Pauline es la marginada del instituto, no tiene amigos, tiene la cara llena de granos y no es muy popular entre los chicos. Su hermana está muy enferma y acapara las atenciones de sus padres. Pauline escapa de la opresora realidad que le ha tocado vivir mediante sangrientas fantasías pseudo-eróticas.
El debutante Richard Bates Jr. no puede haber comenzado su carrera de una manera más impactante. La escena inicial de Excision es de las que te dejan boquiabierto. Muchos espectadores no pasarán de esta extraña primera escena (y lo entiendo), en un único plano Bates nos muestra las morbosas fantasías eróticas de una adolescente.
Como si se tratara de los desvaríos más salvajes de de unos David Lynch y David Cronenberg hasta arriba de ácido, Bates nos va alternando el horror cotidiano dentro una opresora sociedad con el horror que subyace en la mente de la protagonista. La terrible grieta que separa la realidad de las fantasías la joven Pauline es sobrepasada por Bates en apenas unos segundos dando lugar a unos contrastes tan enfermizos como fascinantes. Bates ahonda en la eterna idea de identificar sexo y muerte e incluso va incluso un paso más allá. Allí donde A serbian film se quedó sólo en imágenes impactantes sin mensaje, Bates nos entrega todo un ejercicio de fascinación por la violencia como liberación de las normas sociales. Bates viene a decirnos que cuanto más estricta es una educación, mayores son la aberraciones que ésta produce en la mente de los adolescentes.
Pauline me pareció un personaje fascinante: desea experimentar, tiene ideas propias, se rebela contra todo lo que se da por hecho y decide encontrar sus propias respuestas. Quizás su mente no esté bien amueblada, ella misma se encarga de recordarlo constantemente pero nadie parece querer hacerle caso. Como la protagonista de El cisne negro Pauline tendrá cada vez más problemas para distinguir la realidad de la fantasía. Pauline tiene un insano interés en la medicina y , especialmente, la cirugía. Un cóctel explosivo.
Bates adapta su propio corto homónimo y ha logrado convencer a iconos como el mítico director underground John Waters (Pink Famingos), a Malcolm McDowell (el inolvidable Alex de La naranja mecánica) y a la ex actriz porno adolescente Traci Lords (ahora ya bastante crecidita) para los papeles más conservadores y puritanos del film. Waters es el párroco que intenta reconducir las fantasías de Pauline, McDowell es su profesor y nuestra entrañable Traci Lords es una madre prototipo del tea party. Todo un contraste, como casi todo en esta bizarra película. Curiosamente todos están bastante bien, nunca pensé que diría lo que voy a decir pero: Traci Lords está en el papel de su vida. Que le den un Oscar, que estas cosas de las redenciones les gustan mucho a los norteamericanos
A destacar el trabajo de AnnaLynne McCord (la típica actriz guapa que se hace pasar por fea), se nota que tras esa apariencia de chica llena de granos y cuerpo de chico hay toda una belleza. Pero ella lo hace muy bien, resulta creíble (el maquillaje también ha hecho lo suyo) y me sorprendió gratamente su trabajo. Sus escenas de confesión / diálogo con Dios me parecieron muy conseguidas.
A mí me resultó un film valiente y original, algunas de sus escenas se me han quedado grabadas a fuego y sangre (nunca mejor dicho) en la memoria y dudo mucho que consiga borrarlas fácilmente. Ese azul cielo en brutal contraste con el rojo sangre no se me olvidará fácilmente. Es cierto que quizás prometa más de lo que realmente te da, a mí me supo a poco y me dejó con la sensación de que podría haber seguido por el sangriento camino apuntado al inicio en vez de centrarse en el drama familiar.
No es un film apto para estómagos sensibles. Excision es una macabra fábula sobre la sociedad moderna.
2 comentarios:
hotia tiene una pinta brutalmente salvaje, me la apunto
queremos ver más películas así en este blog, déjate de pelis comerciales y céntrate en descubrirnos joyitas de cine fuera de los circuitos comerciales.
Publicar un comentario