viernes, 3 de febrero de 2012

J. Edgar



He de reconocer que desde niño me ha fascinado la figura de J. Edgar Hoover y que siempre pensé que Oliver Stone podría haber hecho una gran película basada en la biografía de tan controvertido personaje. No olvidemos que Stone ha dirigido films sobre Kennedy (JFK) o Nixon, presidentes americanos en cuyos mandatos Hoover fue director del FBI. Pero finalmente ha sido Clint Eastwood quien ha realizado este biopic sobre uno de los hombres más poderosos del siglo XX.

 Hoover ostentó el cargo de director del FBI desde 1924 hasta su muerte en 1972. Fue un hombre decidido, de fuertes convicciones morales y dispuesto a todo por lograr su objetivo. Como director del FBI Hoover se enfrentó a comunistas, gángsters, secuestradores y al crimen organizado. Hoover revolucionó los métodos de investigación y trazó una red de información en las que todos los posibles sospechosos tenían una ficha. Pero su red de información era cada vez más grande y Hoover llegó a espiar y tener información de miles de ciudadanos (incluidos congresistas, los presidentes norteamericanos y sus mujeres). Sólo así se explica que Hoover ostentara su cargo durante casi 50 años, ninguno de los siete presidentes a los que sirvió tuvo el valor de destituirle, tal era su poder y el temor a lo que pudiera desvelar.


Pero una biografía tan excitante y controvertida como la de Hoover no es suficiente para hacer ameno al film. Se necesita algo más. Eastwood demuestra su más que probado talento a la hora de rodar y dirigir actores pero es incapaz de hacer que esta historia nos atrape todo lo que debería hacerlo. Por momentos se hace aburrida. Quizás sea fallo del lioso montaje o que el guión se extienda demasiado en la vida personal del personaje (Eastwood da por probada la homosexualidad de Hoover). Eastwood apuesta por comprender al personaje y casi justifica sus actos como director del FBI basándose en sus estrictas convicciones morales y en la relación con su dominante madre. Eastwood parece decirnos que la primera víctima de Hoover fue el mismo Hoover. El personaje público no parece tener piedad ni consigo mismo.

 Para mí el principal lastre del film es que Eastwood alterna varios momentos temporales (con continuos flashbacks) que hacen perder ritmo a la película. Este recurso sirve para contrastar cómo era el joven e idealista Hoover con el viejo y poderoso Hoover pero también sirve para que el film sufra unos innecesarios parones narrativos. Cuando la cosa se pone interesante, el film vuelve al presente. Ambas líneas temporales no acaban de funcionar ni ayudan a que el espectador siga el hilo de los acontecimientos. Si el espectador no está muy informado de los hechos históricos narrados es bastante fácil perderse, Eastwood supone que el espectador es un experto en historia reciente americana, cosa que no tiene por qué ser cierta.
Un ejemplo: Se cita a Charles Lindbergh como el personaje más famoso del siglo XX, pero en ningún momento se dice que fue el primer hombre que cruzó el atlántico en avión en 1927. Toda una proeza que le convirtió en un héroe nacional americano, hasta Billy Wilder hizo una peli de la gesta interpretada por James Stewart (El héroe solitario o  The Spirit of St Louis). Eastwood supone que Lindbergh es un personaje de sobra conocido en todo el mundo, creo que en Europa Lindbergh y el posterior secuestro de su hijo no son tan populares. Quizás un pequeño inserto de un noticiario o un recorte de periódico hubiera servido para poner al espectador al día.

Los actores me gustaron mucho a pesar de que a veces los maquillajes son un poco grotescos. Leonardo DiCaprio está creíble en la contradictoria piel de Hoover. También me gustó mucho Judi Dench en el papel de la madre (seguro que Freud tendría mucho que decir sobre la relación de Hoover con su madre) y Naomi Watts como la fiel secretaria.

 J. Edgar no es la gran película que este director, esta historia y estos actores podrían haber realizado. No es mala, ni mucho menos, pero podría haber sido mejor.

6


5 comentarios:

Dr. Quatermass dijo...

Pues efectivamente son algunos de los "peros" que he escuchado (maquillaje, ritmo,etc.), ay ay que tito Clint se nos hace mayor :-(

Arion dijo...

No la he visto aún pero de todas maneras la iré a ver pronto. Se nota que eres un buen cinéfilo. Ya he leído varios de tus posts y de hecho coincidimos en varias películas. Justo ahora estoy comentando en mi blog la película Snowtown.

Saludos.

www.artbyarion.blogspot.com

Anónimo dijo...

coincido en que Hoover fue uno de los personajes mas interesantes del siglo pasado. Hasta se atrevió a investigar a Lennon con intención de impedirle la entrada a los USA, también se dice que conspiró para acabar con los hermanos Kennedy y Martin Luther King. Pero no hay nada probado. También es significativo que su enemigo Nixon también tenía cintas muy comprometidas e incluso llegó a perder el cargo por las escuchas ilegales del caso Waterwate.

La sombra de Hoover es muy alargada y llega hasta nuestros días, la ley ACTA contra la piratería en internet recuerda mucho a la época de Hoover.

Félix S. Trabanco dijo...

Es un buen film. No es una obra maestra, pero con un personaje tan hermético como Hoover, del cual aún se deben de ignorar infinidad de cosas, es muy dificil hacer un retrato exacto. No es un film redondo como "Million dollars baby", pero tampoco hace falta.

manipulador de alimentos dijo...

Al final he visto, 'J Edgar' de Clint Eastwood y ha superado mis expectativas. Me la habían puesto muy floja y resulta ser, más allá de algún que otro maquillaje terrible, una película interesante y reveladora. Di Caprio, de nuevo, magnífico. Toda una sorpresa. Un saludo!!