sábado, 7 de marzo de 2009

El curioso caso de Benjamin Button (The Curious Case of Benjamin Button)



En 1918 nace en Nueva Orleans un niño con el cuerpo de un hombre de 80 años.



Soy fan de David Fincher desde que debutó con Alien3 pero pienso que alterna una peli genial con una fallida. Ahora, tras la sensacional Zodiac, tocaba una fallida aunque la reunión con Brad Pitt nos hizo albergar muchas esperanzas.


Basada en el relato de F. Scott Fitzgerald, la premisa de un niño que nace con cuerpo de anciano y va rejuveneciendo conforme cumple años me parece muy jugosa. Asimismo, una historia de amor en la que los dos miembros de la pareja van en direcciones temporales opuestas creo que muy pocos directores podrían llevarla a cabo de forma satisfactoria. Fincher es uno de ellos, aunque el resultado final me ha defraudado un poco.


La peli se inicia con un fabuloso prólogo con un toque Jean-Pierre Jeunet (Amélie, Largo Domingo de noviazgo) y toda la parte inicial está francamente bien. El guión está lleno de personajes entrañables, buenos diálogos y escenas bien resueltas. Pero luego la trama avanza algo lentamente, hay parones que provocan cierto aburrimiento. La peli se alarga hasta las dos horas y media y se hace algo pesada.


Parece ser que cuando Fincher entregó su película a los ejecutivos del estudio duraba 3 horas largas y éstos intentaron cortarla sin su permiso. Quien sabe si por una vez los directivos tenían razón.


Sea como fuere, ni la tensión ni la pericia narrativa propias de Fincher aparecen casi por ningún lado (el prólogo, el predicador o la escena del taxista). Sí logra que que los continuos saltos temporales no mareen al espectador y que la historia de amor nos emocione varias veces, beneficiándose de la química que hay entre los dos actores.


Para mí el único problema (tras la excesiva duración) es el personaje de Brad Pitt, quien siempre me ha parecido un buen actor. Está bien en la primera parte interpretando al curioso niño-anciano. Pero cuando el maquillaje va desapareciendo compone un papel bastante inexpresivo, sin matices, algo soso.


Un film así necesita que el personaje central sea alguien con el que el espectador sienta cariño o simpatía. Así sus peripecias se viven como propias y se puede llegar a pasar un rato entretenido. Pero el personaje de Benjamin Button no logra conectar con el espectador todo lo que debiera. Conecta más Cate Blanchett (tan genial como siempre), su papel está mejor escrito o sentimos más empatía hacia ella. Por ella sí que llegamos a padecer durante el film, quizás porque su personaje sufre más.

A mí el personaje que más me llegó es el de Taraji P. Henson quien compone un personaje maternal realmente soberbio. Tilda Swinton y Julia Ormond están bien.


Técnicamente, la ambientación del film es genial al igual que la fotografía (entre la estética Jeunet y la Tim Burton), el maquillaje y los efectos.


Interesante, pero fallida.


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5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sr. Cifer:
Como no puedo hacerle el comentario en la película SLUMDOG MILLIONAIRE se lo haré en esta otra.
Habla ud. del pueblo hindú, cuando en realidad es el pueblo indio, de la India, como español de España. Aquí, aparte de ser españoles, podemos ser cristianos, musulmanes, hindúes evangelistas, etc., según la religión que profesemos, o agnósticos, o ateos. No interviene el lugar de nacimiento. Pues, en la India lo mismo. No se es hindú por nacer en la India. Se es por profesar esa religión. O acaso los nacidos en este pais que profesan la religión mahometana, que son muchos, ¿también son hindúes?
Un saludo.

Luis Cifer dijo...

Pues tiene usted razón. Pienso flagelarme de inmediato por el error cometido. Siento que no pueda poner el comentario en la peli indicada, voy a intentar subsanarlo.
Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Le agradezco su contestación en cuanto al enlace de la película, pero, en cambio, no hace ningún comentario sobre lo que yo le he expuesto en relación a los indios y los hindúes, y si va a seguir escribiendo lo mismo.

Luis Cifer dijo...

Ya me extrañaba a mí... veo que he pedido disculpas demasiado pronto. Y encima ya me había flagelado.

Según la Real Academia de la lengua:

hindú.

(Del fr. hindou).


1. adj. Natural de la India. U. t. c. s.

2. adj. Perteneciente o relativo a este país de Asia.

3. adj. Perteneciente o relativo al hinduismo.

4. adj. Partidario del hinduismo o adepto a él.

Así pues el término hindú se puede referir a los nacidos en la india (a quienes yo me refería) o a los partidarios del hinduismo.

Ya sé que puede llevar a equívocos. Pero yo no cometí ningún error. Si no le gusta la definición... dirígase a la Real Academia.

Así pues, sí, se es hindú por nacer en la india.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por la aclaración. Siempre se aprende, aunque desgraciadamente su significado lo acepte la Academia como un galicismo. Pero, sinceramente, sigue sin gustarme. Se acepta el galicismo para seguir llamando indios a los de norteamérica y no a los otros, que tienen más derecho.
Sr. Cifer, sus análisis sobre las películas son buenos, me han gustado, pero con su forma de responder he comprendido por qué tiene tan pocos comentarios de los lectores. Un poco más de modestia.