Mi colega Bilis (conocido también como Walter) me recomendó esta película. Me dijo que estuvo clavado al asiento durante todo su metraje, en tensión continua desde el principio hasta el final.
Me decidí a verla tan pronto como cayó en mis manos. Tras verla, no comparto enteramente el entusiasmo de Bilis pero sí es verdad que el film es un buen intento de thriller psicológico.
Frente a una amenaza terrorista unos agentes del FBi deberán interrogar a un sospecho para que les rebele el paradero de 3 bombas antes de que exploten. Con unos pocos actores, pocas localizaciones y un tema tan peliagudo y actual como es la lucha contra el terrorismo el director Gregor Jordan nos ofrece un efectivo ejercicio de suspense. Pero no logra ser un film realmente notable, le falta pulso narrativo, esta historia en manos de un director más hábil (Fincher, Nolan) hubiera sido el thriller del año.
El tema principal del film viene a ser la manida pregunta de “¿El fin justifica los medios?”. Bajo esta premisa el film va tejiendo una red de personajes en conflicto que, aun buscando los mismos fines, no estarán dispuestos a hacer las mismas cosas. Los límites de lo moralmente correcto se diluyen cuando entran en conflicto con la necesidad de salvar vidas. La tensión irá en aumento (cosa que se agradece) conforme el tiempo se agote. El hecho de que el espectador es consciente de que lo planteado por el film ha podido pasar en un pasado reciente o esté pasando ahora mismo no deja de ser un valor añadido.
Obviamente el guión toma prestadas ideas films como El silencio de los corderos, El expediente Anwar o Five fingers, evidenciando un poco su falta de originalidad. Por momentos, parece que la trama no da más de sí, que se ha agotado, necesitando de un giro para volver a atrapar al espectador. Su mérito reside básicamente en no aburrir y arrastrar al espectador a cierto estado de ansiedad hacia el final del film. No logra (al menos en mi caso) que nos comamos la uñas compulsivamente pero sí hace que pasemos un rato agradable y plantea unas preguntas más que interesantes.
El mejor personaje del film es el de Samuel L. Jackson, un actor que suele cumplir y aquí es el alma de la fiesta, por su parte Carrie-Anne Moss no lo hace mal (hay que ver lo mal que le quedan las faldas a esta señora). Por su parte Michael Sheen está bien como sospechoso de terrorismo, aunque nunca llegamos a creernos del todo que sea culpable (por lo que nos hace dudar) y nos siembra las mismas dudas que a la protagonista.
Poco más puedo contar, un film bastante mejor que otras estupideces que se estrenan en verano.
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1 comentario:
Pues no la he visto, pero tampoco creo que deba correr a su búsqueda una vez leído tu valoración, ¿no?.
Un saludo
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