martes, 5 de febrero de 2013
The master
Tras participar en la segunda guerra mundial y no tener rumbo fijo, Freddie (Joaquin Phoenix) entra en contacto con Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman) que es el líder una sociedad religiosa. Ambos se sentirán intrigados y atraídos por el otro, iniciando una curiosa relación.
Tengo un problema con el cine de Paul Thomas Anderson, el tipo es un gran director pero sus películas son , por lo general, insoportables. Sé que suena raro pero el tipo se empeña en hacer un cine totalmente desapasionado sobre temas apasionantes y que darían mucho más juego en otras manos. Cuando no se dedica a sacar de sus casillas al espectador (Punch-Drunk love) se dedica a aburrirle soberanamente.
The master podría haber sido una gran película sobre las pseudociencias y los charlatanes del siglo XX, un estudio sobre cómo las ideas más ridículas pueden triunfar y tener millones de adeptos si detrás de ellas hay una buena organización. Podría haber sido muchas cosas interesantes que no suelen aparecer en pantalla, pero se queda en nada, buenas interpretaciones y poco más. Es una pena que se haya perdido una magnífica oportunidad de hablar claro sobre las sectas, los carismáticos líderes que las gobiernan y los incrédulos que acaban cayendo en ellas. Pero Anderson se va por las ramas y en dos horas y media no se define claramente ni es capaz de hacer que el espectador siga con interés su película. Su cine es así, tiene un particular universo al que yo no logro entrar, no conecto con su cine. Quizás sea culpa mía.
Es evidente que Anderson se ha basado en la iglesia de la cienciología y en la figura de su fundador L. Ron Hubbard, no se cita en ningún momento pero muchos aspectos recuerdan a esta secta peligrosa. La cosa promete al presentarnos a unos protagonistas tan distintos entre sí aunque no dejen de ser la cara de la misma moneda. Freddie necesita creer en algo y poner orden en su vida y Dood necesita fieles adeptos. Pero el film fracasa al profundizar en su relación, Anderson rellena metraje con momentos de buen cine pero que no cuentan nada ni ayudan al espectador a entender el funcionamiento de las sectas ni la deriva de la relación entre los dos protagonistas. Sí queda claro qué personas son las más fácilmente captables por este tipo de organizaciones pero no da consignas para distinguir una secta peligrosa de un simple e inofensivo club de aficionados a la filosofía griega.
Anderson elabora su guión basándose en los personajes y deja todo lo demás en el aire, va dejando pistas a lo largo de la película pero ninguna es definitiva. Su film es hermético para el espectador, no hay manera de meterse en la historia. Sólo en algunas escenas sueltas (la celda, los juegos, etc) el espectador deja de estar perdido en este confuso guión. Supongo que Anderson desea crear en el espectador la misma sensación de enorme vacío y confusión que siente el personaje de Joaquin Phoenix, y vaya si lo consigue.
Lo único realmente salvable de esta película son los actores, Philip Seymour Hoffman está muy bien encarnando a este ambigüo iluminado (o charlatán, que viene a ser lo mismo) del cual depende toda la organización. Pero el que está sobresaliente es Joaquin Phoenix, su composición del personaje es simplemente magnífica y justifica todas las tonterías de su carrera anterior. Su forma de andar y de poner los hombros es simplemente asombrosa. Sólo por ver a Phoenix y a Seymor Hoffman se puede decir que vale la pena ver esta película. Tambien cabe destacar a los personajes femeninos, Amy Adams es la mujer del gurú y poco a poco se va revelando como el cerebro detrás de toda la organización. Por su parte Laura Dern da la réplica como ferviente creyente que nos ofrece una esclarecedora escena sobre cómo estos cultos se van haciendo sobre la marcha y no permiten crítica ninguna.
Yo me aburrí a pesar de las interpretaciones y lo interesante del tema. A Paul Thomas Anderson le sigue fallando la empatía con este espectador que escribe.
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7 comentarios:
Esta vez no coincidimos en absoluto. Para mí es una obra maestra, lo mismo que Pozos de ambición. Las películas anteriores de Anderson no me interesan.
El lunes te "contesto" en mi blog.
Llevas razón en lo de la ocasión perdida para hablar de el que, desde luego, hubiera sido un buen tema pero es que yo creo que la película va de otra cosa. Va de la necesidad de creer en algo.
yo también me aburrí, sobran minutos y concreción narrativa. Siempre se va por las ramas y sus múltiples logros se ahogan en un metraje excesivo lleno de canciones y viajes en moto que no aportan nada.
No estoy de acuerdo sobre lo que dices del cine de Anderson en general, es decir, a mi me gustan todas sus película salvo Pozos de ambición y esta última. Sobre lo que piensas sobre The Master estoy de acuerdo, es insoportable, tediosa, confusa y por lo que a mi respecta completamente vacía. Un producto tan absolutamente banal y pretencioso que me duele que sea firmado por el mismo realizador de BOOGIE NIGHTS, PUNCH DRUNK LOVE, y MAGNOLIA. Lo peor es lo que tu dices de que no hay ni una sola crítica a las sectas ni a sus mierdosos gurus, por lo tanto no entiendo porque demonios nos muestra ese mundillo ni a donde quiere llegar a parar. De verdad que salí del cine con mala ostia.
En fin, un saludo.
Coincido en general. La película es desesperante. Lo que se tiende a plantear como que te engancha, todo este asunto de la secta anda muy bien en un comienzo pero la relación entre los protagonistas va y viene de manera agobiante.
Lo mejor? Las actuaciones. Las salidas de madre del personaje de Philippe Seymouy Hoffman están excelentes aunque este actos ya nos tiene acostumbrados a papeles de altísimo nivel.
Así que concuerdo, una película agotadora que en realidad nunca sabes que es lo que quiere mostrar.
Un detalle final eso si. El director e BOOGIE NIGHTS y MAGNOLIA te parece aburrido? Wow... Fuertes declaraciones esas.
Saludos
http://politocine.blogspot.com
jue, pues yo le tenía muchas ganas a esta película... claro que... el cine de Paul Thomas Anderson te parece aburrido... eso sí que es nuevo... a mí en general, me gusta, y mucho...
la peli es como un cuadro del test de Rorschach, cada uno puede ver en ella lo que quiera. Pero al ser tan ambigua a mí me dejó frío y no me acabó de convencer, me suele pasar con este tipo.
Hace unos meses la volvía a ver y me encantó. En el cine la odié a muerte y en mi casa vista con calma me ha parecido grandiosa. Cada uno ha de sacar sus propias conclusiones, pero esperar que la peli sea una crítica a las sectas es un error , el tema del film no ese ese, sino las relaciones humanas.
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