En su afán de destrozar costumbres cinematográficas, Lars von Trier se atrevió con el musical en el año 2000. La triste historia de una inmigrante checa en Estados Unidos que trabaja en una fábrica no parece lo más adecuado para un musical. Además su vida da un vuelco al enterarse de que se está quedando ciega, una dolencia que su hijo parece haber heredado.
La mano del trágico destino se cierne sobre la garganta de Selma. Selma adora los musicales y en ocasiones cree vivir escenas de éstos dentro de su propia vida. Probablemente sus alucinaciones de bailarines en los momentos más inapropiados sean desvaríos propios de una mente enferma.
Lars rueda de forma desapasionada y fría esta durísima historia. El guión no muestra piedad ni clemencia en ningún momento por Selma ni por el público. En los musicales siempre había un happy end, Lars no cede ni en eso. No hay giros forzados ni milagros. Toda la fuerza de la injusta justicia americana cae sobre Selma.
Por cierto, Von Trier fue criticado por rodar un film ambientado en Estados Unidos sin haber estado nunca en dicho país, parece ser que sufre una terrible fobia a volar. Von Trier contestó que no es necesario conocer un país (ni siquiera haber estado allí) para rodar una película sobre él. No olvidemos que los sentimientos son universales y Casablanca no se rodó en África.
Von Trier nos muestra un mundo hostil que se aprovecha de los débiles. El trabajo es un infierno de ruido y deshumanización, nada de realización humana. El trabajo en una industria es un peligro para la integridad física y es insuficiente para salir adelante. Así como en Rompiendo las olas, el trabajo es el origen de la tragedia. Von Trier ataca la revolución industrial frontalmente y sin reparos.
Los números musicales de Selma son para ella una huida de la cruel realidad y un respiro para el espectador. Son preciosas canciones durante las cuales Selma es feliz. Puede que si no eres fan de Björk no te entusiasmen pero a mí me parecieron geniales. A pesar de estar rodados con cámaras digitales, hay números tan logrados como el del tren, la fábrica, el juzgado o el final en el que Selma/Björk va contando los pasos que va andando hacia su destino. Un emotivo tema (107 steps) cuya letra no dice nada, sólo números.
Del tremendo y agónico final sólo diré que me hizo llorar de lo lindo y me puso los pelos como escarpias. Inolvidable Björk y su sufrida interpretación. No se me ocurre una elección mejor que Björk para el papel de Selma, era la única elección posible. Por otro lado, Catherine Deneuve, Joel Grey, David Morse o Peter Stormare están francamente bien.
Un film muy duro y sin contemplaciones, pero dolorosamente hermoso. Como la vida misma.
8
5 comentarios:
De acuerdo en nota y crítica para un buen film, pero lo siento... mi gozo fue enorme gracias a ese final!!!
1 saludo!
Pues sí grandiosa peli. Por algún motivo hay un sector de gente que les da alergia, allá ellos...
Una película ridícula. Una memez. Yo lo pasé fatal viéndola de la vergüenza ajena que me estaba dando.
Increíble película que no deja indiferente a nadie. Una idea tremendamente original de musical que merece un aplauso mayúsculo. Es como una tragedia griega llevada a un género que, como dices, siempre tiende al hermetismo del "happy end" o a la felicidad perpetua. Éste es un ejemplo de película ejemplar de Lars von Trier que siempre merecerá una reseña en cualquier blog que se precie.
Muy buen análisis.
Pues a mi gusto muy personal, la verdad no me conmueve, es tragica debido a una causa muy sonsa,si es dramatica, si es agobiante, pero la causa de esta tragedia es una vacilada, yo no se de guiones y eso pero el guión se me hizo muy torpe... ademas se supone que se quedo ciega nadamas, pero pareciera que se le hubiera dañado el cerebro tambien... me cayo gorda... me gusto su actuación, me gusto solo por bjork...
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