y retrocesos. Aún queda mucho camino pero es innegable que mucho se ha avanzado desde el lejano 1961 en el que se sitúa esta película.
Figuras ocultas es una buena película. Así de claro. Una historia bien narrada, sin estridencias ni moderneces innecesarias por el para mí desconocido Theodore Melfi. Ni siquiera se permite una voz en off ni un flashback. Nada de todo ello es necesario si la historia tiene miga, y Figuras ocultas la tiene. No es un film innovador ni de autor pero es una buena película con una atractiva historia. Pudiera parecer que esta historia es algo del pasado, como si ya no quedaran derechos civiles por los que luchar y ya todo estuviera conseguido. Podríamos pensar que el racismo es una cosa olvidada ya que un afroamericano ha estado durante ocho años en la Casa Blanca. Pero nada más lejos de la realidad. Estos días las asociaciones por los derechos civiles han vuelto a la calle gracias a las reformas que el nuevo presidente Trump pretende llevar a cabo. La conquista por los derechos civiles ha sido un tortuoso camino con no pocos contratiempos y retrocesos. Aún queda mucho camino pero es innegable que mucho se ha avanzado desde el lejano 1961 en el que se sitúa esta película.
Figuras
ocultas viene a reivindicar la figura de las mujeres de color que trabajaban
como calculadoras en la NASA. No solamente eran mujeres, además eran de color.
Lo tenían todo para ser discriminadas pero finalmente se hicieron un hueco. Fue
un proceso no exento de decepciones y fracasos pero valía la pena. Ya desde la primera escena nos damos cuenta que el tono de Figuras ocultas no es nunca trágico, no estamos ante un drama racial tipo El color
púrpura, sino que Figuras ocultas se sitúa más cerca de la comedia. Una comedia inteligente que busca la sonrisa y la complicidad del espectador. Quizás a
muchos resulte chocante tomarse a la ligera un tema tan duro como la
segregación racial pero el film se beneficia bastante de este tono de
distendida comedia. Al final, el humor es un arma de doble filo. La
ridiculización que de los racistas se hace en este film me pareció muy
refrescante y necesaria.
El
reparto cumple así como la ambientación y un guión amable que evita los
aspectos más escabrosos. El mensaje del film es optimista. Las cosas parecían
que iban a mejor en 1962, pero el 1963 mataron al presidente Kennedy (cuya
imagen parece dominar casi cada escena desde los retratos) poco más tarde su
hermano Bobby y Martin Luther King corrieron la misma suerte. Y luego vino la guerra de Vietnam. Contratiempos que marcaron la convulsa década de los 60 pero no evitaron que las libertades se fueran conquistando gracias al tesón de
personas como las tres protagonistas. Como bien dice el personaje más
politizado del film, las libertades no se regalan, hay que ganárselas.
La terna protagonista resulta de lo más creíble, tanto Taraji P. Henson y Octavia Spencer están perfectas. También debo destacar la espontaneidad y frescura que destila la excelente cantante Janelle Monáe (que este año tiene otro film nominado a mejor película, Moonlight). Del resto del reparto me quedo con Kevin Costner (simplemente correcto), una desmejorada Kristen Dunst y Jim Parsons en un personaje no muy alejado del ya mítico Sheldon Cooper de Big bang Theory.
Realmente
estamos ante una buena película con intenciones didácticas y lúdicas pero insuficientes
para la nominación a mejor película. Entiendo que la nominación obedece más a
las presiones del lobby de color que a los méritos del film, que los tiene pero
no creo que merezca tal nominación y mucho menos ganar el Oscar. Para que no acusen a la academia de
racista, este año hay varias películas sobre personas de color con importantes
nominaciones. Moonlight, Fences y esta Figuras ocultas son una buena prueba de
ello.
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