Un extraño suceso se repite por toda la costa este norteamericana, sin motivo aparente algo amenaza a la población y se extiende rápidamente.
Partiendo de una idea parecida a la de Los Pájaros o la reciente La niebla, M. Night Shyamalan nos ofrece otra ración de su particular forma de entender el cine. La peli tiene un buen inicio (masacrado en los trailers) y algunas escenas muy bien rodadas pero el resultado final defrauda completamente.
Shyamalan sabe rodar y crear ambientes a la vez que asustar, pero desde El sexto sentido, todas sus películas me han decepcionado cada vez más. Hablando en plata, ni El protegido, ni Señales, ni El bosque, ni La chica del agua me parecen que estén a la altura. Son pelis totalmente fallidas, que ni divierten ni intrigan lo que debieran o lo que se supone que su autor pretende que hagan. Una desilusión total.
Shyamalan es todo un privilegiado en la industria cinematográfica, tiene carta blanca para escribir y rodar todo lo que quiera pero … su formula está agotada y necesita dar un cambio radical a su cine. Parece como si le diera miedo arriesgar y salirse del cine comercial de Hollywood, está en una tierra de nadie entre los blockbusters y el cine de autor.
Como en sus anteriores obras, la premisa argumental es interesante pero el desarrollo es un completo desastre. Ante un film de catástrofes no caben muchas opciones: o tiras por la vía de los efectos especiales (como harían los nefastos Michael Bay o Roland Emmerich) o por el drama. Shyamalan suele optar por esta segunda vía y aquí hace muy bien en no mostrar la amenaza (fallo que sí cometió Daravont en La niebla). Se centra en los personajes y en sus reacciones ante un hecho que supera todas las espectativas. Pero tampoco se niega a mostrarnos alguna escena supuestamente impactante.
Lo malo es que el guión es un despropósito tras otro: una típica historia de amor-desamor mal llevada, personajes que no aportan nada (la anciana, el militar), situaciones ridículas (la planta de plástico), una oportuna explicación en clase, niños traumatizados repelentes y un supuesto clímax que no llega nunca.
Los actores son otra baza para no ver esta película: Mark wahlberg hace bien de tipo duro pero nadie se lo cree como profesor, Zooey Deschanel está fatal (no transmite nada con esa cara de empanada), de la niña no pienso decir nada y al menos John Leguizamo está correcto aunque sale poco.
Decepcionante, no disfruté casi nada y me dejó la sensación de haber perdido el tiempo viendo esta fallida película.
3'5
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