jueves, 19 de febrero de 2015

Sia: Chandelier


 La calidad del pop comercial está cayendo en picado en los últimos años. El hecho de que la hortera Katy Perry esté triunfado a nivel mundial no es un buen síntoma. Tampoco es buena señal que Madonna siga haciendo canciones para adolescentes cuando casi les cuatriplica la edad. La verdad es que hace mucho que no me gustaba una canción que hubiera sido un éxito en las radioformulas. Sin embargo, debo admitir que este tema me tiene fascinado.


 Reconozco que Chandelier (que significa lámpara con forma de araña) me ganó poco a poco. La primera vez que la escuché pensé que era de Rihanna o alguna de esas cantantes petardas que tanto proliferan hoy en día. Pero no. Gracias a Shazam descubrí que era de la compositora y cantante australiana llamada Sia.  
 La confusión con Rihanna pudo deberse a que tienen un timbre de voz parecido (sobretodo al inicio del tema) y que Sia ha escrito canciones para artistas como la citada Rihanna, Beyoncé, Christina Aguliera, Jennifer López o Britney Spears. Incluso a puesto voz a algún éxito de David Guetta, ese tipo que se repite constantemente.
 Sia es el típico ejemplo de artista en la sombra. Tras 4 discos sin demasiado éxito Sia ha logrado el reconocimiento mundial gracias a esta canción autobiográfica que habla de su pasado como partygirl y sus problemas con el alcohol (la frase del puente 1,2,3, 1,2,3, drink no deja lugar a dudas).

 Sin embargo, tras colaborar con todas las estrella antes citadas, Sia parece haber desarrollado un cierto temor a la fama y no se deja fotografiar ni muestra su cara en actuaciones ni entrevistas. Aquí va un ejemplo y aquí otro. Dice que no quiere ser juzgada por su edad ni por no ser una mujer diez. Parece que es una forma de protestar contra una sociedad que exige que las mujeres sean explosivas bombas sexuales que deben mostrar sus encantos para triunfar como si no pudiera ser juzgadas sólo por sus talento. Que le pregunten a Jennifer López o Nicki Minaj, que menean mucho el trasero en los videos pero sus canciones son un horror. Sus vídeos ganan cuando los ves sin música.

 El éxito de la canción Chandelier ha sido enorme gracias en parte a un efectivo vídeo en el que es protagonista absoluta la bailarina de 11 años Maddie Ziegler (salida de uno de esos infectos reality shows). Tal ha sido el impacto de video que ha generado múltiples parodias. Yo me quedo con la desternillante parodia del genial Jim Carrey en esa joya de programa que es Saturday Night Live.


 Al final, de entre el pop facilón prefabricado, señoras meneando el culo y reality shows ha salido algo que vale la pena. Alabado sea el señor, quizás aún haya esperanza.

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