Sobran las palabras es una atípica comedia romántica. No es la habitual y manida historia de chico conoce chica, más bien sería madre divorciada conoce padre divorciado. No es una comedia alocada llena de estupideces y chistes soeces que tanto abundan últimamente.
Nicole Holofcener escribe y dirige su propio guión y se nota que a los mandos del proyecto hay una mujer. Holofcener consigue mantener la sonrisa en la cara del espectador durante buena parte del metraje e incluso, al menos a mí, me hizo reír varias veces. Es una historia inteligente con un buen guión que se basa en los diálogos y las miradas más que en los golpes de humor. Se podría decir que es la sobria e irónica reflexión de una mujer madura sobre el amor y el paso del tiempo.
La verdad es que se agradece que llegue este tipo de cine a nuestras pantallas. Un cine de personajes inmersos en la mediana edad, que ya conocen el fracaso en el amor, corazones rotos que intentan seguir latiendo en busca de una segunda oportunidad. No es sólo el momento de intentar reconstruir sus vidas amorosas, sino que además los protagonistas se enfrentan al inevitable abandono del nido por parte de los hijos (hijas en este caso). La soledad y la vejez son un terrible panorama. Puede parecer por momentos que el film es superficial y ligero pero tiene un trasfondo bastante amargo.
Una casualidad hará que nuestra protagonista empiece una relación amorosa con el ex marido de una paciente. Sus relaciones con los miembros de la extinta pareja se verán inevitablemente intoxicadas por la información suministrada por ambos bandos. Nuestra protagonista será incapaz de revelar su identidad por miedo a perder a su nueva pareja o a su nueva amiga. Estamos ante la típica confusión de identidades provocada por una casualidad que coloca a la protagonista en una encrucijada, pero sazonada de una agradable ironía. Me pareció muy inteligente la manera en que el guión contrasta las distintas opiniones sobre una misma persona según provengan de su nueva pareja (llena de ilusión y expectativas) o de su ex (llena de hastío). Lo que en principio pueden parecer pequeños defectos o manías casi imperceptibles se pueden convertir con el tiempo en escollos insalvables para una relación.
Lamentablemente, esta buena historia nos ha llegada a los pocos meses del fallecimiento de James Galdonfini, siendo ésta una de sus últimas apariciones. Galdonfini está muy bien y tiene una excelente química con Julia Louis-Dreyfus. Siendo esta última la que realmente lleva el peso del film y realiza una gran interpretación llena de matices. Catherine Keener y Toni Collette completan el reparto.
Recomendable. Ojalá tuviéramos más comedias dirigidas por mujeres.
1 comentario:
tienes razón, necesitamos menos comedias con exceso de testosterona y más comedias desde el punto de vista femenino.
Publicar un comentario