viernes, 3 de septiembre de 2010

Los Tudor: entretenimiento didáctico

Ayer en la televisión pública asistí a uno de esos espectáculos gloriosos que la televisión nos brinda de vez en cuando. Me refiero a uno de esos momentos sublimes que justifican sobradamente la existencia de esa caja (habitualmente) tonta que nos demuestran que tras ella hay (a veces) gente inteligente. Uno de esos momentos que te hacen amar las series de televisión.
Por que no sólo de cotilleos baratos y platós repletos de idiotas gritando se alimentan nuestros ojos catódicos. A veces la televisión sirve tanto para entretener como para enseñar, en una misión pedagógica muy loable. A veces nos enseña que si hoy hablamos un determinado idioma o profesamos una determinada religión, puede deberse a los caprichos de la historia o a los problemas de alcoba de los gobernantes de hace 5 siglos. La HISTORIA (algo fundamental para entender nuestro presente) está rellena pasajes muy interesantes poco conocidos y que son un material estupendo para series y películas. Algo a lo que los anglosajones saben sacar partido, quizás deberíamos aprender de ellos.

Ayer asistí a la degradación moral de un personaje histórico como el rey de Inglaterra Enrique VIII, en primera fila y acompañado de una producción de lujo. Con un ritmo pausado pero seguro, la serie Los Tudor nos ha mostrado la evolución de un joven e idealista rey hasta convertirse en un déspota, un monstruo egoísta. Un personaje capaz de cambiar el rumbo de la historia por el amor de una mujer, un hombre capaz de ejecutar a sus amigos, enfrentarse a su conciencia, a las potencias euopeas, al Papa y a Dios mismo. Todo por el amor de una mujer.
Pero dicho amor no duró mucho y ayer pudimos ver cómo se pierde el favor de un rey, cómo la joya más preciada se convierte en un estorbo, cómo todo por lo que has luchado carece finalmente de valor.
Gran tragedia con toques clásicos la de Enrique VIII, un claro ejemplo de que la realidad supera a la ficción.

No os preocupéis , hay serie para rato. Aún van por la segunda mujer y no olvidemos que tuvo seis.

4 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

Muy curiosa la foto, parece una adaptación del cine porno.

GCPG dijo...

Desde luego que con esa foto, dan ganas de verla (la serie no, a ella me refiero...)

Saludos

Möbius el Crononauta dijo...

Algo he visto y está curiosa desde luego. ¿Llegarán hasta la decadencia física (aparte de la moral) del amigo Henry?

Saludos

Luis Cifer dijo...

La verdad es que últimamente las promos de ciertas series (Spartacus, Los tudor, true blood) destilan bastante erotismo. No es de extrañar son unas series bastante más subidas de tono de lo que suele ser habitual, una nueva moda que no me parece mal, la verdad, siempre que el el guión esté bien.
No sé si llegarán hasta los años finales de Enrique octavo, van ya por la tercera temporada pero yo la sigo por la 1 cada jueves, es una costumbre que he adquirido a pesar de poder verla por otras vías.