Desde los años setenta las víctimas de los films de terror suelen ser jóvenes adolescentes que van a divertirse y acaban encontrando una aventura bastante desagradable. Ya hablamos una vez de cómo la juventud había dejado de lado el cine por la televisión y en los setenta se volvieron a interesar con historias más enfocadas en ellos. Ya no habrá genios locos ni marcianos que pretendan invadir la tierra, bastará con una motosierra y un grupo de adolescentes.
Por cierto, esa pequeña joya de mala leche que es La matanza de Texas (1974), también creó ese icono del cine de terror que es la víctima rubia gritona ( y de curvas generosas, of course). Si encima la chica no usa ropa interior o el guión exige que se moje... pues venga.
Luego vinieron otros films sobre adolescentes en peligro: Halloween, Viernes 13, Pesadilla en Elm Street. La década de los 80 fue el paraíso de este tipo de cine de terror para adolescentes. Casi todas las víctimas eran adolescentes aunque las chicas solían llevar ropa interior (era la época Reagan) y esas horrible hombreras.
Curiosamente, este tipo de películas fascinan a muchos adolescentes, a mí me encantaban en esa época de mi vida. Ahora me siguen gustando pero menos, el género me parece agotado. Ya no me identifico tanto con los protagonistas incautos que van de excursión pero he descubierto que aún disfruto viéndolos caer bajo la mano impasible de alguna terrible amenaza.
No sé lo que opinará un psiquiatra de ello, pero yo creo que se debe a que me gusta vengarme (metafóricamente hablando) de ese prototipo de joven de vida risueña, sin obligaciones ni preocupaciones más allá de ligar todo lo posible.
Ocurre que las comedias sobre adolescentes (o universitarios salidorros) no me hacen tanta gracia, me gusta más verlos sufrir. Igual se debe a que nos presentan a unos personajes tan estereotipados y odiosos que inconscientemente el espectador no puede evitar desear que las pasen canutas.
También entiendo que un serial killer de ancianos podría resultar un tanto triste. Imagínate a una ancianita octogenaria huyendo con su taca-taca despavorida (es un decir) de Mike Myers, imagina esa dentadura postiza que sale volando en un grito de terror. No resulta igual de impactante que una joven gritona de curvas generosas y camiseta ceñida. Los jóvenes dan más juego, están llenos de vida e ilusiones. Y corren más.
En los 90 en género decayó mucho con Scream o parodias tipo Scary movie. Últimamente hemos sido invadidos por remakes innecesarios, las chicas siguen siendo monas,m sirva como ejemplo Jessica Biel y su camiseta anudada a la cintura en el remake de La matanza de Texas. También se buscan historias más probables, sin tanto asesino de por medio. Creo que esta última vía es bastante interesante para seguir viendo a estos jovenzanos pasar un mal rato. Se pueden caer de un barco, verse atrapados en un agujero, ser acosados por un camionero, etc. Si está basada en un hecho real como en 127 horas de Danny Boyle, la cosa se torna especialmente agobiante. Bien.
Os dejo también el trailer de Frozen, una película que me apetece ver. No va de asesinos en serie, pertenece a este subgénero de jóvenes en apuros. Lo más aterrador de este tipo de películas es que le puede pasar a cualquiera.
4 comentarios:
No se si ha tenido la oportunidad de visionar "La casa de cera", pero disfrutaría en como el psicópata de turno le da el pasaporte a Paris Hilton.
Buena entrada sobre el cine de terror por y para adolescentes. Pero queremos + fotos de chicas.
No he visto la casa de cera pero me han comentado que lo de Paris Hilton es de traca. Igual la veo uno de estos día, pero es un buen ejemplo de los remakes (o adaptaciones) que nos han asolado en estos últimos años.
La película sin ser gran cosa, tiene un final bastante aceptable y el placer de ver a Elisha Cuthbert.
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