lunes, 9 de julio de 2012

Machine gun preacher


Machine gun preacher narra la historia real de Sam Childers y cómo paso de ser un traficante de drogas a un predicador que practica el ojo por ojo en el sur de Sudán.
La peli empieza fuerte. Si la primera escena de Machine gun preacher no te deja helado, es que no tienes sangre en las venas. El conocimiento de tales crímenes son lo que cambiaron la vida de Sam Childers.

 La película es interesante y refleja las terribles contradicciones de este mundo en el que vivimos. Pero el director Marc Foster (Quantum of solace) no ha conseguido que las partes formen un todo homogéneo, quedando un film entretenido pero que no va más allá y deja pasar la oportunidad de realizar un film realmente importante. Foster consigue mantener el film a flote sin aburrir pero no profundiza en el cambio interior del personaje ni en las repercusiones que sus actos generan. Puede que Foster sólo pretendiera mostrarnos una realidad y que sea cada espectador quien saque sus propias conclusiones, pero resulta un tanto superficial al no responder las preguntas que plantea. La película fue un fracaso de crítica y público, pasando con más pena que gloria allá por donde se ha visto. Yo recomiendo su visionado a pesar de que sus defectos.

No sé, quizás el mundo fuera mejor si hubiera más Sam Childers sueltos por el mundo, o quizás sería un caos mucho peor. No creo que la violencia sea la respuesta a la violencia, aunque algunas veces no quede otro remedio, prefiero pensar que siempre se pueden solucionar los problemas de otra forma antes que empuñando un arma automática. La violencia unida a la religión me parece especialmente peligrosa (Red State). Puede que los propósitos de Sam Childers sean loables (salvar la vida de cientos de niños no es nada malo) pero sus controvertidos métodos (más cercanos a Rambo que al Papa) evidencian que es un producto de la violencia, una persona que no conoce otra vía de solucionar los problemas. Antes usaba la violencia para conseguir drogas y ahora la usa para salvar las vidas de cientos de niños. Ha encontrado un objetivo en la vida y se ha volcado en ello, ha cambiado la droga por Dios, pero la violencia sigue ahí. Childers predica el amor en su iglesia pero no condena la violencia cuando la considera oportuna.
Me gustó mucho que en un momento del film una médico le dice a Childers que el mayor tirano de la región comenzó como él, con muy buenas intenciones, pero que acabó derivando hacia una loca espiral de terror y muerte. ¿Qué diferencia a un héroe de un tirano si ambos usan los mismos métodos?

Para un personaje tan extremo y arrollador era necesario un actor con carisma. Gerard Butler ya demostró que va sobrado de carisma en films como 300 o Rocknrolla. Aquí creo que está en su mejor papel, no es que sea un gran actor pero sabe transmitir toda la fuerza del personaje. También Michael Shannon está francamente bien (en su línea, vamos), este tipo es quizás el actor más en forma del momento.

Un film que parte de una buena historia pero no sabe sacarle todo el jugo, planteando preguntas que no sabe o no quiere responder.
6



3 comentarios:

Manuel Márquez dijo...

A mí es que Gerard Butler, compa Luis Cifer, pues qué quieres que te diga, como que se me atraganta un poco; si a eso le sumamos una buena ensalada de tiros y explosiones, pues motivo adicional para que no me tire demasiado. En fin…

Un abrazo y buena semana.

Möbius el Crononauta dijo...

mmm ok me la apunto!

Anónimo dijo...

Me encanta la peliculqaqui en choluteca Honduras en2022 viendola