viernes, 20 de mayo de 2011

Blade runner / ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?


A veces ocurre que cuando lees el libro en el que se basa una película que te gusta, te das cuenta que el libro es mucho mejor y que en la adaptación cinematográfica se han desaprovechado muchos elementos interesantes presentes en el libro. Hoy toca una vaca sagrada: Blade runner



Sí, ya sé que Blade runner es un clásico de la ciencia ficción y no pienso negarle ninguno de sus méritos. Yo mismo fuí un gran fan de la película de Ridley Scott, hasta que leí el libro. Desde que leí la novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? se me cayó un mito al suelo y opino que el film podría haber sido mucho mejor.

Básicamente, Blade runner revolucionó la ciencia ficción por su impactante estética y su trama detectivesca. Ridley Scott llevó a cabo otra obra cumbre de la ciencia ficción tras hacer lo propio con Alien. Pero, más allá de la estética futurista (cyberpunk), la música de Vangelis y los costosos decorados, Blade runner no deja de ser una estupenda película de cine negro ambientada en el futuro.

La novela de Philip K. Dick se publicó en 1968 y transcurre en 1992, obviamente Dick fracasó en sus predicciones sobre el futuro al igual que Arthur C. Clarke. La tierra es un planeta casi inhabitable, un polvo radiactivo cubre el planeta y la ONU aconseja partir hacia las colonias en el espacio. Los varones llevan protecciones en sus genitales para evitar quedar estériles. Las ciudades están casi abandonadas, llenas de apartamentos vacíos. Miles de pequeños objetos inservibles (kippel) se acumulan por doquier. Muchas especies se han extinguido, tener una oveja o un perro como mascota es todo un lujo. Tener una réplica eléctrica es también un signo de status social. Si no tienes una mascota eléctrica, no eres nadie. La esposa de Rick Deckard quiere una de esas costosas mascotas eléctricas, sólo por ello Deckard acepta el encargo de encontrar a unos androides (nunca se menciona en el libro el término replicante) que se han escapado.

Dichos replicantes (usaremos este término en adelante) son robots de forma humana que se usan como esclavos para trabajar en el espacio y tienen una vida limitada. Algunos de estos replicantes han escapado y campan a sus anchas por la tierra. Deckard emprenderá la búsqueda de los replicantes. A través de unos tests se puede adivinar si un sujeto es o no un replicante, ya que muchas veces ni ellos mismos lo saben, sus recuerdos son implantados cuando son creados.

Los humanos son retratados como seres apáticos y deprimidos que necesitan cambiar su estado de ánimo de forma artificial gracias al Órgano de Ánimos Penfield. La percepción de la realidad (tema habitual en las novelas de Dick) es modificada a voluntad del usuario. Cuando alguien está deprimido, sólo tiene que desearlo y se encontrará animado. Muchas de las opciones de tan terrible aparato inducen a comprar o a ver más televisión. Precisamente en televisión triunfa un talk show diario de 23 horas en el que un cómico/telepredicador habla sin parar. Todo indica al lector que tal personaje es una gran estafa, nadie puede estar 23 horas en antena ininterrumpidamente y en directo. O va muy drogado o es una elaborada farsa... o es un replicante.

Tampoco la religión dominante se presenta como trigo limpio. Los ciudadanos tienen en su casa un aparato eléctrico o caja de empatía. Al agarrarse a las asas del aparato experimentan una especie de alucinación en la que entran en comunión con otros cientos de seres mientras sienten en primera persona el calvario, muerte y resurrección de Wilbur Mercer, el fundador del mercerismo. Los seres humanos dejan de sentirse abrumadoramente solos sólo durante los momentos en que se sienten parte de esa gran comunidad de personas enganchadas a esta máquina. Cuando los creyentes se funden, comparten sentimientos y experiencias, pudiendo sentir las emociones de los demás creyentes. Pero no olvidemos que lo hacen a través de una máquina electrónica, no hay magia ni sentimientos verdaderos en su religión, es pura tecnología controlada por alguién en beneficio propio. ¿Quiso Dick elaborar una crítica al instinto gregario del ser humano? ¿Es la religión el gran hermano de Orwell? Cuando las cosas se ponen feas es cuando el ser humano se aferra a lo intangible en busca de una respuesta o un sentido a una oscura realidad.

Así pues Dick no cree en la raza humana. Nos presenta un futuro muy negro en el que el ser humano se ha cargado el planeta y ha perdido totalmente su libertad. La libertad de sentirse mal, la libertad de poder estar triste y solo. Por medios externos, los humanos cambian artificialmente su humor pero, a la larga, acaban sumidos en una fuerte apatía y depresión. Aunque los recuerdos de los replicantes pueden ser artificiales, sus deseos y sus sentimientos son reales. Incluso muchas veces tienen más ganas de vivir que muchos humanos. Ellos son nuestro espejo, sienten nuestra misma angustia existencial: buscan respuestas sobre el sentido de su existencia y su caducidad. las mismas cuestiones que han aterrado al ser humano desde el inicio de los tiempos. Los replicantes buscan a su creador, pero su creador es sólo un hombre, están solos y sin respuestas. Su existencia no tiene sentido, sólo les queda la pataleta y aceptar su destino.
Los replicantes no se conectan a la caja de empatía y por ello mismo escapan del control del estado. Deckard nunca ha sentido una real empatía cuando se conecta ¿es por ello un replicante?. Nunca estamos realmente seguros de nada en la novela: las mascotas son eléctricas, los sentimientos son inducidos, la televisión miente, la religión es falsa e incluso es casi imposible distinguir a un replicante de un humano.

En el guión de Blade runner se eliminaron pasajes enteros del libro como el de la comisaría de policía formada integramente por replicantes. Las calles desiertas del libro se convirtieron en abarrotadas calles adornadas por anuncios publicitarios. Tampoco se traladó el hecho de que las replicantes Rachael y Pris son idénticas, en la película fueron interpretadas por Sean Young y Daryl Hanna, dos actrices muy diferentes. También hicieron cambios menores como convertir a Deckard en divorciado o transformar en bailarina exótica a una replicante que en el libro es una afamada cantante de ópera (Luba luft). Al morir ésta, Deckard se da cuenta que no tiene sentido eliminar a los replicantes ya que son capaces de crear e interpretar verdaderas obras de arte. Por una vez, Deckard siente empatía, pero no hacia un humano.

 En mi humilde opinión, en el guión de Blade runner se obviaron un buen montón de aspectos interesantes que hubieron mejorado aún más al film. Los animales eléctricos, el status social, la religión, los recuerdos, las drogas, la identidad y el poder sedante/controlador de los medios de comunicación son elementos que no se trasladaron a la pantalla. Philip K. Dick murió antes del estreno de Blade runner y no sabemos qué hubiera opinado de la adaptación que de su libro dirigió Ridley Scott. Tampoco sabemos qué hubiera opinado de películas que adaptaban relatos suyos como Desafío total o A scanner darkly, aunque tiendo a pensar que la primera no le hubiera gustado demasiado.

Desde luego, nadie puede negar que Blade runner es un gran film, pero creo que simplificó demasiado el complejo mundo creado por Philip K. Dick.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Tío, la peli hubiera sido mucho más angustiosa y lúgubre. Al final Ridley Scott se dedica a estropear buenas historias?

@ngel dijo...

Soy fanático de K.dick ,me encanta como escribe y describe el futuro. Ubik me parece una pasada ,y la novela en la cual se basó Blade runner es brutal ,saludos! ,buen post!

Möbius el Crononauta dijo...

No sé si estoy de acuerdo, pero antes debería volver a ver la peli y releer el libro.De todas formas habría que ver cuales cambios fueron obligados por las circunstancias, cuales no, etcétera.

Aun así, la novela no creo que me desluzca para nada el film. Mucho peor fue lo de Desafío total.

Alexandre Vaudeville dijo...

Estoy de acuerdo contigo, se podría haber hecho una película más fiel y con la misma calidad o superior. Me recuerda bastante al caso de "Dune" que no me he leído el libro pero es innegable que es una gran película pero que al lado de los libros deja mucho que desear.

En mi caso, me leí el libro de "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" y no pude evitar pensar que eran dos obras casi diferentes. Al final hay que tomarse la adaptación al cine del libro como eso, una adaptación poco fiel pero de gran calidad estética.

No me acordaba de todos esos detalles del libro, me han entrado ganas de releerlo! Quien sabe, quizás las futuras películas que quieren hacer basadas en el universo "Blade Runner" son más fieles al libro, aunque lo dudo...

Kinezoe dijo...

Cine y literatura son medios distintos; nunca me gustó compararlos. Evidentemente, el libro es mucho más rico en detalles que la película, de hecho, como bien dices, se obvian infinidad de asuntos en el film. Pero a mí me encantan ambos. Date cuenta de que la película no lleva el título del libro... Digamos que Ridley Scott únicamente se inspiraría en él, siendo el resultado un producto más que aceptable. Para mí "Blade Runner" es una indiscutible obra de arte. La literatura de Dick, absolutamente recomendable. Y tu reseña, magnífica. Me gustó recordar el mercerismo, la caja de empatía y el órgano de ánimos Penfield, además del kippel, por supuesto, jeje... Te faltó, quizá, hablar de los especiales: me encanta el personaje de J.R. Isidore (J. F. Sebastian en la película). Repito, excelente reseña, amigo. La disfruté mucho.

Podrán filmarse muchas "Blade Runners" en el futuro (ninguna como la de Scott, dicho sea de paso; eso sale una vez en la vida). "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" sólo hay una.

Saludos y buen fin de semana, Luis.


PD: En la edición que yo tengo también se usa el término de andrillo para referirse a los replicantes (o pellejudos).

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho tu reseña, aunque considero que temas como la identidad o los recuerdos sí que se tratan en la película en la que se basa el libro. Quizás te refieras a que no se tratan de igual modo, puede que te haya entendido mal. En cualquier caso hace mucho que leí el libro y recuerdo que su lectura me pareció un poco densa en capítulos como el del kipple.

También quería comentarte que en los 90 sacaron un videojuego para ordenador titulado Blade Runner. No se si eres aficionado a ese mundillo, pero si es así te recomiendo que lo pruebes. Es un producto a la altura que todo amante del film y la novela debería probar (es una excepción a la regla de que los videojuegos basados en películas suelen dejar mucho que desear). De hecho en el videojuego se recogen pasajes del libro como la del interrogatorio en la que le hacen creer al protagonista que es un replicante (creo recordar) y que también se omite en la película, entre otros.

No sé si lo he comentado pero Blade Runner es mi película favorita y por ello leí el libro. Este año se estrena la secuela que todos los amantes de este film nos temíamos que se fuese a terminar gestando (o casi todos). Sin embargo, probablemente sepas que cayó en manos de Denis Villeneuve, su compositor habitual Jóhann Jóhannsson y producida por Ridley Scott. Juraría que uno de los guionistas que trabajó en la obra original, Hampton Fancher también está en el ajo. La verdad sabiendo quienes están armando el proyecto no puedo dejar de tener esperanzas y cierta ilusión de que saquen algo bueno. Puede que muy bueno. El hecho de que Harrison Ford, Ryan Gosling y la bella Ana de Armas participen en la película también me seduce.

Enhorabuena por todas tus críticas, soy un ávido lector tuyo desde hace pocos meses. No siempre estoy de acuerdo con tus opiniones pero siempre disfruto con ellas. Me encanta como te expresas. Un saludo y a seguir disfrutando con el séptimo arte.

Carlos