Eric Bishop es un cartero de Manchester que ve cómo su vida se desmorona sin remedio. Ni sus amigos ni los libros de autoayuda pueden ayudarle, pero en su rescate acudirá su ídolo: Eric Cantona.
Ken Loach era hace años un director muy comprometido política y socialmente. No olvidemos que probablemente la mejor película sobre la guerra civil española es suya, me refiero a Tierra y libertad. Con el tiempo parece haberse amansado y sus películas son algo más ligeras y sutiles en las formas aunque siguen siendo buenas radiografías de la sociedad actual.
Tras tratar temas como el terrorismo de estado (Agenda oculta), el paro (Mi nombre es Joe), el trafico de drogas (Sweet sixteen), el choque de culturas (Sólo un beso) o la explotación a los inmigrantes ilegales (En un mundo libre), ahora Loach nos muestra su mirada más amable sobre los aficionados al fútbol. Vamos, nos ofrece un realismo social británico cercano a la comedia.
Loach hace un retrato liviano pero bastante acertado de ciertos aspectos de la sociedad actual inglesa: los desarraigos familiares, la incomunicación con los hijos, la deshumanización del trabajo, las mafias, el fútbol como única vía de escape de la presión acumulada, etc.
Los aficionados al fútbol y su pasión por desmedida por unos colores están perfectamente reflejados en el guión de Paul Laverty (habitual guionista de Loach). La inexplicable identificación que se puede llegar a sentir con una estrella del fútbol es un buen tema que el film aborda de forma entretenida. Yo no soy aficionado al fútbol y la peli no se hizo pesada ni nada parecido.
Por lo demás, Loach imprime al film un ritmo ágil y rueda con su habitual estilo casi documental, logrando que nos involucremos en la trama entre tanto personaje propio de cualquier barrio obrero.
Ni que decir tiene que los actores están todos muy bien, muy naturales. Steve Evets (Ex -bajista del grupo The fall) compone un perdedor entrañable que intenta enderezar su vida y al que le coges cariño fácilmente. Es uno de esos personajes cotidianos tan característicos de Loach y salidos directamente de la observación. Eric Cantona hace de sí mismo con lo que se supone que no lo hace mal, pero queda algo estirado y frío.
El film adolece quizás de un final demasiado forzado y placentero para el espectador, parece que Loach se ha hecho algo más optimista y ha decidido dejar margen para la esperanza en su cine.
Lo dicho, un Ken Loach light y amable pero que aún tiene buenas historias que contar.
6,5
2 comentarios:
No he visto la peli, pero, ¡impagable cabecera!
Retrata muy bien un tipo de sociedad en concreto ,además tiene puntos divertidos ,hay momentos que te ries con el personaje de eric ,entretenida en general ,no es de lo mejor de Ken loach pero se deja ver ,saludos!
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