La primera película de Martin Scorsese para toda la familia es un sentido y emotivo homenaje a los primeros tiempos del cine y, concretamente, a la obra y milagros de Georges Méliès.
Scorsese sabe que es uno de los últimos maestros del cine y que ya no tiene nada que demostrar, así pues esta película es un saludable cambio de estilo, algo que siempre es de agradecer. Ya desde los primeros planos del film con ese París de los años 30 recreado por ordenador y ese vertiginoso travelling digital por el andén nos damos cuenta que no estamos ante un film habitual del director de Toro salvaje o Taxi Driver.
El film no debe entenderse como un film de aventuras (que hay más bien pocas) o una película para el gran público sin más, Hugo es otra cosa. Quizás no sea un film en la que la maestra mano de Scorsese sea fácilmente reconocible (más bien todo lo contrario) pero es un film recomendable por motivos muy distintos a los que su autor nos tiene acostumbrados. Scorsese da un triple salto mortal con esta película y sale airoso. Ni este tipo de historia, ni los efectos digitales, ni el 3D son prácticas habituales para este veterano director, pero el tipo sale victorioso del envite. Por momentos pensé que esta historia hubiera sido más adecuada para un director como Tim Burton, pero, por suerte, no ha sido así. Burton, probablemente, se hubiera quedado en la espectacularidad visual olvidándose de lo realmente importante: la historia.
Scorsese no deja que el complejo entramado técnico y visual le aparte de su objetivo: contar una historia. La espectacular fotografía (a base del contraste entre tonos ocres y azules) es sin duda la mejor del año y los efectos visuales son inmejorables. Mucho ha avanzado técnicamente el cine desde los tiempos de Méliès, pero los sentimientos son los mismos. Se pueden provocar de maneras mucho más sofisticadas (véase la emocionante escena del autómata) o con la simple mirada de un actor, pero los sentimientos no han variado. Scorsese usa las últimas tecnologías para mostrarnos los trucos iniciales de primer cine, trucos casi de magia, artesanales que hoy nos parecen ingenuos. Se nota cierta nostalgia de esa época de innovación y riesgo frente a la época actual en la que todo está calculado al milímetro.
Por cierto, el film está lleno de referencias cinéfilas, ya desde la misma carátula nos recuerda a la escena de Harold Lloyd colgado de un reloj. Scorsese nos regala escenas de Chaplin, Douglas Fairbanks, Harold Lloyd o Buster Keaton; en un intento de que las nuevas generaciones conozcan a estos pioneros del cine que no deben caer en el olvido. Bravo por Scorsese y su labor didáctica con este film. Una curiosidad: Scorsese hace un cameo en el film como fotógrafo. Otro detalle: el guitarrista que aparece en el film sólo usa tres dedos de su mano izquierda, clara alusión a Django Reinhardt.
En cuanto a los actores pues me quedo con la pareja protagonista, me encantó la pareja formada por los jóvenes Chloë Moretz (Kick ass, 500 días juntos) y Asa Butterfield (El niño con el pijama de rayas), ambos está sobresalientes. Sus personajes no son niños idiotas (cosa que es de agradecer aunque no muy habitual en el cine) y sus interpretaciones son simplemente brillantes. También los veteranos Ben Kingsley (el tipo es clavado a Méliès) y Christopher Lee aportan su granito de calidad al film. El que menos me gustó fue Sacha Baron Cohen (Borat, Brüno) ya que opino que su personaje desentona bastante.
Ahora vamos con el problema del film: técnicamente es perfecto y sus intenciones son inmejorables pero como película algo no acaba de funcionar para que sea perfecta. Hay veces que el todo es más que la suma de las partes o algún engranaje no funciona. Hugo es una buena película de entretenimiento de ésas que ya no se hacen entre tanto Transformers, tanto vampiro gilipollas y tanta adaptación de cómic, pero no es la gran película que está a punto de ser. Algo falla o no acaba de cuajar. La historia está narrada e interpretada de forma perfecta pero no consigue emocionar al espectador todo lo que se pretende. Puede que 128 minutos sean demasiados o que el ritmo no sea el adecuado hacia el final o que el insoportable inspector de la estación interpretado por Sacha Baron Cohen tenga demasiada relevancia o que las historia paralelas de los personajes que pululan por la estación no acaban de interesarnos. No sé, disfruté mucho del film mientras lo estaba viendo pero al finalizar me pareció que no me había dado todo lo que prometía.
Lo dicho, un buen film, pero no es una obra maestra (por poco).
¿Mi quiniela para los Oscars? Hugo se llevará los técnicos y The Artist los importantes. No deja de ser paradójico que ambas películas sean homenajes al cine mudo. Algo huele a nostalgia en el cine actual.
7
4 comentarios:
Todavía no la vi, pero espero sacarme esa espinita en breve. Ya veremos si coincidimos en esas apreciaciones, siempre tan nutritivas.
Que buena, nos gusto mucho.
Yo le pondría un 8,5. Muy buena sin llegar a obra maestra. Sobre lo de Tim Burton estoy medio de acuerdo. Me explico: es obvio que a veces se deja llevar por las imágenes y se le va la pinza, pero cuando acierta, lo hace maravillosamente. Desde que dirigió la peli de los macacos, ha ido alternando calidad con tonterias. Fallos: "El planeta de los simios", "Charlie y la fábrica de chocolate" y "Alicia en el pais de las maravillas". Aciertos: "Big fish", Sweeney Tood" y "La novia cadaver". De todas está mejor en manos de Scorsese, un director que en mi opinión no está en absoluto en decadencia.
por si no lo sabes, la historia no es de Scorsece....es un libro para niños, muy bonito y bien ilustrado... y el film es muy fiel al libro... scorsece sólo lo adaptó al cine, pero no es historia de él....
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