lunes, 24 de mayo de 2010

UNDERGROUND (1995)


El cine de Emir Kusturika es cómo es. No se le puede pedir peras al olmo, pero sí se puede disfrutar de la sombra de este último.


Kusturika posee un universo personal propio que asoma en todas sus obras. Como Burton, Almodóvar o Terry Gilliam (por citar tres directores tan dispares como reconocibles) sus films tienen una inconfundible marca de la casa. Kusturika podría definirse como una versión balcánica de Fellini ya que hace hace un cine caótico y libre, como la vida de sus personajes. Personajes amantes de la libertad y la buena vida pero que irremediablemente se ven inmersos en los conflictos propios del avispero de los Balcanes.
En Underground, Kusturika nos narra con su peculiar estilo anárquico una dura historia que se inicia en la segunda guerra mundial y se extiende hasta 4 décadas después. Para huir de los alemanes un estrafalario grupo de personas se esconde en un sótano. Ni que decir tiene que dentro del sótano y a pesar de las penurias propias de la guerra, se las arreglarán para convivir y celebrar bodas, bautizos, etc, configurando unas maravillosas escenas de celebraciones gracias a la música de Goran Bregovic.
Pero la guerra acaba y ellos seguirán encerrados durante décadas, engañados y explotados, creyendo que la contienda prosigue. Nacerán niños que no conocerán el sol y otros morirán creyendo que la guerra contra los nazis aún continúa. Para todos ellos la dominación soviética y el telón de acero son desconocidos. Toda una cruel parábola sobre la ignorancia a la que los políticos someten al pueblo mientras ellos se lucran.

La amistad traicionada, el amor no correspondido, el odio enquistado, las ganas de medrar de unos, la desidia de otros y el engaño continuado parecen ser las claves de la eterna guerra entre los pueblos de los Balcanes. Problemas extensivos a otras partes del mundo pero pocas veces tan bien como en este singular film.

Un film irregular, largo, cautivador y desolador a partes iguales. Yo destacaría ese surrealista final: Una porción de la tierra se separa de la playa, iniciando un incierto viaje a la deriva mientras sus pobladores bailan despreocupadamente.

Así es el cine de Kusturika.

8

5 comentarios:

Eduardo dijo...

Le hice una crítica hace algún tiempo. Es una película que sólo vi hace pocos años y me impresionó. Incluso por las semejanzas que se pueden establecer con la historia española reciente. Yo aún la consideré mejor..

Manuel Márquez dijo...

El cine de Kusturica, comap Luis Cifer, no me ha llamado nunca demasiado la atención (pese a que siempre ha concitado la atención de un sector importante de la crítica); si para algo me sirve tu reseña, es para despertarme el interés, y animarme a, al menos, intentarlo.

Un abrazo y que tengas buena semana.

jn dijo...

Hombre! Peliculón, no es que me gusten todas las de Kusturika pero esta y sobretodo "La vida es un milagro" las adoro.

Luis Cifer dijo...

El cine de Kusturika es excesivo en muchos sentidos y se puede hacer algo indigesto. Tiene un ritmo muy caótico y no son películas para nada académicas. A mí ese caos suyo me recuerda a Fellini (salvando las distancias) y me parece muy interesante, aunque su fórmula se agotara hace ya unos años. Para mí, El tiempo de los gitanos, Underground y gato negro gato blanco son lo mejor de su carrera.

Anónimo dijo...
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