jueves, 17 de enero de 2013

Django desencadenado (Django unchained)



 Quentin Tarantino es el gran gurú del cine comercial de los últimos 20 años. El maestro de la técnica del corta y pega ha abordado las artes marciales, la blaxplotation, la segunda guerra mundial o el cine negro. Era de esperar que, tarde o temprano, desembarcara en el western.





Django desencadenado es Tarantino en estado puro, cine divertido sin mayores pretensiones. Por supuesto, Tarantino sigue homenajeando y copiando todo lo que se le antoja. Esta vez le ha tocado al spagueTti western de Sergio Leone, pues a ello a saco. Tarantino sabe lo que no gusta de esa películas y nos lo ofrece en bandeja. Imita el aire retro de los títulos de crédito, raya digitalmente el negativo de la película para envejecerlo, usa trucos viejos para la sangre, copia planos de Sergio Leone e incluso recupera la música del maestro Ennio Morriconne. Sin complejos de ningún tipo. Ya que copia, lo hace a plena luz del día, algo que honra al amigo Tarantino. No como otros que copian y lo hacen sin citar sus fuentes ni sus referencias. Tarantino fue fan antes que director y su filmografía puede verse como un intento de emular y dar prestigio a ese cine de serie B que nunca ha tenido el merecido reconocimiento.



 Pero en Django Tarantino no sólo emula films del pasado, como siempre, aporta elementos de su cosecha propia: diálogos ingeniosos, situaciones inverosímiles, recuperación de viejas glorias (Don Johnson en este caso), etc. El film tiene una primera parte muy buena, con unos personajes y unos diálogos que se podrían enmarcar dentro de lo mejor que ha escrito y dirigido el amigo Tarantino. Ese dentista metido a cazador de recompensas interpretado magistralmente por Christoph Waltz es todo un hallazgo. Sus frases y la forma de salir de las situaciones límite que él mismo provoca son simplemente geniales. Obviamente, Jamie Foxx no puede competir con el carisma de su compañero pero es un eficaz contrapunto. El esclavo recién liberado y el cazador de recompensas formarán una singular unión. Juntos empezarán un viaje iniciático semejante al de Don Quijote y Sancho Panza. A mí su relación me recordó a la Quijotización de Sancho, es decir: ambos personajes acabarán asumiendo como suyas cualidades que intentan erradicar en el otro. Sancho intentará que Don Quijote no crea en ínsulas pero él mismo acabará creyendo en ellas al final justo cuando Don Quijote recupere la cordura en su lecho de muerte. Algo así ocurre en Django desencadenado, el maestro acabará finalmente asumiendo cualidades que intenta reprimir en el alumno. Todos somos humanos.

Un spaghetti western necesita un villano a la altura, un ser tan cruel y despiadado al que el público desee ver morir y al que lamente que sólo se le pueda matar una vez. Nada mejor para ello que el racista dueño de una plantación interpretado por un Leonardo DiCaprio al que se le nota que se lo pasó muy bien en esta película. DiCaprio está excesivo e histriónico, pero el personaje lo requiere. Su disertación sobre el motivo por el que los esclavos no se rebelan es ya todo un clásico a la altura de los mejores momentos de la filmografía de Tarantino. La tensión durante la escena de la cena y todo el desenlace de la misma me gustaron mucho. Hablando de racistas, la escena del Ku Klux Klan es tan divertida como terrible: hay que ver el daño que pueden hacer unos pocos paletos con la cara tapada.

Lamentablemente, Tarantino es otro que últimamente tiene problemas para saber qué debe cortar de una película, no todo lo rodado tiene la misma calidad ni se puede mantener el interés del espectador durante tres horas a base del carisma de los personajes y situaciones límite.  Pasada la primera mitad, Tarantino se enreda en unos diálogos que ya no son tan absorbentes. A mí me pareció algo tediosa y demasiado larga la parte final del film. Aún nos quedan sorpresas y algún tiroteo espectacular (con miles de litros de sangre y música de hip hop incluida) pero el film ha perdido fuelle y el factor sorpresa. Justo cuando aparece Franco Nero, en un cameo sólo explicable como homenaje al film Django que Nero protagonizó en los 70, es cuando el ritmo empieza a decaer. Todo lo referente al personaje de Samuel L. Jackson se me hizo especialmente cargante. Tampoco le veo mucho sentido al cameo del propio Tarantino, es ya demasiado tarde y alarga el film innecesariamente. Es casi imperdonable que un film que empieza tan condenadamente bien acabe con el espectador mirando el reloj.

Me ocurre con Django desencadenado como con Malditos bastardos, tiene momentos de puro cine de entretenimiento pero el exceso de metraje está a punto de arruinar la diversión.

6


6 comentarios:

Dr. Gonzo dijo...

Yo, como buen fan de Tarantino, jamás me quejaré por el exceso de metraje jaja Como si quiere hacer una película de cuatro horas...

He leído tu crítica a cachos, ya que aún no he visto la película y no quiero auto-spoilearme.
Eso sí, Tarantino no sólo homenajea a Sergio Leone, sino también al otro gran Sergio del spaguetti western; Sergio Corbucci, entre otros.

manipulador de alimentos dijo...

Una decepción, no me esperaba un clásico pero sí una película más divertida. Apenas aparecen esos diálogos crujientes marca de la casa, y como siempre, qué pena que sus pelis estén tan vacías. ¿Cuándo encontrará messieur Tarantino algo para lo que tan bien sabe hacer: contar? Un saludo!

Zinefilo dijo...

Hace tiempo que un amigo me recomendó este blog, desde entonces lo sigo con frecuencia, y esta vez me he animado a escribir. Antes de nada quería felicitarte por tu gran trabajo, también tengo un blog (aficionado) y sé lo difícil que es sacarlo adelante.

Personalmente me gusto más que Malditos Bastardos y coincido en varias cosas, aunque discrepo con lo de Samuel L. Jackson, creo que su entrada en la película fue genial y que la escena en que está tomando un brandy con DiCaprio es enorme..

Salu2

Félix S. Trabanco dijo...

Para mi este film es la confirmación de que Tarantino no tiene solución. 3 enormes films: RESERVOIR DOGS, PULP FICTION, JACKIE BROWN y a partir de ahí nada más que vacío y decepción.

RTHB dijo...

Master Luis, acabo de ver la película y he venido directo para ver cual es tu veredicto. Veo que le cascas un 6, y creo que eres bte benévolo. Me ha parecido una peli tremendamente floja, impropia de Tarantino. Si esto lo rueda cualquier otro le hubiesen caído críticas durisimas.

Y Tarantino se equivocó al elegir a Dicaprio, este papel le hubiese venido que ni pintado a Johnny Deep

Saludos, master

Anónimo dijo...

Desde Kill bill los filmes de Tarantino tenian un faltante pero creo que Django Unchained logró atraparnos con su historia al igual que la trilogia Kill Bill, una historia fantastica que mezcla drama, accion, romance y más.