El día en el que India Stoker cumple 18 años fallece su padre con el que estaba muy unida. En el funeral recibe la visita de un hermano de su padre cuya existencia era desconocida por India.
Hablemos claro. El coreano Park Chan-wook (Oldboy, Sympathy for lady vengeance, Thrist) nos ofrece una vez más un film insano y perverso. Quizás su historia no sea novedosa, pero sí lo es (y mucho) la forma de contarla. Park Chan-wook ofrece un espectáculo visual fascinante y aterrador. Su exquisita forma de rodar convierte a Stoker en un disfrute para el paladar cinéfilo de quien os escribe.
Park Chan-wook despliega un manierismo visual, dando más importancia al cómo que al qué. Puede que a muchos el film no les acabe de llegar o la historia no les parezca demasiado interesante, pero a mí me gustó mucho la forma de narrar de Park Chan-wook . Ya poco se puede innovar en cuanto a historias de iniciación y secretos de familia (algo que ya exploraron los clásicos griegos hace 29 siglos). Pero Park consigue que esta historia de telefilme de segunda se transforme en un colosal trabajo de perversión y auto-consciencia.
Park Chan-wook elabora un complejo simbolismo muy presente en todo el metraje. Cada objeto, cada color, cada leve sonido tiene su significado. En especial, los objetos no son sólo objetos, son símbolos. Sólo voy a citar unos pocos. El cinturón representaría el instinto cazador, el paraguas sería la necesidad de protección y los zapatos simbolizan el paso del tiempo. Todo este complejo simbolismo le da al film una inusitada riqueza de matices.
Chan-wook transforma momentos intrascendentes en auténticas pesadillas (la bajada al sótano es aterradora). Para todo ello se vale de una impecable fotografía, un innovador montaje y la música de Clint Mansell. Me fascinó la escena del piano a cuatro manos entre India y su tío Charlie interpretando el Dueto de Philip Glass. Hemos visto muchas escenas de este tipo pero aquí se le da un giro más de tuerca, Chan-wook va más allá y nos ofrece una escena llena de emotividad y sensualidad rodada de forma intachable, inolvidable.
Dentro de la filmografía de su autor, Stoker emparenta más con Thrist que con Lady Vengeance u Oldboy, el tratamiento de la violencia es mucho más sosegado, no se recrea en lo desagradable físicamente sino en lo moralmente reprobable. Me gusta el giro en el cine de este autor. Stoker me recordó también a 2 hermanas de su compatriota Kim Ji-woon en cuanto a la enrarecida atmósfera familiar y las tensas relaciones entre los miembros de la misma.
Es en el apartado interpretativo donde se encontraba a priori el punto más flojo del film. La joven Mia Wasikowska está francamente bien, a mí me conquistó desde el primer momento. Su complejo personaje lleno de matices y secretos está muy bien desarrollado. No sé si decir lo mismo de la madre interpretada por Nicole Kidman. La Kidman ha echado por la borda su carrera con tanto bótox y tanta silicona, ha perdido credibilidad y expresividad. A pesar de su cara de plástico, se esfuerza por dar una interpretación digna y creo que consigue salvar los muebles. El tercer pilar del film es Mathew Goode, un actor que no me gusta, me parece excesivamente blandito. Ya era el peor en Watchmen y aquí, sorprendentemente, está correcto. Su falta de expresividad y su porte hierático quedan bastante bien a su ambiguo personaje. Quien nos lo iba a decir.
En resumen, Stoker es un cuento macabro sobre el descubrimiento y aceptación de nuestra propia naturaleza, todo ello envuelto en un impecable ejercicio de estilo. Un film destinado a ser de culto.
2 comentarios:
enfermiza y salvaje, un film perfecto técnicamente sobre cazadores y presas.
Es "La sombra de una duda" de Hitchcock con el toque park pero digerible para todos los públicos. Brutal lo de los niños (no spoiloreo) y genial la prota.
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