Año 2000, Cochabamba, Bolivia. La historia de la llegada a América de los españoles y de la explotación indígena pretende ser narrada por un equipo de rodaje con un presupuesto muy ajustado.
El guión de Paul Laverty (guionista habitual en las últimas películas de Ken Loach como Looking for Eric o En un mundo libre) es comprometido socialmente y denuncia una vez más una situación injusta, no podía ser de otra manera. Laverty dota a sus guiones de una veracidad y una fluidez en los diálogos como pocos guionistas hoy día.
Tampoco Icíar Bollaín es una directora que se dedique a aburrirnos con sus insustanciales pensamientos sobre personajes cargantes, para eso ya está la niña pedante de Isabel Coixet. Bolláin usa la cámara como denuncia de las injusticias de este mundo en el que vivimos. El cine puede ser sólo una evasión temporal para el espectador, pero también puede ser un reflejo de las injusticias y puede mover la conciencia del espectador. El cine puede ser un arma para dar a conocer la historia pero no por ello debe caer en las mismas injusticias que critica. La unión de Laverty y Bollaín ha dado como fruto una película más que recomendable.
Bolláin realiza un gran trabajo, una película sentida y emotiva que no elude una profunda auto-crítica al mundo del cine. Todos los contratiempos del rodaje así como los esfuerzos del productor y el director por llevar el film a buen puerto me parecieron de una veracidad poca veces vista en una película sobre el mundo del cine. Pero no sólo de cine habla esta película, habla de muchas otras cosas: habla de los distintos tipos de explotación, de hipocresía, de mirar hacia otro lado, de personas a las que les ha quitado todo, de luchar por sobrevivir, etc.
Los actores están todos muy bien, con unos personajes tan bien definidos en el guión hubiera sido un crimen desaprovecharlos. Tanto Luis Tosar como Gael García Bernal están muy bien aunque el que sale ganador es Karra Elejalde en su compleja recreación de un prestigioso actor de vuelta de todo. Se evidencia una vez más que el problema del cine español no son los actores sino las malas historias. Cuando hay un buen guión, los actores cumplen y con nota.
¿Cine sobre cine? ¿Cine denuncia? Da igual. Aún quedan causas por las que luchar. El agua es la vida. El cine sólo es cine.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo contigo en que en el cine español escasean las buenas ideas porque cuando la historia es buena, el público ve la película. Y tenemos varios ejemplos. A mi me interesa la película no su nacionalidad.
Todavía no he visto 'También la lluvia' pero le tengo ganas.
Un saludo.
Karra Elejalde está simplemente perfecto, una interpretación de altura.
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