Wonder woman

 Por mucho que esté protagonizada y dirigida por mujeres, Wonder Woman no va a suponer la liberación de la mujer en el cine de entretenimiento, ni mucho menos. 

Es otra película más de súper héroes con todos sus clichés y estereotipos que rezuman machismo por los cuatro costados. La única salvedad es que está protagonizada por una mujer, una súper mujer, lo cual no significa que no deje de ser otro producto palomitero más de los que hay muchos a lo largo del año. Eso sí, algo menos machista de lo habitual.

 Wonder Woman no es una gran película ni supone un giro feminista en el cine de acción pero sí supone un divertimento bastante resultón. Los de Warner y DC están empezando a copiar descaradamente el tono y el estilo de sus competidores de Marvel. Mientras algunas películas  basadas en súper héroes de DC pecaban de tomarse a sí mismas demasiado en serio (Batman v Superman) y otras pecaban de justo lo contrario hasta llegar a ser una auténtica estupidez (Escuadrón suicida), con Wonder Woman parece que han acertado con el tono. Tanto que me recordó en más de una ocasión a El capitán América, el primer vengador. Para contarnos el origen del personaje, esta vez la acción se traslada a la primera guerra mundial en vez de la segunda, pero la estructura es bastante similar. Es en las escenas de trincheras y las escaramuzas contra el ejército alemán cuando la directora Patty Jenkins (Monster) da lo mejor de sí.

 No nos engañemos, Gal Gadot no es una gran actriz. Digamos que sus atributos son otros y no consiguió el papel por sus dotes interpretativas. Sigue primando más el físico sobre todo lo demás. La ansiada y necesaria liberación de la mujer dentro del cine de súper héroes tendrá que esperar. El público de este tipo de cine es en su inmensa mayoría masculino y/o adolescente y siempre les sube el ánimo ver a una chica ligera de ropa. Sorprendentemente, Gadot da el pego para esos menesteres y consigue llevar el peso del film resultando creíble dentro de lo posible. Por su parte, Connie Nielsen, Robin Wright y David Thewlis tampoco están en sus mejores papeles pero su presencia le da cierto empaque al conjunto. La química entre Chris Pine y Gal Gadot funciona lo justo como para hacernos pasar un rato agradable entre pelea y pelea. Sin más. Esas diferencias culturales entre Diana y Steve nos ofrecen los mejores momentos de la cinta. Es ahí cuando la directora Patty Jenkins (Monster) da lo mejor de sí. Lo cierto es que la peli se ve sin problemas y a uno le atrapa hasta cierto punto. Un dato importante, me gustaron los malvados de la función a pesar de que Danny Huston me resultó muy estereotipado como el típico villano pasado de rosca. La aparición de Elena Anaya me supuso toda una sorpresa, no le da tiempo a lucirse (y menos con esa máscara) pero espero que volvamos a verla por esta franquicia. Lamentablemente, estos de DC parece que no saben acabar una película de súper héroes sin un gran enfrentamiento que conlleve una estridente destrucción masiva. Al menos, en plena hecatombe suena el tema de Wonder Woman que le compuso Hans Zimmer para Batman V Superman.

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 Es cierto que se ha perdido la oportunidad de hacer un film más feminista o simplemente más reivindicativo de la figura de la mujer en el cine de acción. Ha costado pero al fin una mujer ha tenido su propia película de súper héroes tras la terrible Supergirl de los años 80 (no cuenta como película aquella basura de Catwoman con Halle Berry). Una pena que se haya quedado a medio camino. Ya sabemos que el mundo del entretenimiento en general es bastante machista aunque me parece innegable que algo se está moviendo. Nunca es tarde si la dicha es buena (aunque insuficiente).